Día 25

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Era sábado, un sábado como cualquiera pero para el Jiang eran solo horas menos, horas que pronto perderían todo sentido al menos para su persona y que aunque le dolía en la consciencia sabia que para el resto (contando solo a la gente que amaba) serian horas de profundo dolor, no quería moverse de la cama pero tampoco podía darse el lujo de quedarse en ella todo el día así que se levanto estirándose despacio mientras pensaba que esa mañana tenia muchas ganas de comer frutas, pero no cualquiera, deseaba comer manzanas con piña y mucho chile picante encima, le parecía extraño pero lo asumió al estrés del momento y que el día anterior no había podido comer casi nada entre felicitaciones de gente y socios y yendo a trabajar fuera de la oficina, se ducho y vistió de forma floja ya que solo estarían en su casa. su amado A-Huan había tenido que ir a la casa de su tío por un asunto familiar así que no lo vería hasta la hora del almuerzo, camino lentamente por toda la casa admirando las decoraciones y todas las pequeñas marcas que con el tiempo se habían formado en ella, los rayados de sus amados sobrinos quienes querían hacer arte un día que el mismo les había regalado plumones de colores, la mancha de la salsa especial de su hermano, el pequeño orificio en la pared izquierda cuando su cuñado Jin Zixuan intento colocar una repisa y esta se cayo al segundo, todas aquellas marcas las llevaría junto con el para no sentirse tan solo en ese momento

"si tan solo pudiera irme sin tener esta sensación de arrepentimiento"

pensó con suavidad para luego ir a la cocina a por la comida que había deseado desde que despertó, tras comerse una fuente llena con su antojito culposo fue a su estudio donde nuevamente abrió aquel cajón que contenía sus exámenes y las cartas para todos, cada una tenia un nombre, habían incluso para sus sobrinos quienes sabia les costaría mas aceptar que su tío "Chem" ya no iba a verlos o a darles un abrazo, cuando aquel pensamiento asalto su cabeza las lagrimas llegaron rápidamente a sus ojos y aprovechando que estaba solo las dejo fluir mientras pedía perdón, a que le pedía? ni el mismo lo sabia simplemente... pedía perdón por todo, por ser infértil, por tener una mala actitud, por ser poco demostrativo, por ser cobarde, por ser el mismo... solo quería sentirse perdonado para poder irse tranquilamente.

cuando el Lan llego a la casa noto que su amado loto estaba ido, podía notar el pequeño borde rojo en sus ojos y se asusto pensando que algo malo le había pasado así que con toda la suavidad del mundo se acerco a el y lo abrazo sin decir nada mas, esperaría a que suspirara y se apoyara en el como siempre lo hacia, que cerrara sus ojos y tras exactamente quince segundos comenzaría a hablar y el estaría para escucharlo

Jiang Cheng: sabes? hay días como hoy donde pienso que... que quizás... debí ser distinto, no lo se, ser mas afectivo.. mas dulce como Jie Jie o mas atrevido como A-Xian... porque tuve que ser así? quizás si fuera distinto yo podría-...

Lan Xichen: si fueras distinto no me habría enamorado del mismo modo en que te amo ahora...

para el Lan eran comunes aquellos días donde su amado esposo de ojos Violeta se auto castigaba por su modo de ser, aunque odiaba que últimamente se repetían con mas frecuencia y el poco y nada podía hacer mas que estar allí con el, luego de consolarlo comenzaría a provocarle risas hasta que el Jiang le amenazara con romperle las piernas y terminarían en un beso que los calmaría a ambos

Lan Xichen: si hubieras sido distinto no nos hubiéramos conocido ni enamorado, así que no pienses mas esas cosas de ti, todos te amamos como eres A-Cheng, así que deja de pensar eso o te romperé las piernas

Jiang Cheng: oye! esa es mi frase

y allí estaba el sonido mas maravilloso del mundo, la risa de su esposo, una risa despreocupada que le prometía que todo iría bien mientras permanecieran juntos. comieron y se dieron toda la tarde para ver películas o simplemente jugar en el jardín como si de dos niños se tratara.

poco antes de la cena el Jiang salió de su estudio con una pequeña caja de madera y se paro delante de su esposo, estaba nervioso pero debía hacerlo o se arrepentiría y no tendría el valor de hacerlo después, se la extendió ante la atenta mirada del Lan y suspiro con profundidad aunque el aire no llegara a sus pulmones

Jiang Cheng: esa caja contiene algo importante para mi, quiero que mañana la lleves a la casa de mis padres y entregues su contenido a todos allí, yo... yo debo ir a comprar algo en la mañana pero llegare para la hora del almuerzo

Lan Xichen: puedo ver que es?

el de ojos violeta negó con la cabeza explicándole que era algo demasiado personal para el así que sin mas su esposo guardo la cajita prometiendo que no vería el contenido hasta el otro día, cenaron como de costumbre aunque el menor tenia unas increíbles ganas de comer alitas de pollo picante y Lan Xichen mando a ordenar varias piezas a un restaurant cercano, incluso para el era extraño que su amado loto pidiera aquella comida pero se relajo pensando que quizás era solo hambre

Lan Xichen: te amo Jiang Cheng, en esta y en las próximas vidas te amare...

"no lo digas así... por favor A-Huan que me duele..."

Jiang Cheng: te amo A-Huan recuérdalo siempre...

"me odio a mi mismo por herirte, perdóname, perdóname, perdóname..."

se acostaron como de costumbre y pronto el Lan estuvo dormido, Jiang Cheng acaricio el rostro de su esposo grabándose en la memoria su perfil sus pestañas o incluso aquel muy sutil lunar en su pómulo derecho, rogaba al cielo que le diera la fuerza necesaria a su hombre para que pudiera sobre llevar la noticia, con aquellas oraciones en mente se quedo dormido rogando en el fondo (muy en el fondo) que el día no llegara, pero como el destino lo odiaba abrió los ojos poco antes del amanecer...

era domingo...

30 días para salvarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora