𝓓𝓲 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓲 (𝒇𝒍𝒖𝒕𝒕𝒆𝒓𝒅𝒂𝒔𝒉)

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Había pasado al menos una hora desde que estábamos en ese lugar, me parecía que el tiempo había transcurrido demasiado rápido, las conversaciones fueron muy amenas entre la señorita Rarity, Sunset y yo, era una tipa muy tranquila y hablaba con dulzura, sentia que estaba en su propio mundo, y en una burbuja irrompible, pero algo en ella no me acababa de gustar, simplemente imperceptible, tanto que decidí ignorar ese sentimiento y continuar hablando y riendo tranquilamente 

La señorita Apple Jack era todo lo contrario a su novia, ella era mas decidida y hablaba con mas fuerza, su risa era sonora y siempre caminaba con rapidez, adoraba ver como interactuaba con su chica, cada vez que pasaba cerca de nuestra mesa, llevando otro pedido, miraba a Rarity y le daba guiños, en ocasiones le enviaba besos voladores que ella atrapa en el aire y se los comía, siempre soñé algo así con Fluttershy, pero mi sueño era diferente, quería estar para ella, sentía que Fluttershy me necesitaba, sentía que aquella chica de voz pasible necesitaba que alguien cuidara de ella como jamás lo habían hecho, queria hacerla reír hasta que le doliera el estomago y quedarme viendo como sonreía, me gustaría comprarle un helado y limpiarle las mejillas, abrazarla y oler su dulce aroma, estaba tan enamorada de Fluttershy como alguien pudiera estarlo, verla o pensar en ella hacia que mi cabeza volara a un paraíso que había construido donde podía protegerla de todo

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- Mierda...- la palabra llamo nuestra atención-  Dashie vamos - dijo Sunset poniéndose de pie mientras corría , dejando a  Rarity en un trance, salí corriendo detrás de ella - ¿Qué es lo que sucede? - ella bajaba las escaleras del parqueadero a toda velocidad mientras yo la seguía - ¿No ves la hora? voy casi quince minutos tarde a recoger a mi estrellita - dijo eso de manera tan natural, pero me causo gracias el apodo - ¿Solo quince minutos? - Sunset paro en seco y me miro con obviedad - estamos hablando de Twilight Sparkle ¿No sabes lo puntual que es? - la mire con pena - Diablos, tienes que conducir como loca- asintió mientras miraba el teléfono y me abría la puerta, luego rodeo el auto corriendo y entró en el