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Caos... Completo caos a su alrededor...
«¿Qué...?»
Gritos de batalla... Explosiones...
«¿Qué está pasando?»
Todo se veía borroso...
Miró a su derecha, un hombre de cabello y prendas blancas como la nieve sobre las cuales poseía una armadura con picos estaba a su lado. Una bruma impedía que las facciones fueran visibles. Sin embargo, por algún motivo sabía quién era. Decía algo, pero no podía escuchar qué.
«Aniki... no entiendo... »
Observó confundida como él hablaba hacia una dirección tras suyo, pronto sintió a alguien tomar su mano y se vio siendo alejada.
«No... no quiero dejarte...» intentó gritar, aunque nada salió de su boca.
De pronto, un escalofrío la recorrió de pies a cabeza... Auras... Auras aterradoras...
Volteó esta vez la mirada a la izquierda, divisando dos siluetas humanoides con impresionantes armaduras. Esas horribles energías provenían de ellos. La furia nubló su mente, mas la mano que sostenía la suya nunca detuvo su paso y por lo tanto logró distraerla.
Un rugido atronador sacudió el suelo. Aun así, continuaba siendo arrastrada sin cesar lejos del conflicto. Distraída, se percató de todo tipo de seres extraordinarios corriendo en sentido contrario al que era llevada. Criaturas salvajes de colosal tamaño y personas con rasgos animales según lo que fue capaz de distinguir.
Finalmente abandonaron el sitio y se adentraron en un bosque. Por primera vez en lo que iba de ese ajetreo, prestó atención a quien la guiaba. Silueta femenina de extensas hebras ébano, vestimenta superior blanca e inferior roja y un carcaj de flechas junto a un arco en su espalda.
Sin preverlo, se detuvieron de golpe. La mujer giró su cuerpo enfrentando por donde habían marchado y una tensión notable apareció en su postura. Ella comenzó a señalar en línea recta, haciendo gestos que se interpretaban como que continuara.
«No puedo dejarte a ti también, por favor. No quiero huir», trató nuevamente de expresar lo que pensaba, resultando igual de inútil que con anterioridad.
«No quiero...»
«No...»
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Un par de ojos pertenecientes a un animal de pelaje medianoche se abrieron de golpe, mostrando unos preciosos orbes zafiro con pupilas rasgadas. Sin embargo, a pesar de este detalle, el ser que los poseía no era un felino sino un perro. Y uno en verdad particular.
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| Mi Querida Inu |
FanficUn encuentro con un extraño animal pone al Santuario de cabeza... aunque no todo es lo que parece. Los Santos Dorados se verán envueltos en situaciones raras y divertidas. Pero el mal no descansa, el peligro acecha y hay que prepararse para la bat...