. ִֶָ𓂅⌗ ﹙𝕒Ⓤ︎𝘁𝘂𝗆n Ⓜ︎ꫀꫀ𝗍𝙨﹚֙⋆ 𝘕𝘪𝘴𝘩𝘪𝘯𝘰𝘺𝘢 𝘠𝘶̄

◞ ¡ ࣪˖ 𝘱𝘳𝘦𝘰𝙘𝙪𝙥𝙖𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝙖𝙡𝙞𝘷𝘪𝘰 𝙮 𝘢𝘮𝙤𝙧 ! ݈݇- ˑ ִ

Una semana pasó, Nishinoya no había visto ni sabido nada de Tenshi, eso le preocupaba.

Le preguntó a media escuela pero nadie sabía dónde ella estaba, se culpaba a sí mismo, pensaba que le había pasado algo el día que la dejó irse sola.

Se encontraba sentado en una banca en el parque donde la vió por primera vez, recordando la pequeña charla que tuvo con el equipo.

—Oye Nishinoya, ¿Estás bien? Ya no miras ni tratas de hablar con chicas— le preguntó Tanaka llamando la atención de todos.

—Es verdad, no lo he visto mirando a ninguna

—Seguro se cansó de ser rechazado— se burló un rubio a lo lejos.

—¡Tsukishima!

—Es que me gusta alguien— declaró sonriendo radiante.

—¡¿Eh?!

—¡¿Que te gusta alguien?!

—Sí, Ryū la vió conmigo un día de estos— aseguró señalándolo con su dedo pulgar.

—¡¿Es la chica del otro día?! Era hermosa

Una mirada asesina se dirigió hacia él, Nishinoya parecía querer matarlo.

—Lo siento

—Podría ser que se quiso alejar de mí, pero que no venga a clases por una semana es demasiado extraño— suspiró mirando hacia abajo.

—No sé de quién hablas, pero anímate, esa persona puede volver— esa dulce voz.

Su ángel se encontraba delante de él, acariciando su cabello con cuidado de no despeinarlo.

—¡Estás bien!— gritó Nishinoya aliviado halándola hacia él, rodeando sus brazos alrededor de ella, como si la protegiera.

—Pensé que te había pasado algo, me asusté mucho— murmuró abrazándola con fuerza, nunca se había preocupado o asustado así.

Ella no podía creer lo que pasaba, ¿Era un sueño? ¿Estaba en el cielo? Tenía muchas preguntas sin respuestas.

—Y-yo e-estaba e-enferma

—¡¿Cómo?! Ha sido mi culpa, el frío del otro dí-...

—No, me contagié de mi madre, pero ahora estoy bien— sonrió radiante tomando valor para rodearlo de igual manera.

El viento otoñal soplaba con fuerza, el cabello de cada uno terminó despeinado, tanto que sus peinados se deshicieron, dejando sus cabellos al natural.

Sin embargo esto no importó, Nishinoya sin preocuparse se separó un poco de ella y la admiró, su ángel, cerca de él, abrazándolo, y sin que nada interrumpiera.

—Es el momento

—¡Me gustas!— gritaron a la vez mientras temblaban de nervios.

—¿E-e-eh?— tartamudearon simultáneamente mirándose atónitos.

—Me gustaste desde que te ví recogiendo mi balón

—Me gustaste desde una vez vi jugando voleibol con Shoyo— anunció con las mejillas rojas a no más poder.

—¿Eh?, ¿Desde hace tanto? Tengo mucho que no compito contra Shoyo

—Así es, me daba miedo acercarme— murmuró abrazándolo nueva vez con intención de ocultar su cara.

—¡Decidido! Tenshi, ¡Somos novios!

Las sonrisas brillantes de ambos, mostrando sus dientes con ternura y felicidad, se marcaron en los recuerdos del dulce otoño, él causante de la caída de las hojas nunca lo olvidaría al igual que ellos.

—Otro recuerdo que guardar, es la pareja más hermosa que veré en estos años, nadie podrá reemplazar a esos chicos.