Estrella en la Obscuridad

Mi Mayor Temor

Mi niño iba creciendo, es bien observador y no llora mucho, es un niño muy sano, ahora mi Albert está con migo, el papá le da un sueldo y le paga la universidad, a un así el también maneja las acciones que mi abuela a puesto a mi nombre, así que ahora lo quieran  o no ambas familias están unidas, por el poder que la sangre ejerse.

Pero los cambios de clima estaban dañando la salud del pequeño, la abuela le enseña a Candy con vapores de menta, alcanfor y eucalipto, baños con manzania, eucalipto o hojas de mango, luego lo grabamos con menta y colocamos en una bolita roja una pasta de alcanfor. Le ayudaba pero no lo curaba de pronto no podías respirar, entonces con la abuela le pedimos a la limosna que nos llevara a él hospital, una ves llegamos a emergencia, le mandamos a la universidad a Albert una nota, diciéndole que estábamos en el hospital, era algo muy rápido, solo con unas cuantas palabras que decían "amor, nuestro hijo está muy mal, estamos en emergencia en el hospital", el chófer salió y fue a dejar la nota, mientras nosotros esperábamos que nos atendieran, yo realmente me sentía muy asustada el gorgojeo del pecho del bebé y su llanto me tenía al borde, no puedo ver a mi hijo así, siento que se me parte el corazón, llega un doctor y le coloca un nebulizador, tiene salbutamol, le daremos desinflamatorio y antialergico, yo sigo llorando a ver a mi pequeño en esta situación, mi abuela me toma del hombre y me dice-no te preocupes hija, estas cosas pasan, recuerda que tu papá es asmático y para nuestra desgracia es hereditaria y nuestro bebé la heredo. Yo la vi y mire a mi pequeño, poco a poco se iba mejorando, su pecho ya estaba más tranquilo, veo entrar a mi Bert con, achicó mis ojos, mi suegra.

- estoy en mi última clase en la universidad, veo que me busca el chófer de mi amada Candy, algo no anda bien, el me llama y me da la nota, veo a mi madre que se aproxima con otra chica. Hola hijo, mira ella es Sofía, mucho gusto, le digo sin siquiera voltear la a ver, no se porque mi madre no entiende que no quiero a otra mujer mas de la que tengo en este momento. Agarro mis cosas y salgo corriendo-a donde vas, me grita, al hospital algo paso, como loco me subí en el carro, se que están en el santa juana así que allí me dirijo. Como loco manejo, hasta llegar a la sala de emergencia, veo a la abuela Martha parada a la par de mi Candy, y ella está sollozando, miró a mi hijo con un aparato en la bo a y nariz se ve como vapor adentro de él, abrazo a Candy, se le nota el sufrimiento, escucho por la parte de atrás la voz de mi madre y dice-nisiquiera puedes cuidar bien a tu hijo, no entiendo la necedad de mi hijo de estar a tu lado,yo puedo cuidar de ambos mejor que tu, dejalos y vive tu juventud, veo que mi Candy se para muy molesta, - no tengo la culpa, del cambio de clima, señora, no lo manejo, pero algo si le digo,a mi hijo no se lo doy y Albert quiere estar a mi lado así diga usted lo contrario, pero si el se quiere ir, pero mi hijo, señora se queda con migo.
-pero que malcreada eres...
Veo a la abuela Martha llegar muy molesta, con un guardaespaldas-madre, respeta a mi mujer, ella se ha entregado en cuerpo y alma a mi hijo, déjame decirte, que no pude escojer a mejor mujer que ella.
-pero hijo-pero nada madre, en este momento, no estamos para tus cosas madre, respetarnos y respeta a los pacientes del hospital.
Mi madre se queda viéndome asustada, pero es realmente ofensivo lo que ha estado haciendo e insinuando, no entiendo porque no acepta la realidad de una ves.
-te acompañó a la salida, le dijo Martha. Las veo salir y abrazo a mi mujer, ahora más que nunca la haré mi esposa, la abuela Martha está pidiendo su custodia para que nos casemos, están demostrando que son malos padres y que ella es la responsable de mi mujer.
Pero con la llegada de nuestro hijo y al haberla sacado sus padres de su casa, le da a ella más libertad, por eso es que todo será rápido, y la abuela Martha firmará la autorización para que nos casemos, se que las cosas están marchando cada ves mejor entre nosotros desde que no estoy en la casa de mis padres, francamente ella me trata como otro hijo.
Veo que le quitan el nebulizador a mi hijo y lo coloca Candy de inmediato boca a bajo y lo escucho vomitar, la enfermera tarde trae una sabana para cubrir a Candy, pero a ella poco le importa ensuciarse si nuestro hijo está mejor, el Dr. Se acerca y nos da una reseta, con antibióticos, desinflamatorio, descongestionar y otros que se son muy fuertes, él Dr. Nos explica cómo usar el nebulizador, dice que cuando esté bien, pero que parezca que se enfermara se deben a lago heredado, se que mi padre y el de Candy la sufren, así que el pobre no tiene por donde salvarse. Ahora está dormido y nos vamos a casa, para hacer el horario del medicamento, con las porciones justas.

-Salgo con Rousse, ella se ve muy enojada pero eso poco me importa le pondré todo bien claro, me tendrá que escuchar. - mira Rousse, deja de molestar a los chicos, ellos son felices juntos y el deber de toda madre es velar por la felicidad de sus hijos, francamente que no los entiendo, ni a mi hijo, nuera y a ti. Mira los problemas que hayan pasado entre ustedes, son de ustedes, no deberían de seguir molestos y menos sacándose la con sus hijos, si ellos son completamente inocentes a todo lo que pasado, cambia porque si no quedaras sola. Le digo y me despido, asegúrense que se vaya, le digo a mis guardaespaldas.

-Estoy que reviento en cólera, esta Martha ha sido capaz de apuñalarme en mis puntos vulnerables. Recuerdo que éramos tan felices con su hijo, hasta que la zorra esa se metió en medio, menos mal que he logrado alcanzar la felicidad, pero jamás los perdone o los voy a perdonar.
Me dirijo a la casa, para ver que más puedo hacer para separarlos

Albert y Candy salían con su hijo del hospital, con su hijo muy bien arropado y seguros que pronto mejorará y así pasa, gracias a sus cuidados el niño se cura del asma por el momento por lo menos y del medicamento sólo les dejo el anti alérgico. El cada ves está mejor y ya se da vueltas y levanta la cabeza, esta iniciando a empujar se y sus risotadas son encantadoras, tanto que cada ves lo aman más y se aman más ellos, pues el bebé les ha traído unidad y a un más amor.

Continuará......