Buscando a mi Sugar Dady

5 1 0
                                    


Hoy en día si vemos a nuestro alrededor, podemos ver las distintas parejas que se dan a notar con sus muestras de amor.

Yo no soy una de esas personas, a mí me gusta arriesgarme. Para tener la edad que tengo debo decir que no me gustan los "hombres" de mi misma edad. Siento atracción por personas más grandes que yo, hombres que saben lo que quieren, o por lo menos eso es lo que dan a entender.

¿Acaso es pecado que te guste alguien que sea mayor que tú?, ¿Dónde quedo eso, de que no importa la edad mientras se amen?, aunque no sea mi estilo, digo, ¿Por qué tienen que estar juzgándome y tacharme por puta? ¿es necesario que me cataloguen así, solo por tomar la decisión de tener un amorío con un hombre mayor que yo? Mi respuesta es, ¡NO!

Soy mayor de edad, aunque todavía estudio el bachillerato y vivo con mis padres, creo que tengo el derecho de elegir con quien puedo meterme.

Esta es mi historia, y aunque sé que me pueden juzgar por ella, digo AL CARAJO...

Yo asistía muy seguido a un negocio, era habitual que fuera por lo menos cuatro veces a la semana a ese lugar, el hombre que atendía, era muy amable, aunque nunca le prestaba atención, pero si podía percatarme de que tenía un atractivo singular, en ese entonces yo era menor de edad, y deje pasar todo eso. Paso el tiempo, y conforme iba me empecé a dar cuenta que aquel hombre me coqueteaba, al principio no le di importancia, porque a cada rato me pasaba lo mismo, y no es porque quiera hacerme la importante o algo así, pero, así eran los hombres conmigo y nunca supe por qué. Excepto con este.

Resulta, que después de que estuve un tiempo en cuarentena, no salía e incluso estuve enferma, cuando regrese a verlo nuevamente, el empezó a acercarse más a mí. Debo decir que no me incomodaba para nada, comenzábamos a platicar más, ya que yo nunca me permití hacerlo antes, las conversaciones con el eran muy amigables, honestas y serenas, nada a lo que estaba acostumbrada a hablar con otras personas, y eso me gusto. De cierta forma eso fue lo que me atrajo de él.

Con el paso del tiempo, empezamos a tratarnos como amigos, a pesar de la diferencia de edad, nos entendíamos, comencé a verlo de otra manera. Empecé a ver como las mujeres estaban detrás de él, y me empecé a preguntar el ¿por qué?, descubrí, que era su simpatía, además de que no era nada feo. Es más alto que yo como de 1,75 de estatura, su color de pelo castaño claro, con una bonita sonrisa y unos ojos cafés claros que, con tan solo verlos, podías saber qué es lo que expresaba.

Tenía mucha curiosidad por él, así que empezamos a sacar temas más íntimos. Debo dejar en claro que solo había tenido un novio en todo este tiempo, aunque si había veces que con otros "chavos" de mi edad, podía besarme o compartir con ellos un tiempo, pero este hombre, hizo que mis ideas cambiaran.

Aún recuerdo que un día que llegue el me agarro por los hombros y me dijo que había soñado conmigo, en ese momento, me quede impactada, como es que un hombre como él podía soñar conmigo, sonreí al pensar en ello y eso me hizo darme una idea positiva ante lo que podía pasar con él. Comenzó a comprarme postres, que extrañamente resultaron ser mi debilidad, la forma en que el me miraba al comer, era divertida, él sonreía y no me juzgaba si me salpicaba de comida, al contrario, me decía cosas dulces; eso me hacía acercarme más a él.

Irónicamente estaba pasando por unos momentos complicados entre mi familia y yo, y había veces que me sentía mal, pero al platicar con él, o tan solo intercambiar unas simples palabras, me hacían sentir un poco mejor. Un día me encontraba comiendo palomitas y me acerque a él y le pregunte si tenía un poco de agua que me regalara, a lo que él me pregunto ¿para qué?, y yo sonreí ante él y le dije, comí muchas palomitas ahora mis labios saben a sal, el me devolvió la sonrisa y me dijo en un tono bajo "puedo ver"; sin pensármelo dos veces me acerque a él y lo bese. Fue un beso tranquilo, suave y un poco delicado, simplemente fue un beso que disfrute. Cuando me separe de él nos vimos los dos a los ojos, sonreímos y el solo se lamio los labios y dijo con una sonrisa "tenías razón, tus labios saben a sal", yo solté una risa y solo le conteste "te lo dije", ese día regrese con una sonrisa a mi casa y unos pensamientos tan alborotados, no podía creer que me había besado con alguien que me llevaba casi 12 años por delante, mi mente divago entre estuvo bien, no es nada malo y también entre ahora me siento como una vulgar, ante eso, solo podía reírme, en ese momento solo llegue a la conclusión de que me había vuelto loca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Revelando SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora