La Maldicion Del Instituto

Primer día: Charlotte

Estaba en un descampado oscuro, la luz no podía atravesar las penumbras que me rodeaban y un sudor frio recorría mi espalda, fue en ese preciso instante en el que un sonido sacado de una película de terror retumbó por todos lados. Me acabo de despertar asustada, nunca antes había tenido una pesadilla de esa magnitud, miré el reloj, era muy tarde y recordé que era mi primer día de escuela secundaria, me levanto de la cama de un salto, preparo mi desayuno rápidamente porque me pasaba a buscar Mackeenzie para ir juntas al colegio. Estoy afuera de mi casa y nunca estuve tan cansada, entre el desayuno rápido que hice y la pesadilla que aún me atormenta me cuesta despertarme, pero mucho más pensar.

Llego Mackeenzie, vio mi cara de cansada y me pregunto que me había sucedido así que procedí a explicarle lo que me pasó. En eso de la charla llegamos al instituto un tanto tarde, y en eso "Mac" se queda viendo a un chico nuevo, su cara denotaba que pasaba algo extraño sobre todo por la tragedia que sucedió hace un par de años con un niño de otro colegio, tanta fue su concentración que nos terminamos chocando y ahí nos conocimos un "poco" mejor. Luego de esto hice un comentario sobre su estatura ya que me parecía raro que tuviera la misma edad que nosotros, a lo que él me respondió con una broma que me desagrado un poco, pero no lo suficiente como para enojarme.

Entramos al salón de clases y la profesora elije los compañeros de banco, Mackeenzie le toco con Oliver, a mí me toco junto a Timothy, la mayor parte del día de clases estuve desconectada del mundo, solo pensado en el, hasta que la pesadilla que tuve volvió a mi mente, seguía sin comprender el significado de ese sueño tan terrorífico. Volviendo a Timothy, ese día toda o la mayor parte de mi atención fue dirigida hacia él, seguramente es muy obvio el porque, pero les digo la razón, él es el chico que me gusta desde la primaria. 

Luego de eso me fui junto a Mackeenzie, y durante la noche no paso nada extraño excepto por algún que otro ruido, así concluyó mi primer día.