Curiosity [Bnior/JJP]

To Pay

No había nadie allí ni a su alrededor y la noche no era tan oscura como para limitar su vista.

Miró de nuevo y obtuvo el mismo resultado: un bosque denso, la camioneta y sus amigos forcejeando con Jackson. Habría pensado que lo imaginó de no ser porque, al llevar su mano a su cuello, sintió algo húmedo impregnando sus dedos.

Sangre.

El miedo se mezcló con coraje e impotencia. ¡Había algo allí! ¡Con ellos! Algo que no podía ver y que ni siquiera lograba comprender a pesar de su intelecto.

Tenían que marcharse de inmediato, alejarse lo más posible. Con eso en mente se decidió a volver a la camioneta, sin embargo, algo lo empujó antes de que pudiese dar un paso, haciéndolo caer de frente.

-¡¿Pero qué...?! -la respiración se le cortó; había algo sobre su espalda, un peso extra que lo obligaba a permanecer en el suelo.

En cuestión de segundos, sus manos fueron inmovilizadas por dedos largos y fríos. Antes de que pudiese abrir la boca para pedir ayuda, el peso desapareció y fue arrastrado por ambas extremidades.

-¡Jinyoung!

Aquella había sido la voz de Mark y al instante se le unieron las voces del resto, llamándolo.

Jadeó al sentir que su cuerpo se estrellaba contra algo frío y duro; el cofre de la camioneta.

No tuvo tiempo de reaccionar cuando sus brazos fueron colocados sobre su cabeza. Se removió tratando de quitarse a su opresor de encima mientras escuchaba las voces de sus amigos gritando.

Miró hacia el frente, al interior del vehículo, buscando a Mark y Youngjae con la mirada. Sintió que volvía a respirar al verlos inconscientes en los asientos, pero cuando levantó la vista hacia el resto deseó no haberlo hecho...

La mirada de terror de Jackson, enmarcada en una mueca dolorosa y devastadora, mientras su cuerpo yacía laxo sobre las yerba; sólo su cabeza estaba erguida, como si algo tirara de su cabello para que pudiera verlo. A su lado, se encontraba Yugyeom, hincado y con ambos brazos tras su espalda aunque no había nada que lo obligara a permanecer en esa posición, sin embargo, el gesto de dolor en sus facciones parecía decir lo contrario.

Bambam también estaba hincado, su rostro girándose hacia él de forma cruel, casi grotesca, debido al esfuerzo que parecía estar haciendo para mantenerse así.

Los tres lucían horrorizados, enfocando un punto justo detrás de él.

-¿Qu-qué eres? -preguntó Bambam entrecortadamente, luchando por moverse. -¡Aléjate de...! -dejó de hablar y su cuerpo paralizó por completo, impidiéndole incluso parpadear.

De alguna forma, Jinyoung comprendió que ninguno de ellos podía moverse.

Una risa fría hizo eco en el bosque, haciendo al castaño agitarse al escucharla tan cerca. Quiso girar el rostro para ver a su opresor, pero terminó fijando su vista en el par de manos largas y extrañas que apresaban las suyas, pues éstas habían comenzado a deslizarse, recorriendo la longitud de sus brazos.

Aquellas manos eran níveas, con los huesos demasiado marcados y cicatrices en la piel. También poseían unas garras gruesas y largas que rasgaban su piel sin cuidado mientras le tocaban, traspasando sin esfuerzo la tela de su abrigo y su camisa, dejándolas ensangrentadas.

-¡Aléjate, bastardo! -ordenó Jinyoung, removiéndose y maldiciendo a causa del ardor de las heridas, aunque por alguna razón, era un dolor placentero.

Forcejeó con más ahínco al sentir otra mano rompiendo con tirones bruscos la parte frontal de su abrigo, observando los pedazos de tela ser arrojados al suelo, hasta sentir su pecho desnudo contra la camioneta.