aquél día

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*al día siguiente*

- ¡Padre! Por favor, por favor, por favor, en serio, por favor dejame ir con Alejandro a un pic-nic ¡¿si?!

- ¿y que dice tu madre?

- que me digas tu

- entonces ve, pero arreglate muy bien, hija

- si, ¡ya voy!
*termino de arreglarme*
*suena el teléfono*

- ¿bueno? -
- hola, perdón, en serio, soy tan impaciente, que ya estoy fuera de tu casa -
- jajaja voy en seguida -

*entra mamá*

- ¿irás con Alejandro?

- si

- perfecto, adiós Elissa

- ¡¡adiós mamá, adiós papá!!

- si, diviertete

- eso haré

*salgo de casa*
- ¡hola!

- ¡hola Alejandro!

- ¿como has estado?

- perfectamente, gracias

- de acuerdo, subamos al coche

*subimos al coche*

- Elissa, te ves preciosa

- pues muchas gracias Alejandro, tu también te ves muy bien

- dime alex, por favor

- esta bien, alex

*nos miramos y me robó un beso*

- oye, en serio me gustas bastante

- a mi también, pero no podemos seguir así con besos de repente sin no somos nada

- entonces seamos novios

- no podemos, recuerda que acabo de conocerte

- si, pero es que ¡ay!

- mejor, vayamos ya al parque

- seguro

*nos dirigimos al parque*

*llegamos y extendemos la manta con unos cuantos refrigerios y tomamos un sándwich tal cual*

- ven, recuestate a mi lado

- espera

*me recuesto a su lado*
- pero en mi brazo

- pareceríamos novios

- si no lo somos, entonces déjame tan sólo fingir que lo somos

- solo por hoy

*me recuesto en su brazo*
*me da un beso*

Querido DiarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora