La cabaña

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Un breve sentido de la palabra, una breve acción, una breve mirada a lo desconocido, algo nuevo, algo viejo, algún sentido para algo que no se sabe el significado, un camino para aquel que no sabía caminar, una sonrisa para aquel que perdió todo en su vida, era desértico como una escuela abandonada, lleno de insectos y ruidos de la misma madera retorciéndose en su antigüedad, la sensación de no saber nada pero a la vez saberlo todo, el abrir de sus ojos llenos de preguntas, las cuales nadie podía responder. Como era de esperarse volvió a leer esa nota con detenimiento, se quedó encorvado en esa silla tratando de analizar y pensar si lo que había hecho era algo bueno o era algo malo, no sabía ni como era, no tenía ningún conocimiento... Ni siquiera podía hablar, trataba de hacerlo pero no podía, era como si no tuviera una boca para poder hacerlo. No sentía dolor, tampoco sentía perdida, ni tan siquiera tenía miedo, estaba en completo aislamiento con aquellas sensaciones carnales, que solamente la tenían aquellos que poseían un alma, pero en la carta decía que si tenia un alma, porque no sentía lo que las demás si, ¿había cometido un error? Tal vez... ¿La carta no era para el? No sabía, nadie lo sabía... La única que pista que tenía era el estilo de la escritura de aquella persona, era lo único, ahora tendría que buscar entre millones de personas una sola que tuviera esa misma letra... Una tarea imposible si me preguntas... Pero... ¿Que otra opción tenía?

Se levantó con un sabor de boca a polvo, el sonido de la madera crugir hizo que sus pasos se agudizaran, el sonido de la puerta abriéndose dejó un mar de dudas, ya que cuando Fizz observó el lugar en el que se encontraba... Observó un desierto en vivo y en directo, era un desierto, hace unas horas estaba en la cuidad, pero seguía en el infierno, eso lo sabía, el cielo se lo dijo, el poder ver ciertos rasgos pudo identificar que era lo que estaba pasando... Pero... Al dar el primer paso fuera de la cabaña abandonada el sonido de el seguro de un revolver enloqueció su tímpano, dió un pequeño giro para ver de quién se trataba, pero el contrario no le dejó.
- Parece que llegaste, me pagaron mucho para poder estar aquí, aunque me alegro de volver a verte, pero es extraño se suponía que hicimos el trabajo... ¿Porque viniste? ¿Te arrepientes por lo que hiciste o solo veniste a ver el resultado de tus actos? -

El robot no dijo ni una tan sola palabra, no podía decirla, tampoco conocía nada acerca de un "trabajo" ni siquiera reconocía la voz de aquella persona, lo único que sabía es que era un hombre. Sin acobardarse Fizz volteó a ver a su contrario, y descubrió quien era, no podía saber si nombre no lo sabías, no lo recordaba, solamente podía describirlo, unas botas de vaquero especial para estos terrenos, un pantalón de color piel, con unas rasguños en el, unos cinturones negros o plateados, uno de esos para abrochar su pantalón y el otro para enfundar sus armas, una camisa negra sin mangas, cubierta por un chaleco con ciertos detalles en su espalda, unos guantes podrían decir de los típicos guantes de aquellos que conducen motos, un sombrero de vaquero algo grande pero perfecto, un físico completamente distinto a todos los imps, una piel más clara que la de aquellos demonios que pasaban de paso, unos ojos totalmente extraños, unas sensaciones incómodas al verlos, una sonrisa, una sonrisa grande, una sonrisa decorada con una pisca de oro y plata, sus dientes era. Blancos pero uno era de oro, especialmente más grande que los demás...
- ¿Y? ¿Lo tienes? -

El robot no se movió ni le dió absolutamente nada, ya que no sabía a lo que se estaba refiriendo, estaba completamente perdido ni si quiera sabía que había pasado y porque estaba en el desierto, y aún menos sabía que era lo que ese imp le había encargado, está fué una de las razones por más cuáles el robot se dió la vuelta y empezó a correr, pero fue en vano ya que a los dos pasos de hacerlo cayó completamente paralizado en el suelo, como si le hubieran disparado con una pistola electrica, su vista se apagó y su energía se agotó, antes de apagarse por completo escuchó unas frases.
- Te dije que te cargarlas antes de venir, te llevaré al taller tal vez ahí te puedan cargar. -

El robot se apagó y no escuchó nada más que un frío sereno, contemplado por la soledad en la oscuridad, era como si estuviera se tardó.en la nada esperando que alguien o algo lo sacará de ese pozo, estaba confundido y estaba completamente agotado, algunas partes de su cuerpo estaban destruidas y otras estaban intactas, era como si hubiera salido de una pelea pero hubiera salido hecho pedazos... Pero... Algo estaba escuchando, entre toda esa oscuridad escuchaba voces... Parecía un conversación...
- Que importa si te lo dice o no... -
- Como que siento que debería hablarle, pero siento que sigo lo hago me ignorara como la última vez... Tengo miedo de que vuelva a pasar... ¿Porque me siento así? -
- Eres demasiado obtuso pecesito..
Mira ya estamos aquí, adentro hablamos mejor... -

El robot volvió a quedarse sordo y no escuchó completamente nada, no sabía que estaba pasando, estaba completamente perdido, tanto en su vida como en la situación, sentía tanta impotencia que ni siquiera le importaba quién era ellos, solo quería saber que estaba pasando... Pero entre los lamentos escuchó de nuevo esas voces... Pero está vez solo escuchó una...
- El sujeto estaba tirada como basura en una de las cabañas abandonas cerca de la explosión, tal vez el sepa algo... Venga enciendelo Nif... -

Y porfin el robot volvió a ver, estaba en una jaula, parecía una especie de laboratorio, había mucha tecnología alrededor, observó todo lo que estaba pasando, estaba encadenado, pero estaba reparado tal vez ellos lo habían hecho, hablando de ellos observó a los dos científicos, ambos eran de altura pequeña con batas de laboratorio, uno de.color azul y la otra de color entre naranja y rojo...
- ¿Que? ¿Que estoy haciendo aquí? Se suponía que estaba en el desierto... ¿Dónde estoy? -

El robot pudo hablar nuevamente, esto le alegró mucho el dia, pudo reconocer bien su voz, tal vez no le recordaba a nada, pero porfin logró hacer eso, era lo importante, un minuto después se tranquilizó y trato de conversar con los presentes...
- Hola pequeñines, he yo, he estado muy confundido... ¿Dónde me encontraron? -

El de azul respondió.
- Si me vuelves a llamar pequeñín te despedazare y te haré tostadora!! -

La de rojo le siguió.
- Pero si eres un pequeñin, eres un tierno y muy lindo renacuajo -

El de azul se comenzó a enojar.
- NIFFTY!! Deja de llamarme así!!! -

El robot estaba bastante confundido y solo volvió a preguntar lo que tenía en la punta de la lengua.
- Me pueden decir dónde me encontraron... PORFAVOR?! -

El de azul solamente hizo un gesto de queja ante la pregunta del robot y explicó la situación.
- Estaba vagando por la cuidad y te encontré tirada cerca de una cabaña que había cerca del restaurante o bar como se llame, donde pasó lo de los Goetia -

¿Los Goetia? ¿Que pasó con los Goetia?

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2021 ⏰

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