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1984

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1984.

Despierto y veo tu torso desnudo, relamo mi labio aguantandome todas las cosquillas que me dan al verte así de dormido.

Suspiro y te veo nuevamente, mil cosas pasan por mi mente como también que hoy tendré que ir a trabajar más temprano, aunque no me quiero despegar de ti debo hacerlo, mis obligaciones siempren andan en mi cabeza.

—Cariño, ya es de mañana— digo y tu frunciendo el ceño asientes, te veo mirarme y con pereza levantarte, se que no es tu obligación pero me alegra que te despiertes por mi desayuno aún así me levanto contigo para besarte la mejilla e ir a alistarme.

—Mi amor, ¿podrías pasar por flores hoy día?— pides tan lindo que no podría negarte algo, quien lo haría con aquel gesto de delicadeza, con aquel rostro hermoso que en mi mente siempre se aferra, aunque veo que no es necesario, podría perdiste que hoy vivieras conmigo por toda mi vida, es inútil querer amarrarte pero no sé cómo hacer para no tener la duda de que te vayas algún día.

Terminó de bañarme y con todo el traje salgo y sujeto mis lentes —me dijeron que me veo más elegante con ellos— me excuso y tu solo desprende un beso en mis labios.

—No te olvides, hoy iremos a comprar nuestra cama más grande y así estaremos cómodos, es más creo que hoy me subirán el sueldo así que deseame suerte—, me siento orgulloso de lo que soy y de lo que tu eres, solo falta unas horas para que te proponga y ya mis piernas tiemblan.

El día marcha y...

Hoy pensé que seria un buen día por la forma en cómo paseamos y compartimos todo, dicen que el que ama no pierde mucho ya que lo da todo y es sincero pero verte con tu maleta en la noche sonriendo, pidiendo un viaje, me esta destrozando.

Hay momentos donde debes hacer todo y hay momentos donde no debes hacer nada, aún no se si en ese momento debi seguirte con mi pago y viajar a donde tu fueras, correr contigo a la estación de trenes y no dejar irtr solo, dices que ya es el momento de dejar, que estos años a mi lado son buenos pero tan bien quieres disfrutar a tu manera. No se que es mas doloroso.

Besas mi mejilla y solo logras susurrar —Lo siento mi amor— quiero agarrarte pero solo me debilitó y caigo al piso, mis lágrimas salen sin control mientras en mi garganta siento un nudo, no puedo pensar en nada más aparte de nosotros. Me limpio las lágrimas y tiro la casaca, —Dijiste que estaríamos juntos— muerdo mi labio y sin importar me tiro al suelo por completo.

Me dijeron que el amor verdadero llega y se queda para siempre, pero porque eso no puede ser contigo, porque te vas cuando yo te estoy amando, no me lo pregunto porque ni yo sabría como responder, quiero creer que fue un juego y que volverás.

Pasan dos horas y yo te espero con la puerta abierta y dos tazas de café, me doy cuenta que hoy hace mas frío de lo normal y temo por ti así que corro a traerte un abrigo pero es un golpe mas al no encontrar tu ropa, reviso los cajones pero no encuentro nada, talvez los llevaste a la tintorería así que cojo un saco de mi armario.

Espere toda la noche, sería capaz de esperarte años con tal de volverte a ver pero no creo que regreses, pregunte por ti a las vecinas y lo que me extraña es que ya lo tenias planeado, aún no se realmente que creer.

Aveces me pongo a pensar y quisiera saber si nuestro amor fue del todo correspondido,  esta es la parte del amor que no me gusta porque siempre uno termina sufriendo, aún no entiendo porque sigo siendo yo, talvez el amor no es para los que más damos y terminamos recibiendo poco.

Es estúpido pero quisiera que las personas vengan con un letrero de cuando se irán así podría obviar encariñarme tanto.

Pasaron dos años y no hay día que no te espere con la puerta abierta, un café y abrigo, temo que algún día llegues, veas que esta cerrado y te vayas. La señora ya tiene la copia por si te ve, aunque aveces me dice que debería dejarte ir es difícil.

Eres como las matemáticas, entraste difícil pero aun hasta hoy te recuerdo, quiero buscarte, ir donde estas pero soy un completo cobarde que solo puede esperarte.

Cuando me despierto pienso si realmente me llegaste amar, porque si no es así, me e imaginado el amor perfecto que pueden tener dos hombres.

10 años y ya esta nevando, una pequeña chica que va conmigo de un lado al otro a pesar de que yo soy su mayor hoy me acompaña, me hace mal pero te imagino a ti, es tan clara que le digo nieve, es un copo de nieve pero cariño yo por ti era un helado que se derretia ante una sola sonrisa. Que cobrarte y tonto soy al tratar de verte en esa chica hermosa, la señora ya no quiso recibirme la llave y el casero dice que busque otro lugar ya que demolera el edificio, la señora antes de irse me dijo que yo era como la nieve, y que tu eras como el invierno.

Me reí y negué, pero luego ella sonrió y me dijo algo que talvez más antes me hubiera hecho regresar a cama y llorar pero ahora solo sonrió porque tenía razón, tu eres como un gran invierno y gracias a ti yo podía estar, pero cuando te fuiste ya no fui yo y sin embargo tu seguiste.

La nieve no puede existir sin invierno pero el invierno puede estar normal sin la nieve.

El humano ama por más decepciones que reciba y es así como la e vuelto amar a ella pero nunca es igual porque contigo aprendí a querer y a ella la quiero, contigo aprendí a cocinar y ahora yo le cocino en sus días de descanso, aprendí tantas cosas contigo que ahora puedo hacer por ella.

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