Amor Clandestino (parte 2)

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Cómo íbamos diciendo, Melina había dado esa idea. No era muy descabellada porque ella ya era mayor de edad (20 años) y Brianna iba ha hacer ese mismo día del baile los 18.

B: No sé....

M: No te gustaría? Puede que haya sido muy precipitado de mi parte, pero no tenemos más ideas. Si no te parece podemos dejarlo como está....

B: No! Me parece la mejor idea que he escuchado nunca, pero comprende que de primeras es muy loca. Claramente me gustaría, pero ¿cómo lo haríamos?

M: Esto será un poco difícil, pero tú déjame pensarlo, solo quiero que ese día dejes preparado en el establo lo que te quieras llevar, solo eso.

B: Está bien, confío en tí

Las chicas se fueron después de esto cada una por su lado, porque tenían cosas que hacer, pero la madre de Brianna es muy espabilada y se dio cuenta de las visitas que recibía su hija, así que habló seriamente con ella

R: Brianna, tenemos que hablar tú y yo

B: Qué pasa mamá?

R: Sé que te ves a escondidas con la hija de los sirvientes esos de mala muerte, y te prohíbo que la vuelvas a ver, porque te irá muy mal. Tu padre no sabe nada, pero no dudaré en contárselo. Tú eres una niña bien, y no debes juntarte con gente así

B: Madre, esa chica es lo mejor que me ha pasado en la vida, y me hace los días muy felices

R: Lárgate ahora mismo de mi vista, porque quiero ponerte la mano encima pero sé que tu padre se dará cuenta y será peor. Cállate y no me vuelvas a decir tales tonterías

La pobre Bri, a la que le daba lástima tener que fugarse, no dudó ni una pizca en tener que irse, y preparó todo conforme le dijo Melina.
Dejó una maletita escondida detrás del granero, entre unos árboles.

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El día de la fiesta, Brianna tuvo que arreglarse, porque iba a conocer a los candidatos a futuro esposo. Ella solo deseaba que dieran las 12 para poder salir.
Allí conocio a un chico castaño, no más alto que ella, que se veía muy bonito

X: Perdona, no te había visto

B: No te preocupes, ha sido mi culpa

X: Tú eres Brianna?

B: Sí, y tú cómo sabes mi nombre? Se supone que los candidatos a futuro marido no me conocen

X: Uy no, yo no soy nadie de ahí. Perdona por no presentarme, soy Johana Deacon, amiga de Melina -dijo susurrando- y estoy aquí para sacarte de la casa

B: Disculpame tú, porque pensaba que eras uno de los pretendientes que mis padres han traído para que me casé

J: Tuve que vestirme como un chico para que me dejaran entrar. Mira, tenemos que salir ya, dime el camino

B: Vamos

Las chicas salieron por la puerta del servicio hasta los jardines, para así esconderse detrás del granero, donde les esperaban

B: ¡Melina, estás aquí!

M: Bri amor, pensaba que a lo mejor te rajabas. No te veía muy segura

B: Tonterías, estaba esperando la hora, pero no sabía que vendrías con gente

M: Claro, mira esta es Johana, una amiga, y esta rubia de aquí es su linda novia, no tanto como tú, Regina. Ambas vienen de familias pobres como yo. Querían irse del lugar porque no podían estar juntas, al igual que tú y yo. Diseñamos este plan y ahora tú estás aquí también.

B: Chicas muchas gracias por idear este plan y por dejarnos unirnos a él

R: No hay de qué. Ahora sí cambiate de ropa porque nos tenemos que ir. Venga

Una vez todo listo, se fueron para la parada del tren, donde estaría uno listo para cruzar el país hasta el sur, donde tomarían un tren hasta algún otro país en el que empezar una nueva vida.

Las chicas comenzaron a vivir juntas, viviendo en una casa muy bonita en el campo, donde se podía ver la puesta de sol, las más bellas flores, y el sonido del aire entre las montañas nevadas.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2021 ⏰

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