Curiosity [Bnior/JJP]

The Price

Era temporada de Halloween, la última que pasarían como chicos universitarios, por lo que su pequeño círculo de amigos había decidido marcharse a acampar todo el fin de semana.

—No deberían meterse con algo que no conocen —decretó el pelirrojo, mirando cómo acomodan todo cerca de la fogata.

—No seas así, Markie, es sólo un juego —replicó el rubio, tratando de llevarlo hacia el resto, donde comenzaban a sentarse en forma de círculo.

—¡Llamar a los muertos no es un juego, Jackson! —Y tras decir aquello, dio media vuelta, marchándose directo a su tienda de campaña.

—Iré con él —apuntó Youngjae, levantándose. A él tampoco le agradaba la idea de jugar.

Jackson suspiró, resignado al verlos ingresar a la tienda de campaña.

Era una noche cálida a pesar de estar entrando en el invierno, de modo que tomó otra lata de cerveza y se sentó entre Jinyoung y Bambam, quedando frente a Yugyeom para cerrar el círculo. A su señal, todos cerraron los ojos, extendiendo sus manos hacia la ouija.

Los minutos transcurrían, mientras Jackson murmuraba frases extrañas que había leído en algún polvoriento libro de la biblioteca.

Pero, todo aquello, estaba aburriendo a Jinyoung.

Él creía que sería divertido jugar con esa vieja tabla, sucia de tierra de cementerio, y no es que creyera en supersticiones, pero supuso que al menos sería entretenido. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, más se desesperaba al confirmar, que esa tabla, era justamente eso: un simple y mugriento trozo de madera.

—No sé por qué no me fui con Youngjae y Mark —se quejó Jinyoung a medio bostezo, después de un rato en la misma posición.

—¡Shh! —le calló Jackson, golpeándolo con suavidad en el brazo. —¡Pon atención!

—¿Atención a qué? Sólo estamos sentados haciendo el ridículo. ¿Qué se supone que sigue ahora? —cuestionó, con ganas de olvidar esa tontería para comenzar a contar historias y continuar bebiendo. —Esto es estúpido y aburrido

Entonces, de forma abrupta, el puntero de madera se movió hasta quedar cerca de su mano.

—¡Oh, por dios! —gritó Jackson, cubriéndose la boca.

Jinyoung miró perplejo el objeto, a unos milímetros de sus dedos.

—¡Carajos! Eso fue aterrador —exclamó Yugyeom con los ojos completamente abiertos. —¿Qué esperas, hyung? Pon tu mano sobre el puntero y pregunta. ¡Pero no lo toques, tonto!

Jinyoung gruñó ante el regaño, pero obedeció, dejando cierta distancia entre su piel y el triángulo de madera.

—¿Y qué le puedo preguntar a un muerto? —inquirió, fingiendo desinterés. —¿En verdad eres un muerto? —fue lo primero que se le ocurrió.

Nadie esperaba respuesta, por ello, el nerviosismo recayó sobre los presentes cuando el puntero comenzó a moverse hacia el «No».

—Entonces, ¿Qué rayos eres? —preguntó Yugyeom, confundido.

No hubo respuesta.

La tensión llenó el ambiente, por lo que Jackson dijo que debía ser porque no era el turno de Yugyeom.

—¿Qué otra cosa puede ser sino un espíritu? —agregó, intentando sonar seguro, pero aun así se abrazó a Jinyoung.

Éste lo dejó acurrucarse, aparentando tranquilidad mientras Yugyeom se replantea la idea de seguir jugando. Sin embargo, en medio de la inquietud y el silencio, el puntero se movió hasta Bambam; era su turno.