Una princesa pretendiendo estar desequilibrada

Capitulo 4.

"Conociendo al segundo hermano." 

Como si Zikal ya no quisiera tratar con ella, se dio la vuelta y se movió.

Luego, al pasar junto a la mesa, recogió algo que estaba sobre la mesa y se lo arrojó a Lizbel.

"Vamos, tómalo. Tu doncella debe haberlo dejado atrás ".

"?"

"No sé quién es, pero es una sirvienta leal".

Lisbel miró sin comprender el pequeño cuerpo plano que había rozado su falda.

Era ungüento mineral.

Incluso después de que Zikal desapareciera por la puerta, Lizbel permaneció alerta.

Ojos azules llenos de sospecha miraron el pequeño sobre que cayó.

Fue una vergüenza para Valdimar, y no había una sola doncella que realmente se preocupara por la princesa que nunca supo cuándo iba a morir.

N/T: (Sospechoso x2)

Incluso la niñera, que casi la crio, tendió a despreciar a Lizbel después de que comenzó a mostrar locura.

Lisbel extendió la mano y jugueteó con el pequeño frasco de ungüento.

Obviamente, no estaba allí hasta que entró en la habitación.

Entonces, ¿Quién trajo este ungüento?

La cuestión permaneció sin resolver durante mucho tiempo.

N/T: (Nos van a salir con que son tsunderes) 

---------------------------------------------------------------

Pero tal pregunta pertenecía al eje menor. Como no podía usar el ungüento, ni sabía quién lo había dejado, Lizbel lo guardó en un cajón por ahora.

Los pensamientos se inclinaron hacia el otro lado. Las palabras que escupió Zikal nunca fueron solo palabras para ser escuchadas.

"Este enviado, los gigantes imperiales lo trataran bien... "

Un mensajero viene del imperio. Incluso se dijo que el jefe de la delegación era el brazo derecho del emperador, el duque Narnak. N/T: (Vaya nombre. Uno Rosas y otro nombre de alien)

Desde el día después de escuchar las noticias de Zikal, Lizbel deambuló por el castillo real todo el día, escuchando información sobre la delegación.

No debería haberse dicho que la princesa estaba interesada en los asuntos nacionales, por lo que no tuvo más remedio que recoger los pedazos.

Curiosamente, el principal tema de discusión entre la gente real no era el duque Narnak, el jefe de la delegación.

"Esa persona estaba en la lista del despacho. El dueño de la Torre Mágica".

"Lo he oído. Es por eso que Su Majestad se mostró muy reacio ".

Parecía ser una historia que ya se había extendido ampliamente en el castillo real.

"¿Puedes ver al mago, el dueño de la Torre Imperial? ¿No es una oportunidad única en la vida? "