—Su ánimo al menos volvió— suspiró aliviado Sugawara mirando a Nishinoya hablar emocionado con Tanaka.
—Tuviste razón, volvió a la normalidad
—Solo es razonamiento humano...
—Vuelvo luego— gritó Nishinoya saliendo a toda velocidad del lugar.
—Pero ¿Qué?
—¡Tenshi!— gritó a todo pulmón el de el mechón rubio corriendo hacia ella.
—¡Hola Nishinoya! ¿No deberías estar en el gimnasio?— preguntó curiosa, habían unos veinte minutos de por medio.
—¡Salí más temprano para jugar un partido contra ti!— afirmó señalándola con emoción.
El terror pareció llegar hasta Tenshi, ella tenía bastante miedo de jugar contra él, sabía que no era tan buena.
—No te puedes negar, te verás como una idiota frente a él— le dijo su subconsciente haciendo que reaccionara.
—¡Nishinoya vuelve ahora mis-... ¡Una chica!— gritó a todo pulmón Tanaka estupefacto.
—¿Oh? ¡Ryuu! Ella es de quién te hablaba, es mi amiga Tenshi
—¡Tú! ¿Con una chica?
—¡Así es!
La chica miraba confundida la discusión de los dos amigos, no entendía la razón por la cual pelear.
—Es mi oportunidad
—¡Que sí!, Tenshi, ¿Tú eres-... ¡No está!
—¡Ryuu, la espantaste!
—Estás un poco desanimada hoy, ¿Estás bien?— le preguntó la capitana Yui mientras se estiraba junto a ella.
—Sí, es solo que recordé que tan mala soy para jugar— suspiró cambiando de lado y estirando sus piernas.
—No eres mala, eres la mejor de nosotras, recibes como nadie que haya visto, es inhumano recibir con tu posición de manos, animas a todos, eres la jugadora perfecta
—Sólo que aquí no tienes oportunidad, somos una balsa de inútiles— declaró triste apartando la mirada.
—No, aquí es el mejor lugar, se empieza desde lo peor, yo comencé en mi habitación, rompiendo lo que sea con una pelota de juguete, mira dónde estoy, es increíble tener una cancha aunque no lo parezca
—Bueno, sólo anímate, todas aquí sentimos que lo podemos hacer todo cuando tú estás con nosotras— sonrió con felicidad, aunque Tenshi fuera tímida al principio, había comenzado a tener confianza, le agradaba tener a alguien así en su equipo.
—¡Recibido!
—Oh, no, es de noche— suspiró preocupada Tenshi, aunque su casa quedara medianamente cerca, el irse de noche no le agradaba mucho.
—Bien, tú puedes, sólo camina rápido
Unos segundos después pasos rápidos se acercaban a ella, con escalofríos por la temperatura de igual manera corrió, no dió todo de sí, pero si algo que le ayudara.
Los pasos llegaron a su frente, topándose con Nishinoya, él.
—¡Corres rápido y caminas rápido! Vengo siguiéndote desde que saliste del gimnasio— declaró él acercándose más.
—Me hubieras gritado o hablado— carcajeó levemente cubriendo su nariz y boca con su palma.
—Quería ver qué tan lejos podías llegar sin notarme, ¿Por qué saliste tan tarde? No es seguro para un ángel como tú salir a estas horas— dijo despreocupadamente hasta que tomó en cuenta lo que dijo.
Las mejillas de ambos se tornaron rosa, el bicolor la miraba nervioso y ella pues, estaba por morir por el ataque cardíaco que podían provocarle unas solas palabras así saliendo de él, de Nishinoya Yū.
—L-lo siento
—N-no hay problema, está bien
El lugar quedó en silencio, no era un silencio incómodo, pero tampoco era cómodo, a medias.
Tenshi miraba hacia el suelo apenada y él mantenía su mirada en ella, estaba metido en sus pensamientos.
—¿Te acompaño a casa?— preguntó rompiendo el hielo.
—¿No es muy tarde para que llegues a casa tu también? No vivo muy lejos
La cara de Nishinoya pareció cambiar a terror, la cena, recordó golpeando su frente.
—Lo siento mucho, es tarde y olvidé la cena, mi mamá se enojará
—Ve, tener una madre enojada es malo, muy malo
—¡No vemos!
Viendo como este corrió a velocidades inhumanas por la calle siguió su camino metida en sus pensamientos.
—Creí que moriría, no sé cómo la gente aguanta estar con la persona que le gusta— suspiró caminando a paso rápido hacia su casa.
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. ִֶָ𓂅⌗ ﹙𝕒Ⓤ︎𝘁𝘂𝗆n Ⓜ︎ꫀꫀ𝗍𝙨﹚֙⋆ 𝘕𝘪𝘴𝘩𝘪𝘯𝘰𝘺𝘢 𝘠𝘶̄
FanfictionNishinoya se encuentra muy animado después de un fin de semana en otoño, ¿Qué le habrá pasado? -No puede ser, ¡Estás mintiendo! ¡Ninguna chica en su sano juicio te hablaría, y menos te tratara bien!- le gritó su amigo sin creerse la historia contada...