Historias de Terror

Historias 2

Esos meses estaba haciendo tanto frío. Todas las fuentes de mi mansión amanecian con un congeladas con un aspecto aterrador. Creí que era una coincidencia, que la naturaleza nos estaba jugando una pequeña broma y que eso era lo más natural del mundo. Antes solía pasarme por los jardines pero ahora hasta las flores habían adquirido un aspecto lúgubre y demasiado extraño. Las hojas habían adquirido un color opaco casi negro. eso me daba terror pero ya demasiado curioso ya que también me daba risa. yo vivía sola con mi hermano mis padres habían muerto en un accidente y la verdad yo me sentía bastante sola. Mi hermano no pasaba mucho tiempo en casa pues tenía que encargarse de los asuntos familiares. Para dejar de sentirme solia pasearme por esos hermosos jardines con rosas azules. Pero esos meses no se me ocurría salir mucho. Tenía mucho miedo y la verdad quería la compañía de mi hermano. Esa noche fue demasiado extraña. cuando mi hermano tenía tiempo libre solía venir a mi habitación y hablar un momento conmigo para luego irse a la suya y dormir un rato. Regresaba bastante cansado como para hacer algo más. Sin embargo esta noche escuchó ruidos abajo y me preparé para abrir la puerta a mi hermano. Pese a eso esperé en vano pues nadie tocó mi puerta durante mucho tiempo y seguí escuchando los grandes ruidos llame habla criada y le pregunté quién estaba abajo. Ella me miró extrañada e hizo como que hablaba con una loca sinceramente me hirió mucho eso pero lo siguiente me hizo pensar en las circunstancias.
- señorita no hay nadie abajo su hermano no ha llegado y es probable que no esté esta noche pues tiene una reunión con sus tíos.
Esas solas palabras hicieron que mi cuerpo se llenará de escalofríos y que se me pusiera la piel de gallina. Acaso yo era la única que escuchaba los ruidos de abajo? Decidí no preguntar.
Creí que sólo eran ratones ya que mi mansión había muchas. Así que me dormí tranquilamente sin preocuparme demasiado por eso. No le di tanta importancia porque no me asustaba mucho. A eso de las 3 de la mañana me sentí demasiado helada. eso hizo que me levantara de la cama y fuera por una sábana sin recordar los ruidos de la noche anterior. Pero los ruidos ya no estaban debajo del piso en el que estaba mi habitación si no en mi armario. Eso me asustó de sobremanera y casi caigo por las escaleras. No había criados empleados o guardaespaldas que me cuidarán. a eso de las 12 todos se iban a dormir a sus casas supongo. No lo sé ni me importaba. Tengo que admitir que casi muero del susto y de que estaba rogando para que apareciera alguien cualquiera a salvarme de aquel extraño suceso. Me armé de valor suficiente para ir hasta el armario. Sin embargo al abrirlo no había nada allí. Sonreí con sorna di media vuelta y me fui. Estaba haciendo un frío terrible y casi muero congelada. Me envolví con todas las mantas y regresé a mi cama. Me acosté sintiendo a alguien a mi lado pero al voltear no había nada. Creí que sólo era paranoia. Al intentar dormir otra vez no logré hacerlo. Me sentí extraña y parecía que mi cabeza iba a explotar. Mis pies no se movían y no obedecían las órdenes de mi cerebro. Los ruidos en mi armario continuaron y esto me incomodó bastante. Ya estaba harta de esta situación hace así que fui hasta el armario y lo abrí de golpe para ver si encontraba el bromista, pero otra vez no había nadie. revolví todas mis prendas para encontrar algo lógico a lo que culpar por los ruidos que no me dejaban dormir y alguien tocó mi hombro. Mi piel se puso tensa y no pude respirar por momento. Pero ustedes se preguntarán porque tenía tanto miedo si pudo haber sido mi hermano. la situación era que yo había dejado mi puerta cerrada y mi hermano siempre entraba tocando la puerta, con miedo y lentamente voltee la cabeza y vi algo espantoso. Era una mujer que tenía la cara manchada de sangre. No recuerdo muy bien pero sé que tenía rasguños muy profundos en la cara. Su vestido era blanco aunque la verdad no era un vestido, era una pijama. mi cuerpo estaba tan asustado que ni siquiera se movió un centímetro y yo no atiné a gritar pidiendo ayuda. Sólo me quedé observando la y ella a mí. En ese momento entró mi hermano y me miró con una sonrisa. Esto me molestó bastante y le señale con la mirada a la mujer.
- veo que te adelantaste, cariño. - susurro mi hermano dirigiéndose a la extraña mujer. Al día siguiente pude descubrir porque había dicho semejante disparate. De hecho él mismo me lo dijo. La extrañaba mujer era la novia de mi hermano y le pregunté si me la podía presentar ya sabes sin maquillaje porque daba terror cuando se lo ponía. Él me miró como burlándose de mí me dijo:
- Está a tu lado. - volteé y la vi. La verdad yo creí en ese entonces que era una broma. Que por fin mi hermano había dejado el trabajo de un lado y la familia del otro. Y que ahora era un simple bromista que intentaba engañar a su pobre hermana. Todo cambió esa misma noche cuando me levanté a las 3:30 de la madrugada como al día anterior. seguí haciendo un fuerte frío pero fue extraño cuando abrí la puerta y un aire caliente me invadió. Mi piel agradeció el cálido aire y me di cuenta que mi habitación era la única que estaba en un completo invierno. Y otra cosa más, mi hermano estaba la cabecera de mi cama, Esto me extraño bastante y le pregunté que hacia ahí. Él me susurro que no le había caído muy bien a su novia y que debía morir. Aterrada salí de la habitación me dirigí a la salida. Fui corriendo hasta la delegación de policía y les pedí que registrarán mi casa. Grande fue mi sorpresa cuando encontraron a mi hermano muerto. Yo estaba asustado y les pedí que revisará las cámaras de seguridad. Descubrieron que mi hermano se había suicidado con una navaja. Pregunté por su novia y todos los criados me dijeron que no tenía una. Pero que sin embargo había estado averiguando sobre una chica muerta en esa misma casa. Porque se había enamorado de su foto. No recuerdo haber investigado más sobre eso. Caí en shock por la muerte de mi único familiar. Pero la verdad sé que él es feliz ahora. Qué como lo sé? Porque cada noche entra en mi habitación y me sonríe en silencio.
PERSONA QUE LO VIVIÓ: ANÓNIMO