Estabas metida en uno de los juegos más terroríficos de todos: El juego de Daruma. Ya habían pasado varios minutos desde que comenzó y aún no lo han resuelto. Se estaba acabando el tiempo, al igual que tus compañeros.
Podias oir los gritos de la gente, y la sangre salpicar.Mantenías tus ojos cerrados suplicando que parara todo ésto. "Da... ru... ma" Y 'Paf' las cabezas explotaban.
Luego de unos segundos, no escuchaste más gritos ni gemidos, solo risas de Daruma que saltaban como ecos en la habitación o clase.
Abriste tus ojos con sorpresa, asombrada de ser la única, ¡y ni has echo un movimiento!.
-¿Q-qué...?-
Miraste a Daruma con sorpresa. Tartamudeaste varias veces intentando entender la situación.
Él sólo se reía de ti e hizo un movimiento de cabeza para que te acercaras. Dudaste varias veces pero al final hiciste caso.
-¿P-por qué no me matas?- Daruma sonrió.
-Aw~ ¿Por qué mataría una cosita linda como tú?~-
Tu sonrojo se hizo visible. Podías sentir tus mejillas arder y apartaste la mirada para que no viera tu vergüenza. Aún así, Daruma se dió cuenta de esto y se burló entre dientes.
-Eres tan tierna cuando te sonrojas cariño~ ojalá pudiera verte de nuevo, pero aún el juego no termina... - Lo miraste confundida.
-¿Juego?...-
-Agh. No lo entenderías, linda. Todo esto es un juego...-
Daruma bufó agresivamente. Se detuvo por unos segundos en sus pensamientos antes de continuar de hablar.
-...ojalá pudiera ayudarte, pero me temo que es todo lo que puedo hacer.-
Miraste abajo entendiendo a lo que se refería. Suspiraste lentamente mientras asientes con la cabeza.
-Esta bien. ¿Al menos puedes decirme cual es el próximo juego?- Dijiste suavemente.
Daruma asintió.
-Si, el próximo es Maneki Neko. Tendrás que ponerle el cascabel en su collar. Pero ten cuidado linda, es bastante fuerte y fácilmente podría aplastarte. Para distraerla solo hazle caricias en su espalda.-
-Gracias Daruma. Quisiera darte algo antes de irme...-
Dijiste suavemente arrodillandote a Daruma para estar a su altura. Él tenía una mirada confusa. Tomaste sus mejillas y lo acercaste a tu cara. Lentamente juntaste su labio con el tuyo, se sentía suave. Daruma tardó en comprender la situación hasta que te apartaste. Miraste su cara soñadora y te reíste entre dientes.
-Adiós, querida~, espero verte en la final.- Sonreíste mientras asentias.
-Lo haré.-
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