Capítulo 1

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―Primera y última vez que me haces pasar esta vergüenza Archie. Sabes cuánto odio pasar por lugares públicos —Archie asintió con la cabeza agachada y luego de que su madre haya ido al auto con una expresión de asco, miró a su novia.

―Lo siento, sé que te espera un sermón bastante grande —Rose agarró sus cosas del mostrador.

―Rose no me interesa lo que mi mamá diga, ya llevamos dos años juntos, y no quiero separarme de ti —Archie y Rose salieron de la comisaria de la mano, y se separaron una vez que el chofer de la familia de Archie, lo dirigió hasta el auto, donde lo esperaba su elegante madre.

―Archie comprende que no puedes aparecerte en estos lugares, y mucho menos con una chica como Rose —el auto había partido su camino, hasta la otra parte de la ciudad, donde a una orilla de la playa estaba su gran casa.

―Mamá, ya voy a cumplir veintitrés, no puedes decirme que hacer toda mi vida —la conversación ya se había repetido miles de veces.

―Entonces compórtate como una persona madura... no es posible que haya tenido que venir a la estación de policía a buscarte, porque robaste una tienda.

―No había llevado efectivo.

―No me mientas Archibald... fue porque esa estúpida chica te convenció, nunca has robado nada en tu vida, y ahora que sales con ella, mágicamente te vuelves un ladrón —Archie miró a su madre, quien desvió la mirada con lástima.

―Por favor tú también hiciste cosas inmaduras... no puedes señalarme con el dedo.

―Tú haz lo que te digo, no lo que hago... ahora se acabó la conversación, ya me das dolor de cabeza —su madre apoyó su cabeza en su mano y miró el paisaje, al igual que su hijo, quien suspiró pensando en Rose.

Archie tenía la vida perfecta, casa enorme, con un patio gigante; donde creció jugando con hijos de las amigas de su madre y sus hermanas mayores, educación privada, hermanas amorosas y protectoras, dinero al aplaudir, trajes diseñados a su medida por diseñadores, miles de chicas detrás de él; pero él se enamoró de Rose. Una chica que trabajaba como camarera en un bar, familia disfuncional, hija única y educación pública, exactamente lo que su madre no buscaba para él. Una típica y cursi película de Hollywood, donde se juntan a escondidas para evitar malos ratos en sus familias.

― ¿Qué le hiciste a mamá esta vez hermanito? —Lisa, su hermana mayor se sentó a su lado en el sillón, una vez habían llegado a su casa.

―Nada.

―Nada, dice el delincuente... tuve que ir a buscarlo a prisión, porque su noviecita lo convenció de robar en una tienda... Ellen —la sirvienta de casi su misma edad se acercó a la familia. ―Tráeme un vaso de whiskey con dos hielos, por favor —la sirvienta se fue, y volvió en menos de cinco minutos con la orden de su jefa.

― ¿Robaste una tienda?, ¿quieres ser del tercer mundo? —Lisa golpeó a su hermano en la cabeza.

―No.

―Claro que no... ella lo convenció de robarla, para ser conocida alrededor del país, como "el hijo de Rebekah Harkness, un ladrón"

―Mamá, ella no me convenció de nada, yo decidí hacerlo... ella no tiene nada que ver.

― ¿Y esperas que te crea?

―Sí, porque ella no es como ustedes piensan... es dulce, alegre, y no le importa el dinero o todas las cosas que puedo o quiera tener, creo que eso queda claro... jamás nos has visto aquí o en algún lugar lujoso... ella no quiere mi dinero.

―Lo dices, porque no la conoces bien... yo si conozco a los tipos de mujeres como ella... te seducen, quieren tener un bebé, se casan y luego cuando menos lo esperas intentan robarte todo en el divorcio tres años después de casarse —Lisa explicó la situación y justo después de terminar de hablar, Christina la otra hermana mayor de Archie; llegó a la casa con un montón de bolsas de tienda.

the last great american dynastyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora