capítulo 4

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Antes de ponernos en marcha, Mandi me detiene y vuelve a preguntarme.
- ¿ qué querías decir con qué te quedarás más días?

Suspiro con profundidad - no quiero estar corriendo como si perdiera la vida en ello, ya estoy muerta, no tengo nada que perder, y sinceramente estoy cansada de correr. Me pasé la vida corriendo estando viva, no quiero seguir haciéndolo estando muerta, además que Ajax debe estar muy enfadado, prefiero hacer las cosas con calma y pensarlas bien.

- comprendo - pausa brevemente.
- ¿ ya has pensado en cómo vas a quitarle el anillo?

Niego con la cabeza - no tengo ni idea, durante el trayecto ya iré viendo a ver qué hago. Además, primero iré al vagón de las hadas, puede que el gnomo con el que hablamos nos pueda ayudar - digo mientras que Kana termina de colocar comida y café que muy amablemente Trudi nos ha preparado para el camino.

- no es mala idea - lo mira también. - y tú cambia esa cara, pareces un muerto - le bromea a Kana.

La mira con mala cara mientras que yo me aguanto la carcajada por el último comentario.

- vámonos, quedan sólo dos paradas para la última y no quiero que nos vean entrando en los pasillos - dice sin más mientras se encamina hacia la cocina para volver a bajar a los pasillos.

Hago mueca - esta enfadado conmigo.

Mandi me sonríe - no te lo tomes como algo personal, solo es impotencia lo que siente, no le gustan los acuerdos y mucho menos cuando él no puede hacer nada para cambiarlos.

- ya - ambas lo miramos - será mejor que me vaya, no quiero que se pase todo el camino más cabreado de lo que ya está.

Se ríe por lo bajo y me acerco a ella para darle un beso en la mejilla, me quedo sorprendida al ver que me agarra y me atrae hacia ella para abrazarme.

- gracias - se aparta levemente de mi. - lo que has hecho y lo que vas a
hacer - niega con la cabeza - me falta eternidad para agradecerte.

Me conmueven sus palabras y
asiento - no tienes que agradecerme nada, casi desapareces y podrías haberlo hecho y eso no es justo.

Nos volvemos ha abrazar rápidamente y me voy hacia la cocina en donde Kana me espera con impaciencia. Pienso en el abrazo con Mandi, en realidad, me siento muy a gusto con ella, con todos los que hablo y por eso no me gusta la idea de que estén vagando por los carriles en una situación hostil, si puedo darles una eternidad más llevadera, lo haré.

Bajamos las escaleras hasta llegar al suelo en pleno movimiento del tren, planto mis pies en la tierra algo mojada que seguramente es por la humedad del río que traspasa la zona siendo lógico ya que el tren es demasiado antiguo y viejo.
Pienso en que Billy debería cambiarlo, hacerlo más de la época, pero supongo que en eso ya no puedo entrar, aunque me muero de ganas por comentárselo para ver su reacción.

¡ ja! Morir de ganas, ¡ pero si ya estoy muerta!
Me pongo a pensar en esa frase hecha, debería cambiarla, o deberían existir frases parecidas para los que estamos muertos aunque claro, no las sabríamos estando vivos tampoco, creo que voy a cambiarla, para que en aquí se pueda usar por los viajeros eternos.
Me pongo a pensar en cómo se debería decir para que se dijera correctamente mientras andamos por el pasillo después de que Kana previamente cogiera una antorcha para poder movernos y ver con claridad.

Él se mantiene en silencio, esta claro que más enfadado no puede estar, no le gusta este trato, pero a mi no me parece tan malo, cosas peores se han hecho.
Se me enciende la bombilla imaginaria de mi mente, ¡ ya se como se debería decir! ' revivo de ganas ' ,si, así se va a quedar, me gusta el juego de cambiar muero por revivir, es prácticamente decir lo mismo en ambos mundos pero al revés.
Suelto un pequeño bufido nasal por hacerme reír a mi misma por la chorrada que acabo de pensar y eso llama la atención a Kana.

EL TREN DE LOS MUERTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora