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Namjoon estaba preocupado por su compañero, que debía de hacer o como debería de hacerlo, miro frustrado el teléfono que aventó contra la cama, aún recuerda cuando ambos eran niños y soñaban con llegar a ser agentes en cubierto, y ahora toda la acción era de Jin.

Por otro lado Jungkook bebía de una botella de vino, mientras todos miraban a las bailarinas del bar, a decir verdad nunca le gustó eso, pero ahora se sentía frustrado. Observó a Tae entrar junto a Jimin y Hoseok, con un movimiento rápido tomo al chico del brazo.

-Te he dicho que no vengas a este lugar.

-Pero quiero tomar y divertirme como lo hacen tú y Tae.

-Mira Hobi -Jungkook lo miro- vete a casa si no quieres que te castigue por un mes.

-Pero...

-Pero nada, házlo ahora.

El chico bufo y se fue molesto, iría a su bar preferido sin la compañía de nadie, mientras caminaba en las calles desoladas se preguntaba por qué a Jimin si le dejaban quedarse y a él no, si era lo mismo. Camino al rededor de dos horas y por fin llegó al bar, entro y vio a muchos chicos guapos, unos fornidos, y otros no muy lindos, entro a este lugar, pidió de su bebida favorita.

Unos jóvenes comenzaron a coquetear con él, claro para el era una pedida de tiempo, cuando un chico moreno de cabello platinado llamo su atención, era alto tal y como le gustaba. Y por dios hablaba muy bien el inglés.

Con cuidado se acercó a él y comezo a coquetear sin embargo el moreno no le prestó mucha atención, siguió Hoseok hasta que esté dijo algo que lo hizo molestar.

-No sé cómo dejan pasar a un niño aquí.

-¿Haz dicho niño?

Namjoon soltó una risita retandolo.

-Mira patán, no soy un niño, acaso quieres comprobarlo, o se te apetece que te lo enseñe.

Sí, ese fue el primer encuentro entre ambos.

El disparo del amor (JinKook/Namseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora