capítulo 9

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~Anna~

Debía salir de ahí, no podía seguir escuchando a mis padres, era demasiada información para mi asi que solo me levante de mi cama, sin decir nada, abrí la puerta de mi habitación y salí para después cerrarla cuando salí, baje las escaleras lo mas rápido posible, tome mis llaves de mi auto, salí de mi casa y empecé a manejar a mi parque favorito, estaba lejos de mi casa pero valía la pena, en este momento lo único que pasa por mi mente es que quiero estar sola y sin duda Riverside Park era el lugar ideal para eso.

El paisaje era hermoso, me puse mis audífonos y decidí solo dejarme llevar por la melodía, este parque es algo solitario ya que aun era temprano y estaba en lo mas profundo, en la parte que pocos sabían que existía, en la parte donde podía pensar sin que los demás intenten hacerme alguien que no sou, nadie me intenta cambiar, nadie intenta hacer que haga cosas que no quiero hacer, nadie me preciona, solo estoy yo en mi mundo, mi mundo perfecto junto a la suave brisa, el viento bailando por las hojas de los arboles, por un momento deje de pensar en todos los problemas que tenia. Después de unas horas de estar observando el mar, el viento y los arboles empecé a sentir que alguien me veía así que mire a todos lados para buscar algo y vi una sombra entre los arboles, cuando se dio cuenta de que lo había visto empezó a caminar hacia donde estaba yo y me di cuenta que era un hombre, seguio caminando y vi a...¿Joe?, cuando lo vi acercarse mas me quite mis audífonos y los coloque en mi cuello.

-Parece que no soy el único que piensa que este lugar es increíble, ¿cierto?- me dijo cuando se sento frente a mi

-Lo se, es hermoso y es perfecto para...

-¿Pensar?- me interrumpió pero me sorprendí al darme cuenta de que es justo lo que iba a decir

-¿Como sabias lo que iba a decir?

- En parte porque yo también vine a eso y en otra parte porque tus ojos te delatan, se que no me incumbe pero, ¿Estabas llorando?

-Un poco, si, pero ya estoy bien

-Bueno, ya va a empezar a obsurecer- dijo y era cierto, se podía ver el hermoso atardecer en el cielo y cono se reflejaba perfectamente en el mar- así que ¿que te parece si vamos por un helado?- asentí con la cabeza y se levanto y me ofreció su mano para ayudarme a pararme, la acepte y comenzamos a caminar

- Así que...¿que hacías aquí? Aparte de pensar- le dije para romper el silencio mientras caminabamos por los árboles

-Creí que era un buen lugar para terminar mi cancion- vaya, no había notado que tenía un cuaderno en la mano

-¿Puedo verla?- le dije y supongo que dijo que si ya que me ofreció su cuaderno y leí los párrafos que había escrito y cuando termine le devolví su cuaderno- es muy linda, no sabia que componías

-Si, normalmente toco mis propias canciones, siento que así estoy mas cerca de la música

Seguimos caminando hasta llegar al carrito de helados

-¿De que sabor quieres?- Me pregunto Joe después de pedir uno de chocolate para el

-Vainilla- le respondí y el heladero me dio un cono que tenia una bola muy grande para mi gusto de helado de vainilla

-Yo pago-me dijo Joe cuando vio que estaba sacando dinero de mi bolso y le dio dos dolares al heladero- ¿que te parece si nos sentamos en esa banca?- dijo dirigiéndose de nuevo a mi y señalando una banca verde que estaba enfrente de nosotros

-Esta bien- nos sentamos y el me miro comer mi helado durante unos minutos mientas sonreía y después se sentó a lado de mi, como ambos pusimos una mano en la banca nuestros dedos se rosaron provocando que me sonrojara pero ninguno de los dos se movió, solo seguimos comiendo nuestros helados y platicando hasta que se obscureció el cielo y se encendieron las luces del parque

-Creo que debo regresar a mi casa, ya es algo tarde- le dije cuando me acabe el helado y era cierto, ya eran la si las 8 de la noche y aun me faltaban los 20 minutos de regreso, eso si no había muchos carros

-Te acompaño- y caminamos hasta donde estaba mi auto- ¿quieres que te lleve a tu casa?

-No, gracias, aqui esta mi auto, gracias por el helado- dije al mismo tiempo en que le quitaba la alarma a mi carro

-Hasta luego- se despidió pero después se regreso a donde estaba- ¿tienes celular?- asentí con la cabeza- ¿me pasas tu numero?- le dije mi celular y saque el mio para que me pasara su numero y me di cuenta de que tenia ¡20 llamadas perdidas de Alex y de Lucía y 10 mensajes de texto! Es increíble lo que pasa cuando pones tu celular en silencio, le pase mi celular y se anoto en la lista de contactos, me dio un beso en la mejilla y ambos nos dirijimos a nuestros autos.

DaylightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora