Erika Estévez:
Ella se enamoró de un hombre que creía era el amor de su vida y que sería feliz para siempre, pero todo se tornó un infierno meses después cuando se volvió el mismísimo demonio, obligándola a hacer las peores cosas con amenazas, Erik...
Erika: Buenos días mi princesa, vamos a desayunar.
Rocio: Hola (levantando sus manitas para que la cargue).
Erika: Mira que te preparé.
Rocio: Muffins!!
Erika: Tu favorito (ayudando a sentarse en la silla).
Rocio: ¿Y papá?
Erika: Tenia algo que hacer (tomando café).
Rocio: Mamita ¿Porque tienes que trabajar de noche? Quiero que te quedes conmigo, papi me dijo que tenias que hacerlo ¿pero porque?
Erika: Eeh...porque sino no tenemos dinero, tengo que ayudar a tu papá con el dinero y para comprar ropa para ti.
Rocio: Pero quiero que te quedes conmigo y papi no quiere.
Erika: Él te cuida bien, además en mi trabajo si no voy se enojan, tengo que...eehh cuidar a unos niños que su mami tiene que trabajar también como yo (mintiendo).
Rocio: ¿Son pequeños?
Erika: Si, así como tú.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rocio: Esta bien, entonces yo me voy a portar bien con papá para que no se enoje y tú puedes trabajar.
Erika: Esta bien, Rocio sabes que te amo pase lo que pase mi niña y que todo lo que haga es por ti.
Rocio: Yo también te amo mamita y esta muy rico el desayuno.
Erika: Gracias (sonrió con lagrimas en los ojos).
En la noche
Horacio: ¿Aún no estas lista?
Erika: Es que estaba tratando de que Rocio se duerma.
Horacio: Ya apurate y contrate un coche que te llevará todos los días y te traerá a casa.
Erika: ¿Pero porque?
Horacio: Y todavía lo preguntas, porque ya no te daré tu coche por lo que hiciste la última vez, trataste de escapar con Rocio y sabes bien que si me entero entero vuelves a hacerlo no la veras más.
Erika: Horacio ¿Aun sientes algo por mi?
Horacio: Dejate de tonterías.
Erika: No entiendo tu cambio después que nació Rocio, si me quieres porque me haces hacer esto, ya no puedo por favor.
Horacio: Basta de estupideces (tomándola del brazo) harás lo que yo quiero y hasta cuando yo quiera, traes buena lana así que seguirás y ya cállate y vete que los clientes te esperan y más te vale que traigas mucho dinero.