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En otra vida.

Hoy vuelvo a leer todos aquellos escritos que alguna vez te hice, bonita. Cuando te fuiste, tenía tan solo 10 años, y ahora soy una joven de 17, a nada de entrar a universidad, llena de historias, anécdotas y reflexiones. Ay, corazón mío, como me encantaría contarte todas estas cosas, traerte aquí y durar día y noche hablando y hablando sin parar. Pero, en otra vida.

Escribí tanto acerca de ti, que logré casi acabarme esta vetusta y empolvada libreta, por excepción de cuatro hojas de las cuales, sólo usaré tres, y las usaré aquí y ahora. Ya que no te tengo a mi lado, mi única manera de sentirme contigo es en esta libreta, la única cosa que me dejaste realmente.

Bueno, comenzaré contándote que, vaya infierno que fueron los años siguientes a tu partida. Tuve que ir con psicólogos, psiquiatras, tomar medicamentos, llorar, llorar y llorar. Pero... Algo me hacía continuar, a pesar de las terribles ganas que tenía de ya irme contigo, de ya dejar esta vida llena de fracasos para empezar de cero. Hoy entiendo que quizás fuiste tú la que me daba esas fuerzas, ya sea tu alma o tu simple recuerdo, pero gracias en verdad...

Me pregunto muchas veces si aún seguirás aquí, si estarás viéndome desde algún lugar o si estarás abrazándome en cada que duermo. Pero pues... Mi razón de regresar aquí, aparte de soltar todo esto, también, es para contarte mis progresos... ¿Te sentirás orgullosa acaso? Bueno, pues... Hoy por fin dejé de tomar pastillas; a palabras de mi psicólogo, ya no son necesarias, he hecho un maravilloso progreso, además de que me he vuelto muy fuerte en verdad. Esto hoy me tiene muy feliz, ¿Sabías?, es decir, ¿Yo?, ¿Salir adelante?, pareciera un cuento de hadas, pero mejor aún, es verdad, es totalmente verdad y ¡No sabes lo feliz que me siento y las terribles ganas de contártelo que tenía!, jsjsjs, lo sé, no estás aquí para ello, pero, seguro, en otra vida esta libreta llegará a ti. Tal como dice la canción, en otra vida.

Al inicio créeme, no podía dormir, duraba días sin dormir o comer, y ahora, incluso llevo un horario para todo, comer cada 5 horas mínimo, dormir temprano, tareas, leer, trabajo, ¡Ah, cierto!, conseguí trabajo de medio tiempo con un jefe maravilloso y comprensivo, también llevo una mejor relación con mis compañeros, y quizás, la vida recompensa a la gente triste y depresiva, ya que, todos debemos de sufrir hasta cierto punto, pero cuando sufres de más, te recompensa con creces, y creo que mi vida está mejorando en todo aspecto, pero aún así... Entre cada pasaje... Siempre faltas tú, ¿lo sabías?

He de confesarte que aún te sigo amando... Amo esa bella sonrisa todavía y amo esos ojos bellos todavía, y me da muchísimo miedo olvidarte, no quiero olvidarte, no quiero olvidar ni un sólo detalle de lo que vivimos juntas, ni tu voz o sueños o deseos, mucho menos ese fuerte abrazo que nos dimos ese día en aquella camilla de hospital... De hecho... Eso sería imposible de olvidar... Ese día fue antes de tu operación... Fui a visitarte, con mi libreta en mano, y traté de animarte, abrí esta misma libreta justo donde había escrito algunas cosas para ti. Recuerdo ese momento exacto cuando te empecé a leer... Y tus lágrimas cayeron a montones... Me abrazaste para decirme el miedo que tienes de mañana, el miedo que tienes a irte, el cómo quieres seguir conmigo... Te intenté alegrar pero de repente, dijiste esas tortuosas palabras que me siguen hasta hoy... Me habías prometido que saldrías de ésta, y ahora, empezabas a decirme que quizás en otra vida nos veremos... Y todo será mejor... Manchando en el proceso una de estas cuatro últimas hojas, la cual, por eso dejaré intacta, son las pocas cosas físicas que dejaste, y que me recuerdan que alguna vez estuviste aquí junto a esta libreta.

Poco después, créeme que no me dejaban en paz esas palabras y tampoco la idea de que quizás, estoy arruinando tu paz, quizás en realidad, no eres capaz de descansar de una vez por mi culpa, pues yo no te dejé irte y mucho menos dejé de llorarte, a pesar de que ya debía superarte... Ay mi niña Cieguita... Pero mira... También por eso vine, mi niña... Mereces descansar y yo también, merecemos la felicidad del mundo y lo mejor de la vida, amor mío. Yo ya estoy trabajando en mí, ya ves mis progresos y mejoras... Y quiero pensar que tú también estás en un lugar mejor, justo en donde mereces estar.

Es chistoso, de hecho, no sé, llámame loca, pero una vez, hace poco tiempo, camino a mi escuela, vi a una pequeña niña a lo lejos, tomada de la mano de sus ambos padres, arreglada, limpia, feliz, sonriente, con unos ojos tiernos llenos de vida y de ternura... Y no pude evitar sentirme tan inmensamente feliz justo en el momento en que nuestras ambas miradas se juntaron, y esa dulce niña me soltó una sonrisa que me hizo sentir que tú estabas aquí, en otra vida, pero siempre rondando por donde sea que yo esté, todo para que en otro futuro, nos encontremos en verdad, y por fin, tengamos la vida juntas que merecemos tener... Por lo mientras, corazón mío, las páginas se acaban, y yo también debo dejarte ir... Tú y yo ya merecemos descansar, avanzar, sonreír... Merecemos esa libertad que jamás tuvimos por nuestro pasado... Amor mío, mi vida, mi corazón y alma... Estoy muy feliz de haberte conocido y perdón por todo lo que sufriste sin yo poder detenerlo, sí, eras una niña maltratada, enferma, abandonada en un orfanato, pero, eres la niña que amo hasta hoy, y que jamás dejaré de amar.

Por esto y más, junto a tu tumba y este ramo de girasoles, hoy yo quiero que sepas que tú siempre serás la mejor en esta, otra y otra vida... Dejaste un lugar en mi alma que jamás nadie podrá quitarte...

Espero que descanses bien y en paz, pues yo también lo haré, seguiré adelante, seré mejor, justo para estar preparada para cuando nos encontremos. Antes te dije que yo no descansaría en paz, pero hoy déjame contradecirme, hoy dormiré feliz, con una sonrisa, orgullosa de mí y de ti, pues pude alguna vez conocer y tener a alguien tan genial y maravillosa como lo fuiste tú.

De hecho, es diciembre y está nevando, iré al norte para observarlo mejor, por ello vine a despedirme antes. Ojalá vieras lo bella que es la nieve, pero, te prefiero a ti aún así jsjsjs. Bueno, ya es el final de la hoja al igual que el momento de irme. Adiós corazón, jamás te olvidaré.

Jamás te olvidaré, mi niña cieguita.

Atte: De mí, una enferma mental feliz, para ti, una tierna cieguita que me hizo tan feliz. Chao~.

En otra vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora