Bufanda Roja 🌹

Mirame solo a mi

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Con tu vista fija al cielo tus ojos  reflejaron la vista de dos aves volando en cámara lenta, por el color del cielo supiste que era el medio día, un medio día caluroso. Sin embargo, sentías el frió recorrer tu cuerpo acostado en el suelo, más no podías moverte.

Tu nombre creíste escuchar mientras tus párpados pesaban,amenazando con cerrarse, no quieras hasta verla a ella, pero el sueño te añoraba.

Volviste a escuchar tu nombre, esta vez en un claro tono de suplica, de una personas que reconocidas muy bien, quien querias ver y esta vez como si solo necesitaras que esa voz pronunciara tu nombre, sentiste una amena sensación de calor en tu pecho.

Apartarse la vista del cielo, y  la miraste arrodillarse a tu lado. Viste sus ojos oscuros desesperados como nunca imaginaste ver y era solo para ti.

—Oi,no te duermas — Su voz trato de sonar tranquila como usualmente la escuchabas tener, preguntándote como lo hacia, y una sensación de admiración creció dentro de ti mientras convivías con aquella mujer de nombre Mikasa.

—Se que te duele, alguien va avenir ayudarte, por favor, no te duermas — Hablo, sobando tu rostro con sus manos delgadas, tan calidas. Sabias que no debías pero la idea de dormir se te hacia tentadora, sentiste como te removía suavemente.

—¿Recuerdas que te dije cuando nos conocimos? —Tambien sabias que era un intento desesperado de mantener distraída, si tan solo pudieras responder.

—Mirame solo a mi  —viste como sonreía, de una forma que uno llamaría nostálgica y dolorosa  —Eso te dije —Recordaste el nerviosismo que sentiste al escuchar esa mismas palabras como una orden cuando ella te acepto como su ayudante de chef, que debías estar a la altura de sus enseñanzas si quieras triunfar en el mundo culinario.

Jamas dejaste de mirarla incluso cuando cruzaste por la calle, en aquelma cita de aniversario,  Tan anhelado que no podia dormir bien por pensar en como impresionar a tu novia y jefa.

Cuando sentiste el golpe del coche de imprevito rememoraste como te regañaba por tu torpe ensoñamiento, diciendo —Fíjate siempre por donde vas,mocosa, algún día te lastimarás gravemente.

Una vez te bañaste en sopa de tomates, ahora era tu sangre quien mancha tu vestimenta. Tus labios comenzaron tornarse de un color morado poco a poco, tus ojos comenzaron a opacarse, y tus mejillas de igual manera.

—Sabes —No trato de modular su voz. Lo sabia, y entonces, sentiste un nudo asfixiante en la garganta y tus lágrimas se dieron a ver ante su última petición — Quiero abrazarte por ultima vez.

Acaricio tu cabello como solía hacer cuando ella te pedía algo —Temo lastimarte.

—Hazlo —Tu voz se escucho por última vez después del accidente. Ella te abrazo con fuerza, ya no podias reconocer el olor de su perfume, creiste sentir el calor de aquel cuerpo, mientras que el tuyo se desvanecía por cada gota de sangre derramada.

Tu cuerpo comenzó a temblar,la frialdad aumento e invadió tu cuerpo violentamente, miraste sobre su hombro al cielo otra vez. Las alarmas irreconocibles de la ambulancias fue lo ultimo que escuchaste mientras que admiraste como una de las dos aves caía del cielo, y como un suspiro dejaste este mundo.