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Narrador omnisciente
Jennie se preparaba para otro día de trabajo. Era algo que le gustaba pero a veces quería tener algo de vacaciones, un poco de diversión en su vida le caería bien. Esa mañana decidió ponerse un vestido blanco con negro, se acomodó su cabello, se colocó unos tacones negros, un poco de maquillaje y ya estaba lista. Bajo a tomar el desayuno junto a su familia, su hermana Yoohyeon estaba emocionada por ir al colegio mientras sus padres lucían tan perfectos como siempre, Yoohyeon le contaba a Jennie lo que haría en el colegio y por lo que estaba tan emocionada, Jennie escuchaba con una gran sonrisa a su pequeña hermana. Sus padres parecían ajenos a lo que pasaba a su alrededor. Su padre desayunaba mientras leía las noticias en su iPad y su madre bebía una taza de té mientras revisaba y veía algunas fotos en su teléfono. Jennie suspiro y siguió escuchando a la pequeña Yoo, solo  a veces ella quería que sus padres fueran un poco más atentos que hablaran más de cosas de sus vidas, que fueran más cariñosos, que escucharan…
Su padre se levantó de la mesa y se despidió como de costumbre, diciéndole a Jennie que la vería en la reunión mas tarde. Esa tarde se llevaría a cabo una reunión con el presidente de las empresas Kim, o sea su padre, los gerentes generales de cada empresa y el personal encargado de administración. Jennie tomo las llaves de su auto y Yoohyeon sus cosas, ella era feliz de llevar todas las mañanas a su hermana al colegio. La persona favorita de Jennie en el mundo, era su pequeña hermana Yoohyeon.
“vamos Minji” grito Lisa. Todas las mañanas debía llevarla al colegio, Minji estaba en plena adolescencia y cada día se tardaba más, pero Lisa disfrutaba cada segundo con su hermana, Jimin las esperaba afuera para que Lisa pudiera dejarlo en la universidad. Lisa se encargó de pagar todo, el colegio y la universidad no eran cosa fácil de mantener pero ella lo hacía gustosa por sus hermanos. Ellos tres eran muy unidos, no había nada que uno hiciera sin que el otro no lo supiera.
“¿Vas a arriesgarte por fin Lisa?” Hablo Minji una vez que estaba en el auto. “Si” respondió Lisa. “suerte hermanita” dijo Jimin. Después de que Lisa termino su recorrido rutinario de las mañanas regreso a su casa. Se dio una ducha y se puso unos jeans ajustados a su cuerpo, una camisa y una chaqueta encima, acomodo  su cabello de lado y se puso un poco de maquillaje. Su madre estaba en la cocina y Lisa se acercó para darle un beso en la mejilla, Clara sonrió.
-¿Qué harás hoy hija? Estas muy linda
Cuestiono su madre
-Ya luego lo sabrás, ahora debo irme.
Jennie Pov
Al llegar a la empresa me recibieron como de costumbre, salude a las chicas y a los chicos de recepción.
-Hola señorita Kim, ¿Cómo está hoy?-dijo la chica al otro lado del mostrador
-Muy bien gracias ¿y tú? 
-Bien gracias,-tan sonriente como siempre. Subí al ascensor y luego llegue a mi oficina. Deje mi bolso a un lado y me senté en mi escritorio, escuche los toques en mi puerta y le permití pasar.
-Buenos días señorita Kim.-dijo mi secretaria- En su escritorio le he dejado los papeles que me pidió para la reunión de hoy junto con su taza de café.-le sonreí.
-¿Me lees el itinerario de hoy?
-Tiene una reunión ahora, a las 9 de la mañana, acepto la cita que le han solicitado. Lugo a las 10 tiene otra cita con el encargado de la remodelación que pidió para su oficina. Luego una cita a las 11 para organizar la fiesta de aniversario de la empresa. Su almuerzo. Y en la tarde, a las 2, la reunión con su padre.
-Perfecto ¿Mi primera cita llego? –Sana negó con la cabeza –Bueno, tiene 15 minutos para llegar aun. ¿Estos son los papeles que tengo que firmar?
-Si señorita Kim
-Jennie, Sana, dime Jennie…
-Lo siento, Jennie.-Le sonreí.- ¿Me puedo retirar? –asentí y se fue.
Tome de mi café y me dispuse a firmar los papeles, puse un poco de música en el computador porque me aburría tanto silencio. El teléfono sonó y presione el botón que me permitía  escuchar a mi secretaria…
-Su cita de las 9  ha llegado ¿la hago pasar?
-Si, por favor.
La puerta se abrió y vi a mi secretaria entrar con una chica detrás de ella. Me levante de mi escritorio y lo rodee…
-¿Necesita algo señorita Kim? –Note como la vista de la chica bajo hasta mis piernas, luego subió sus ojos por mi cuerpo encontrándose con los míos, había visto muchas veces hacer eso a las personas, pero que ojos los que ella tiene, ¡Wow! Ella sí que es linda. Ya va.., ¿Qué? Yo la he visto antes… Estoy casi segura que la he visto antes, pero ¿Dónde?
-Puedes retirarte Sana, muchas gracias.-Se fue y por alguna extraña razón, me puse nerviosa. Esta chica es realmente hermosa.
-Soy Lalisa… Lalisa Manoban pero prefiero que me digan Lisa.-dijo extendiendo su mano. Yo la sujete.
-Jennie Kim. Tome asiento, por favor. ¿Quiere algo de tomar? –le ofrecí al darle la espalda para rodear nuevamente mi escritorio y sentarme. Al voltear vi que subió rápido su mirada, ¡¿Me estaba viendo el culo?!
-No gracias.-se sentó frente a mi.-solo tengo una hora, así que al grano.
-La escucho.-Cruce mis piernas, me recargue en mi silla y apoye mi barbilla en mi dedo pulgar. Poniendo mi dedo del medio entre mis labios y el dedo índice extendido en mi mejilla
-¿Su empresa estaría interesada en carreras de autos?
-¿Interesada en qué sentido?
-Promocionar a un corredor… Ya sabe, darle todo lo necesario para que gane las carreras.
-¿Y que gano yo con eso?
-Prestigio, publicidad y dinero.-su voz sonaba tan rasposa y segura de ella misma, su mirada era intensa, como si quisiera penetrar mi mente.
-Las empresas Kim nunca se han visto involucradas en ese tipo de cosas ¿Qué le hace pensar que ahora sí? 
-Las empresas Kim han promovido diferentes cosas, desde marcas de zapatos, perfumes hasta artistas, todo lo que sea publicidad parece gustarle a esta empresa.
-Jamás unas tontas carreras de autos.-ella sonrió de lado.
-¿Quién es su mayor competencia, señorita Kim? –su mirada me tenía perdida, sus ojos.
-¿Por qué quiere esa información?
-Dígamelo
-Está en las noticias, búsquelo.-acomodo su cabello, soltó un suspiro y volvió a mirarme. Creo que es la primera persona que no se intimida ante mí en una reunión conmigo, de lo contrario, me tiene algo nerviosa.
-Dígamelo, señorita Kim 
-Las empresas McVey
-Qué curioso, escuche que son el patrocinante principal de un corredor.
-¿Qué corredor?
-Kim Jong-in o como mejor lo conocen Kai. Veras las pro…
-Disculpe señorita Kim… -Interrumpió mi secretaria por el teléfono, -su cita de las diez ya está aquí.
-Cancélelo.-dije mirando a Lisa. Ella me sonrió. 
-¿Segura?
-¿No me escucho? Cancélelo, y mi otra cita también. Y por favor tráiganos algo de tomar, mi cita con la señorita Manoban se va a alargar.
-Entendido
-Continúe… le dije a Lisa
-Se está organizando una gran carrera aquí en Miami, la más grande de los últimos tiempos en esta ciudad. Hay mucho dinero de por medio y grandes corredores, Kai ya se ha inscrito, las empresas McVey ya están dentro. Técnicamente ustedes ponen el dinero y yo pongo el corredor.
-¿Por qué las empresas Mcvey están interesadas en esto?
-Porque es un buen dinero y es un gran evento, aparte como le decía, es mucha publicidad. Y apuesto a que entraron porque sabían que su empresa no estaría interesado en ello.
-Ellos saben que siempre serán los segundos, en cualquier cosa que mi empresa esté involucrada.
-Por eso tienen al segundo mejor corredor.-dijo ella haciendo esa sonrisa de nuevo.
-Espera. ¿Qué corredor será el nuestro?
-Yo.- ¿Ella? Justo en ese momento entro mi secretaria con unas bebidas y algo de comer, algo ligero. Y entonces recordé de donde la conocía, mierda… Ella es la chica que gano aquella carrera a la que Jisoo me llevo obligada. Ha cambiado un poco, ahora luce mucho más hermosa sin duda. No puedo creer que ella este ahora aquí en mi oficina.
*Flashback*
-Vamos Jennie, no seas aburrida. Sera solo unas horas, luego regresamos… -dijo Jisoo
-Son carreras ilegales, Jisoo. ¿Sabes el problema en el que me metería con mi padre si me pilla ahí?
-No lo hará. Siempre hablas de divertirte y cuando te digo para que lo hagamos no quieres…
-Tienes razón, está bien… Vamos.-ella brinco emocionada –pero solo esta noche.
-Vamos
Yo iba conduciendo y Jisoo iba diciéndome a donde ir mientras hablaba con su novio por teléfono. El nos estaba esperando allí. Al llegar había demasiados autos, mujeres medio vestidas y hombres por doquier. Me estacione y al toque nos miraron algunos que estaban por ahí, no pasaron ni dos minutos cuando el novio de Jisoo y sus amigos estaban rodeándonos.
-Vamos la carrera principal está por comenzar… -dijo uno de ellos.
Jisoo me tomo de la mano y me llevo hasta donde había más concentración de gente, llegamos al frente y habían dos autos estacionados frente a la línea. Eran unos autos viejos, de esos clásicos. El negro me gustaba más.
-¿A cuál apuestas, nini? –dijo un chico que había visto antes pero no recuerdo su nombre, soy pésima recordando nombres si no me interesa.
-Al auto negro
-¿Has venido antes? –dijo elevando una ceja.
-No.
-Ese auto nunca pierde.- dijo el
Los gritos cada vez eran mas fuertes y lograbas sentir la adrenalina correr por tus venas, los motores se encendieron y luego de la cuenta, ambos arrancaron. Luego de unos minutos el auto negro se coronaba como ganador. Todos rodearon el auto y por impulso quede muy cerca de este, cuando se bajó el corredor creí morirme. ¡Era una chica! Acomodo su cabello de lado y lucia hermosa, juro que era la chica más hermosa que había visto en mi vida. Y su sonrisa… Su sonrisa estaba llena de satisfacción y victoria. Sus labios lucían tan apetecibles que tuve que contenerme por no ir a besarla, ¿Qué me pasa? Yo soy heterosexual… Esta chica está haciéndome dudar de mi sexualidad y ni siquiera me ha hablado, Dios… Creo que estoy enloqueciendo.
-¡LA POLICIA, VAMONOS!
De pronto todo se volvió un caos y la gente corría hasta sus autos, la chica se montó en su auto y Jisoo me sujeto del brazo haciéndome reaccionar. Me grito que corriera y lo hice, cundo llegamos al auto Salí de ahí lo más rápido que pude evitando chocar con todos los autos que iban en todas las direcciones, Jisoo reía en el asiento del copiloto y yo quería golpearla.
-¿La viste?
-¿a quién? –dijo ella
-A la chica… La que gano. Es hermosa.-su risa se detuvo
-¿Te gusto? –me encogí de hombros y seguí conduciendo.
-Solo… Era realmente hermosa.
*Fin del flashback*
-¿Tu? –dije una vez que me recupere.
-¿Tiene algún problema de oído? –sus ojos mostraban diversión pero lucia tan seria como llego. Yo eleve una ceja
-La escuche perfectamente. Solo que me sorprende que usted sea corredora, no parece.-No podía decirle que ya la había visto antes y que por un tiempo se volvió mi crush.
-¿Por qué soy mujer? Las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres. Incluso mejor.-el tono de voz que uso en la última frase casi me hace jadear. Contrólate Jennie.
-Estoy de acuerdo con usted, no le dije porque sea una mujer. Lo dije porque… En fin, cuénteme acerca de la carrera que se organiza.-su mirada era tan intensa.
-En tres semanas. Así que no hay mucho tiempo. Los organizadores son los dueños de la marca Red Bull. Ganando esta competencia te ganas esa marca, claro que mi jefe directo seguirían siendo ustedes. La carrera consta de tres días, luego le contare los detalles.-Lisa apoyo sus brazos en el escritorio, aun sentada. –El porcentaje del premio lo vamos a dividir entre lo que aporta usted y el riesgo en el que me expongo yo. Mi agente ya le contara sobre esto.
-¿Por qué no vino su agente hoy a hablar conmigo? –pregunte.
-Quise venir personalmente
-Bien ¿Dónde firmo?
-No le estoy diciendo que sí. Solo que me interesa. Debo hablar con mi padre primero, si le agrada la idea le daremos lo necesario para que ganes ese premio. Si no, lo lamento.-ella se levantó y yo la imite.
-Perfecto. Pero recuerde que el tiempo corre, y si no es su empresa otra lo será… -yo eleve una ceja  y la mire. Camine rodeando el escritorio y me detuve frente a ella.
-Cuando algo me interesa… Lo consigo. Y he dicho que me interesas.
-¿Le intereso, señorita Kim?
-La carrera.-dije y ella bajo la mirada a mis labios. Yo mire los suyos.
-Esperare ansiosa su llamada.
-Dame tu número.-ella elevo una ceja y volvió a medio sonreír.- ¿Debo llamarla no? –tome una pequeña hoja y un lapicero, se lo di y ella se apoyó en el escritorio escribiendo su número. 
-Aquí tiene. Fue un placer hablar con usted, espero volver a hacerlo.- me dio el papel y me extendió la mano.
-Gracias un placer tenerla acá.- apreté su mano y me miro. En ese momento me sentí intimidada. Cuando nos soltamos camine hasta la puerta con ella detrás de mí, abrí la puerta y voltee… ¡Me estaba viendo el trasero otra vez! Esta vez su mirada no subió tan rápido, se quedó en mis piernas y lentamente subió hasta que vio mis labios. Me puse nerviosa.
-Hasta luego señorita Kim
-Hasta luego señorita Manoban
Paso por mi lado y se despidió luego de mi secretaria quien me miraba. Le pedí que organizara para mañana en la tarde las citas que tenía hoy y ella se puso en eso. Cerré la puerta de mi oficina y solté un gran suspiro, como si hubiera retenido una gran cantidad de aire por mucho tiempo. Camine y mire la ciudad tras el gran ventanal que tenía en mi oficina, era una pared entera de vidrio polarizado que me permitía tener una gran vista de todo Miami, era lo más genial de toda mi oficina, Termine de firmar y organizar algunos papeles. Llame a Jisoo, mi mejor amiga, para que fuéramos a almorzar juntas, ella acepto así que guarde el papel del número de Lisa, tome mis cosas y salí de ahí. Quedamos en vernos en un restaurante de comida coreana, quedaba algo cerca de la empresa así que no tarde mucho en llegar.
-Hola Chu, -le di un beso en la mejilla apenas la vi. Jisoo era una de mis mejores amigas, con ella realmente podía ser yo misma. Nos conocimos desde pequeñas, su padre es amigo del mío así que no tardamos en volvernos tan unidas. Ella era una de las mejores fotógrafas de todo el mundo, para mí es la mejor. Tenía su propio estudio y sus modelos, pero siempre la llamaba para toda clase de eventos.
-Hola … Qué guapa estas hoy. 
-No me llevaras a la cama Jisoo…
-Ew no quiero tampoco. –ambas nos reímos. Ordenamos la comida…
-Hoy me llegaron con una propuesta que no sé cómo decirle a mi papá.
-¿sobre qué?
-Financiar a un piloto de carreras. Una, mejor dicho.
-¿Una mujer? ¿Qué carreras?
-¿Has escuchado las carreras que se están organizando aquí en Miami? De los dueños de Red Bull
-Oh sí, tengo que fotografiar a los corredores en dos semanas.
-Bueno esas carreras. ¿Crees que mi papá acepte?
-No lo sé. ¿Por qué te interesa?
-Es que esta chica fue a hablarme sobre eso y… No lo sé –me encogí de hombros –quiero financiarla y que gane.
-¿La has visto correr? ¿Te mostro algún título que ha ganado o medallas… que se yo? –Negué con la cabeza –pues… Miéntele a tu papá en eso, dile que es la mejor. Si es que realmente quieres eso.
-¿Recuerdas aquella carrera a la que fuimos una vez juntas? –Ella asintió –no lo vas a creer… -me reí -¡Es ella!
-¿La chica que gano? ¡¿La única que ha hecho que seas lesbiana?! 
-Jisoo, baja la voz por Dios… Sí, es ella. Cuando llego a mi oficina no la reconocí de inmediato pero luego, debes verla… -tape mi rostro con ambas manos.
-Creo que será tu proyecto favorito, -dijo ella riendo.
Luego de más charlas y risas, me fui de ahí para poder llegar a la empresa en la que sería la reunión. Llegue diez minutos antes así que fui primero a la oficina de mi papá, había una nueva secretaria… Me miro pero volvió a bajar la mirada a su celular.
-El señor Kim está ocupado ahora mismo. ¿Tienes una cita con el? –ni siquiera me miraba. La mire y eleve una ceja. Comencé a caminar hasta la puerta y la chica me sujeto del brazo impidiéndome el paso.
-Suéltame. Ahora.
-No puedes pasar, ya te lo dije.
-¿Así tratas a la gente que llega?
-Solo a los impertinentes que no saben escuchar.
-¡Sueltame!
-No puedes pasar niña 
-Suéltame, o juro que te despido ahora mismo. –la chica me soltó y me miraba extrañada. –entre a la oficina y ella detrás de mi.
-Lo siento señor Kim, ella no…
-Hola papá. –la chica se quedó callada.
-Hola hija, llegas a tiempo
-Jennie…
-Yo… Yo lo siento… No sabía que usted era la hija de…
-Ah, ahora  me tratas de usted… Aprende algo, niña… -me acerque a ella –así yo sea la que limpia los pisos, cuando hables mírame a la cara y trátame con respeto. ¿Entendido?
-Lo sien… Lo siento. Lo hare señorita.
-Retirate. –asintió y se fue
-Te pareces tanto a mi. –dijo el sonriendo. Se levantó y me abrazo yo sonreí.
-Papá, hay algo que quiero comentarte antes de que empiece la reunión.
-Soy todo oídos. –nos sentamos en los muebles que estaban ahí
-Bueno veras… Hoy llego a mi oficina una propuesta. Se está organizando una carrera de autos y quieren que financiemos a un corredor. Bueno, en realidad es una chica.
-¿Carreras de autos, Jennie? ¿Qué clase broma es esta?
-Ninguna, déjame explicarte bien y entenderás.
-No hay tiempo vamos a la reunión.
Solté un suspiro y nos fuimos a la sala de juntas, todos estaban esperándonos. Me senté justo al lado derecho de mi padre, como siempre. La reunión comenzó y yo me aburría entre números, charlas, pequeñas bromas de hombres que solo ellos entienden, estadísticas y promociones, esto último me hizo hablar.
-Hay algo que quería comentarles señores. A mi oficina hoy llego una chica con una propuesta. Que es financiarla en una carrera de autos que se está organizando en Miami, al parecer, la más grande hasta ahora… Los organizadores son los dueños de la marca Red Bull ¿la conocen? –Ellos asintieron –hay mucho dinero de por medio y buena publicidad.
-¿Financiar a una chica en carrera de autos? ¿Desde cuándo las chicas corren autos? –hablo Diego, un contador. Los demás rieron ´por lo bajo. Yo eleve una ceja.
-¿Cree usted que las chicas no pueden? ¿Qué año está viviendo? No me diga que usted es otro troglodita que piensa que las mujeres solo sirven para estar en la casa. Las chicas pueden hacer lo mismo que los hombres. Incluso mejor. –recordé a Lisa. La sala quedo en silencio. –en fin… Si ella gana el premio, se dividirá en un porcentaje, tanto lo que nosotros aportemos como el riesgo en el que ella se expone. Tenemos expertos en la materia ¿no es así? –mi padre asintió.
-¿Y si pierde? –pregunto el Gerente de administración
-El que no arriesga no gana, Alejandro. Tu más que nadie deberías saberlo. Nos arriesgamos, si ganamos, la empresa tendrá ingresos y publicidad, si perdemos, pues perdemos. –el solo me miro. –Las empresas McVey están dentro de esto, ellos están financiando al segundo mejor corredor de todo Miami.
-¿Quién es el primero? –pregunto un gerente.
-La nuestra Lalisa Manoban es la mejor corredora de todo Miami
-¿La has visto? –pregunto mi papá
-Si –el elevo una ceja –Me llevo videos. Me llevo títulos y medallas. Le ha ganado innumerables veces a Kai, el segundo mejor. Te lo aseguro Alejandro, ella es buena, muy buena.
-Me parece una pérdida de dinero, -dijo el gerente de administración. Yo no podía perder esto. -¿Una chica ganara esa carrea? –la sangre volvió a hervirme pero justo cuando estaba por hablar…
-Lo hará. –Dijo mi papá –Lo haremos, Jennie. –sonreí –pero tú te encargaras de todo esto es tu proyecto.
-Gracias, lo haré. –el me sonrió y yo igual.
Todos anotaron los próximos proyectos de las Empresas Kim, entre esos, a Lisa. La reunión termino y me fui de ahí.
Cuando me monte en mi auto busque en mi cartera el papel donde tenia su numero. Le marque y espere.
-“¿Diga?”
-Te habla Jennie Kim. Te espero mañana a primera hora e mi oficina, te tengo buenas noticias.


 















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⏰ Última actualización: Jul 06, 2021 ⏰

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