Te miente con cada palabra que dice Cuando volteas, es el primero en engañarte.
Así que vamos chico, elige tu alegría Puedes elegirme a mí, o a ese intento de bufón.
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¿Otra cosa que odiaba?
Lo poco capaz que era de ser fiel.
Su estómago se revolvía de la ira al ver como besaba a otros chicos y tenía el descaro de hacerse el santo con Seungmin. Pero solo podía limitarse a ser un simple espectador, ya que intervenir no era una opción viable que le garantizara algo.
Un ramo de rosas era un regalo de consolación y cada pétalo representaba un engaño hacia el menor. La vaga tristeza opacando el brillo de los ojos de Kim lo hacía sentir mal.
Las ganas que tenía de partirle la cara a Minho eran incalculables, tanto que apenas y podía contenerse cuando lo veía con el azabache por los pasillos.
Sin embargo, intentaría tener paciencia para esperar el día en el que finalmente el pequeño azabache notase su existencia.
Y cuando llegase ese día, vería con quien se quedaría.
Si con su felicidad asegurada, o con ese intento de príncipe barato que solo lo trataba como un lujo.
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