Ellos no me ven.

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Capítulo 1.

Kaminari estaba en el hospital, estaba helado viendo lo que habia enfrente suyo.

¿Cómo puede estar pasando esto? ¿Puede ser posible?. Preguntas como esas y más ocupaban su cabeza en este momento.

Estaba enfrente de su cuerpo, llevaba parado ahí quien sabe cuanto tiempo; tal vez fueron segundos, minutos o quisas horas en las que estuvo allí parado enfrente de él ¿Algo muy raro, verdad? Aunque sea casi imposible para nosotros a nuestro rubio si le era posible.

Cuando al fin pudo reaccionar se dio cuanta de que una doctora había entrado.

─Tranquilo, saldrás de esta ─le susurró la mujer.

Era una señora, oh, bueno, señorita como les gusta que las llamen, de piel oscura con el pelo largo y lacio que le llegaba hasta los codos, medía más o menos un metro sesenta, al parecer ella seria su cirujana.

Poco a poco se fue acostumbrando a verse a si mismo acostado en una camilla en la parte de terapia intensiva, se acercó a los doctores que estaban afuera de su habitación para ver de qué hablaban.

─Tubo mucha suerte.

─Lo sé y por eso debemos hacer lo posible por salvarlo. ¿Estaba solo en ese coche?.

─No, iba con su hermana menor y sus dos padres. Chocaron en la ruta, en el otro auto iban una pareja, la mujer estaba embarazada.

No puede ser.. habían chocado con una pareja que esperaba a un bebé.

¿De cuántos meses estaba? ¿Cómo estaba el bebé? ¿Y la mamá?

La cabeza de Kaminari estaba hecha un caos en estos momentos.
Y con razon, ¿Quién no estaría así en su situación? Habían chocado y en el hospital solo se encontraban el y su hermana menor.. Ahí es fue donde se dio cuenta ¿Dónde están sus padres? ¿Habían llegado? ¿Estaban en otra sala? O... ¿No lo habían logrado?.

De a poco el aire le comenzó a faltar, respirar se le hacía casi imposible, su cuerpo empezó a temblar y varios mareos se hicieron presentes. Se apoyó en las pareces en un intento de no terminar en el piso, comenzó a darse aire con sus manos como si estas fueran un par de abanicos.

Joder si que estaba en un problema, ¿Su familia sabía lo que pasaba? ¿Alguien le habría dicho? ¿Hitoshi sabía de lo que le había pasado? Y si el..

Tranquilo Den, solo.. respira. No dejes que esto te supere. Intento tranquilizarse.

Por más que el quiera pensar eso esto no era una pesadilla, esto en serio estaba pasando.
El de ojos ámbar salió de sus pensamientos al escuchar una voz muy conocida.

─¡Déjenme pasar! ─gritó un adolescente, el adolescente por el cual Kaminari se derretirá con solo una mirada.

─Lo siento muchacho pero solo pueden pasar los familiares directos, ¿Usted es su familiar?.

─Yo.. yo soy.. su-..

El rubio deseaba que estas palabras salieran de la boca de Shinsou «Yo soy su novio» pero por más que lo desee sabia bien que su chico no lo diría, era muy conservador como para soltar algo así y mucho más en público.

─Perdón pero no se me permite dejarlo pasar ─volvió a hablar la recepcionista al ver que el chico no pudo completar su frase ni confirmar que era un familiar directo.

El pelimorado se dio vuelta con una mirada de frustración y preocupación evidente. Denki lo vio sentarse en el piso mientras el de ojos violetas pasaba sus manos por su rostro ahogando lágrimas.

Le dolía, su corazón se partía en cinco, y más pedazos, al ver a la persona que tanto le gustaba llorar y aún más si era por el. Shinsou no era de los que expresaban sus sentimientos. El rubio juraría que esta seria la segunda vez que lo veía llorar por algo, la primera había sido cuando su padre murió; el señor Shinsou era un hombre amable, divertido y comprensivo, hasta se atrevería a decir que era el tipo de padre que todos desearían tener.

De pronto Denki recordó la primera vez que vio al padre de Hitoshi.

ꜜꜜꜜ
Era un domingo, el sol brillaba en cada parte de la ciudad iluminando hasta la parte más oscura, el viento soplaba levemente salvando a todos del calor del sol. Era una combinación perfecta.

─No estés nervioso, el te amará ─dijo el más alto al ver un claro nerviosismo en el rubio.

─Es tu padre Toshi, claro que estoy nervioso ─comentó preocupado sacándole una sonrisa al otro chico.

─Tranquilo, el sabe lo importante que eres para mi. Y si algo llegara a pasar yo voy a estar ahí ─lo animo tomando su mano.

El rubio se relajó al sentir como su mano y la del otro se entrelazan, encajaban tan bien que sentía que sus manos se habían hecho a la medida.

Lo pensó una, dos, tres y hasta cuatro veces antes de entrar a la casa del mayor.
Cuando por fin lo hizo un hombre de más o menos cuarenta años, quisas más, se acercó a la pareja de enamorados.

─Tú debes ser Denki Kaminari, Hitoshi no deja de hablar de ti ─sonrió rodeando al rubio con sus brazos.

─Papá.. ─amenazó su hijo algo avergonzado.

─Así que Toshi habla de mi ─soltó el rubio una vez todos sentados en la mesa.

─Sí, se nota que es feliz contigo y si el es feliz yo soy feliz.

Hitoshi miraba a su acompañante con una clara mirada de «Te lo dije».

ꜛꜛꜛ
Ese día nunca lo podría olvidar. El chico serio, reservado y difícil lo había llevado a su casa para que conozca a su padre. Denki Kaminari se sentía como un ganador, como si hubiera recibido el mayor premio del mundo y si que lo había recibido, Shinsou Hitoshi le había dado a entender que el estaba en su corazón.

Te necesito vivo - ShinkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora