El disparo del amor (JinKook/Namseok)

15

Hoseok se mantenía callado recordando lo que había pasado en el baño de ese bar, esos besos fogosos que se dio con aquel desconocido, estaba tan emocionado que poco le importaba saber lo que era, le contaría todo a Jimin mañana que estuvieran en la escuela, con emoción abrazo su almohada y no dejo de sonreír.

Por otro lado Jimin miraba el arma aquel Tae le había regalado en su aniversario de novios, se puso de pie colocándose atrás de este y lo abrazo.

-Sabes que Hoseok no sabe defenderse.

-Lo sé -Tae suspiro frustrado- debemos seguir protegiéndolo.

-¿Que pasará el día que esté en peligro? -Jimin miro a la puerta- necesita aprender.

Tae lo tomo sentandolo en su regazo- Jimin hago todo lo que puedo, Jungkook es terco y testarudo.

-Tae tienes que enseñarlo de un o otro modo, siento que el día que esté en peligro el se paralizará de miedo.

Tae solo abrazo a Jimin, no sabía que hacer ni mucho menos como hacerlo, por otro lado Jungkook contemplaba la arma que hace años había empuñando para matar al señor Kim, recordó como la sangre brotó en sus ropas y los ojos del señor antes de quitarle la vida.

Se puso de pie guardando el arma y dirigiéndose al pequeño mini bar de la casa, comenzó a beber perdiéndose en el alcohol y olvidando sus penas por un corto tiempo, tanto así que se quedó dormido. Hoseok bajo a la primera planta, miro a su hermano dormido sobre la barra y negó una y otra vez, lo tomo con cuidado llevándolo al cuarto, entonces Jungkook como que medio despertó, miro a Hoseok y comenzó a llorar.

-Lo siento hijo del general Kim, no fue mi intención matarlo -Seguia llorando -Él me obligó, él sabía de mi hermano y su paradero...

Hoseok se detuvo por un instante, aveces se compadecia de su hermano al escucharlo sufrir y decir esas palabras

-sabes -Jungkook se detuvo y lo señalo- yo fui muy ingenuo, nunca debí de aceptar lo que papá hizo, debí de escapar con mi hermano cuando tuve oportunidad, pero tuve miedo, mucho miedo.

Jungkook arrastraba las palabras cada que hablaba, lo tomo llevándolo a su cuarto, lo vistió para dormir y sonrió, había noches que él no podía dormir, había noches que recordaba su pasado.

Al parecer ninguno de los dos tuvo una buena vida en esos años.