No puedo leerte

Un bien mayor.

Lunes por la mañana, ririka estaba en carretera, en camino a la casa de mary, estaba un poco adormilada pero la emoción por llevar a saotome a la escuela la mantenía despierta, ya habían acordado una hora en específico para verse, mientras tanto saotome estaba saliendo de la ducha, aún tenía tiempo para arreglarse, antes de que ririka llegará, sus padres estaban extrañados puesto que la chica no sé veía apresurada.
-¿no tienes clases hoy?- su madre se recargo en el marco de la puerta- ya es tarde si me lo preguntas.-
-vendrán por mi, llegaré a tiempo- se abotonaba la camisa.
-¿entonces hay un chico interesado en ti? Es muy caballeroso de su parte ofrecerse a llevarte a la escuela.-
-no es un chico, es mi amiga, además no tuve que aceptar su invitación desde el principio pero heme aquí- bufó, mientras tanto se colocó la falda de la escuela- espero que solo sea por está vez.-
-entonces vendrá por ti en un auto, probablemente con un chofer...- kaito sonrió ladina- ella debe venir de una buena familia.-
-eso no es algo de tu incumbencia- comenzó a fajar su camisa y tomó la chaqueta de la escuela.

-oh, hija no seas tan cruel con tu madre, deberías de invitarla a pasar cuando llegué, puedo preparar algo rápido y dárselo como agradecimiento.-
-no, ella a desayunando antes de venir, tampoco quiero que le bombardees de preguntas respecto a su posición, tu y papá actúan como hienas cuando conocen a alguien con dinero.-
-¿estás hablando mal de nosotros otra vez, malagradecida?- hayate saotome caminó hasta posicionarse en la puerta- háblanos con el respeto que merecemos, somos tus padres.-
-piden algo que no son capaces de dar, ¿pueden irse de una vez? No quiero pelear tan temprano- levantó la mirada y se cruzó de brazos esperando a que se fueran.
-nos preocupamos por los lazos que puedes hacer en esa academia, después de tsuzura hanatemari no has...-
-¡no te atrevas a hablar sobre tsuzura!- caminó hasta su padre y golpeó su pecho con un dedo- lárgate de una maldita vez.-

Sus padres se miraron entré si y fueron hacia la planta baja, mientras tanto mary cerró la puerta y se deslizó de espaldas por ella hasta llegar al suelo, sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras apretaba los puños, los recuerdos con tsuzura inundaron su mente, se quedó pasmada durante un largo tiempo, hasta que su teléfono comenzó a vibrar.
-¿quién habla?-
-te e enviado muchos mensajes intentando contactarte, ¿en donde estas saotome?-
-ya voy- ririka intento decir algo más pero mary colgó el teléfono, tomó los listones con los que se ata el cabello, terminó de lavarse los dientes, tomó su maletín y bajó hasta llegar a la entrada de la puerta, pudo ver a sus padres asomarse por la ventana, viendo el auto que había aparcado frente su casa, salió casi azotando la puerta y entro al auto.
-¿aún no has terminado de vestirte?- ririka la miró algo molesta.