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-Hank... ¡Hank! ¡Vamos! Te daré un premio –Guiandose únicamente por su tacto se recargo en la pared con los ojos cristalizados–.

La rubia quien solo había salido a tomar un poco de aire fresco ahora estaba esperando un ladrido de Hank, su perro guía el cual minutos antes se había escapado... Sin el no podría regresar a casa, pues no conocía el camino de regreso... No podía ver el camino de regreso a casa.

-Ottoke –Exclamo frustrada la chica, su mejor y único amigo estaba perdido y ella no tenía manera alguna de volver a casa–.

Escuchaba atenta cualquier sonido, ya que tal vez si oía ladrar a Hank la guiaría a él, pero en su lugar, el único sonido que arruinó la paz de aquella serena noche fué el de una sirena de policía... Ese malito sonido, con los ojos al borde del llanto cubrió sus oídos con ambas manos y dió un par de pasos para huir de aquel traumático sonido cuando alguien qué evidentemente estaba corriendo chocó con ella provocando la caída de ambos.

-¡Carajo! –Se escuchó un quejido de dolor de su parte– ¿¡Por qué no ves por dónde caminas!? ¡Estás ciega!.

La chica ignoró completamente las palabras de quién a juzgar por su voz era un hombre, aproximadamente de su edad, y se reincorporo dándole la espalda.

-Destruccion de propiedad pública, nuevamente Jeon –La voz de un hombre mayor paso por su lado– Llevenlo a la comisaría junto con sus amigos.

-Se tomó la molestia de seguirme oficial Han –Se escucharon unas esposas ser cerradas– Gracias, risitos de oro –Sintio al chico pasar por su lado para luego alejarse–.

-Lamento qué haya tenido qué involucrarse señorita, vuelva a casa con cuidado –El oficial se iba a ir pero Chaeyoung lo detuvo tomándolo del brazo–.

-O-oficial, no puedo volver sola a casa.

-¡Chae! –En cuánto bajé del auto del oficial sentí a mi madre abrazarme– Nos tenías tan preocupados, Hank volvió solo a casa hace 50 minutos, y no teníamos idea de dónde estabas

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-¡Chae! –En cuánto bajé del auto del oficial sentí a mi madre abrazarme– Nos tenías tan preocupados, Hank volvió solo a casa hace 50 minutos, y no teníamos idea de dónde estabas.

-Perdon, su correa se me fué de las manos –Me gire hacia donde suponía estaba el oficial y realice un reverencia– Gracias por traerme a casa.

-No fue nada, pero... ¿Segura qué está bien? –Asenti–.

-¿Sucedió algo? –Pude distinguir la voz de mi papá–.

-Fue solo que uno de nuestros jóvenes rebeldes del barrio chocó con su hija provocándole una caída... Pero eso ayudó a detener su huida... Me disculpo en nombre de Jungkook –Rio nervioso–.

-Linda taza Rowon, ¿Es nueva? –Me senté en la silla, poniendo mis pies sobre su escritorio–

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-Linda taza Rowon, ¿Es nueva? –Me senté en la silla, poniendo mis pies sobre su escritorio–.

-Jungkook –Suspiro y después sonrió– Está vez realmente te alcanzo... Ahhh, ¿Debería felicitar al oficial Han?.

-Si claro –Resople molesto– De no ser por una chica que se atravesó en mi camino el oficial Han no me seguía ni el rastro.

-Pues debería agradecerle a esa chica –Miro mi tobillo, estaba sangrado levemente– ¿Estás bien?.

-No le interesa... –Mire en dirección a la ventana– Mi mamá pagó la fianza, ¿Puedo irme?.

Después de qué me quitarán las esposas salí de la oficina y me coloque el gorro de mi sudadera y me fui de paso pero mi mamá tomo mi brazo.

-Jungkook... Es la tercera vez está semana, por favor ven a casa.

-¿A casa? –Me solté bruscamente y al hacerlo ví varios hematomas en su brazo– ¿Y ver cómo tú nuevo patán te golpea por diversión? No gracias, buscaré a mi padre y después haré que el malparido de Chan me pida perdón de rodillas por correrme de MI casa.

Continúe con mi camino sin siquiera haber curado mi tobillo lastimado, detesto qué sea mi madre quien me saque de mis problemas cuando ella tiene más, y no, no la odio, ella es la razón por la cuál sigo con la esperanza de encontrar a mi padre para reclamar lo que me pertenece y después sacarla de el infierno que vive junto a su nueva pareja, su único pecado es amar a un bastardo que es un maldito alcohólico, machito y abusador.

Continúe con mi camino sin siquiera haber curado mi tobillo lastimado, detesto qué sea mi madre quien me saque de mis problemas cuando ella tiene más, y no, no la odio, ella es la razón por la cuál sigo con la esperanza de encontrar a mi padre par...

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-Me asustaste –Me senté al borde de mi cama y después Hank se recostó sobre mi regazo– Pensé qué te había perdido.

Comencé a acariciar la cabeza de Hank mientras me perdía en mis pensamientos, y uno que otro suspiro se escapaba de mi boca de vez en cuando.

-Sabes, ese chico... –Sonrei– Dijo que viera por dónde caminaba... Y después dijo que estaba ciega –Una lágrima se escapó de mis ojos pero de inmediato la seque– No vuelvas a alejarte de mi, no quiero qué alguien más me diga eso –Me recosté en la cama mientras abrazaba a Hank, de un momento a otro me quedé dormida–.

A la mañana siguiente:

-No, no... Yo no tengo nada... ¡Suéltame! ¡NOO! –Me desperté agitada y sudando frío, tragué saliva molesta, volví a recordar eso y nuevamente ese grito desgarrador salió de mi garganta–.

-¿Estás bien? –Entro a mi habitación con una preocupación reflejada en su voz– ¿Nuevamente la misma pesadilla? –Asenti y entonces me abrazo, el abrazo de mi madre era lo único que me tranquilizaba, escondí mi cabeza en su pecho como si de una niña pequeña se tratará–.

-Estoy bien –Sonrei mientras qué con las palmas de mis manos comencé a buscar a Hank quien siempre dormía en mi cama– Pequeño...

La sonrisa se borró de mi rostro cuando al encontrarlo pude darme cuenta de que su respiración era rara, ya qué al parecer le estaba costando respirar.

-Mamá, algo le sucede a Hank –Tome su mano preocupada– Vamos al veterinario.

En el veterinario:

-¿Cuántos años tiene? –Aprete la mano de mi mamá al no saber a qué dirección de la habitación dirigirme al responder–.

-Tiene 9 años de edad, y desde hace 4 años sirve como perro guía... Mi hija es ciega y él es su apoyo cuando no estamos con ella.

Escuché un suspiro por parte del veterinario... Eso me ponía más nerviosa con respecto al estado de Hank.

Y ahora me encontraba sentada en la banca de un parque cercano, tratando de asimilar las palabras del veterinario... Él dijo que Hank ya es viejo... Y como perro guía su salud empeoró ya qué fue entrenado un poco tarde... Necesitaba reposo absoluto o tal vez... Tal vez le darían aquella maldita vacuna para dormir.

-Vaya, tenía planeado buscarte por lo que sucedió ayer pero parece que no tendré que hacerlo, hola risitos de oro.

~.

»Ojos de angel« [Rosekook] ||Pausada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora