Bebé, ¿No lo entiendes? Bota a tu novio, bota a tu amigo.
El no debería ser tu hombre Sólo termina con tu novio.
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—Minho, quiero terminar. —Susurró tímidamente ante el mencionado.
Mientras decía estas palabras, en su mente sólo permanecía la imagen del guapo jugador de baloncesto.
Incluso si intentó ignorar ciertos hechos, se resignaba a aceptar que Christopher había llamado su atención desde la primera vez que lo vió. Sin embargo, en ese momento pensó que era algo pasajero debido a que se sentía tan abandonado por parte de Minho que intentaba buscar consuelo distrayéndose con otros chicos.
Aquello le hizo sentir mal, por lo que lo dejó pasar.
Pero ahora que obtuvo una confesión por parte de Bang, luego de meditarlo durante una noche entera logró llegar a una decisión.
—Haz lo que quieras. —Dijo el otro con esa característica y monótona voz que acostumbró a usar con él hace unos meses. Ni siquiera se molestó en quedarse algunos segundos más, dio media vuelta y se retiró de allí.
Al estar finalmente en esa situación, pudo darse cuenta del poco interés que tenía Minho por su relación y por él, haciéndolo sentir como todo un idiota. Pero también se dio cuenta de que había alguien detrás de él esperando por una oportunidad, por eso fue que no le dio importancia al leve dolor que le provocó terminar un noviazgo tan duradero.
Ahora necesitaba encontrar a Christopher. Y la suerte lo tomó de la mano, porque logró verlo tras correr durante varios minutos.
La silueta alta, de hombros firmes con mochila negra y cabellera roja avanzaba a la distancia, de manera relajada, por lo que corrió tan rápido como sus pies se lo permitieron.
—¡C..Chan-ssi! —Exclamó, intentando recuperar el aliento que seguía perdiendo por la actividad física.
El mencionado detuvo su caminata. Sorprendido, volteó hacia donde había surgido el llamado.
El silencio de Seungmin después del beso fue tomado como un rechazo por él. Por eso justo ahora la vergüenza lo invadía y no se veía capaz de mirarlo. Pensó que el azabache estaba molesto con él, así que el hecho de que le hablara lo había tomado por sorpresa.
—¿Seungmin? ¿Qué se te ofrece? —Cuestionó, desviando la mirada hacia cualquier otro lado en el que no estuviese el mencionado.
—Terminé con Minho. —Finalmente pudo detener su corretiza, apoyándose en sus rodillas mientras seguía con su vago intento de regularizar su acelerada respiración.
Permanecieron en silencio durante aproximadamente un minuto. Transcurrido ese tiempo, Christopher dejó caer su mochila al piso.
— ¿Lo estás diciendo de verdad? —
—S..Sí. —Un pequeño tartamudeo se escapó de sus labios. —Yo.. realmente me di cuenta de que n..no le importaba mucho que digamos.. —Sonrió con pena, levantando un poco sus hombros.
Tenía miedo de encontrarse con la mirada del mayor, de que este hubiese decidido echarse para atrás luego de lo que había sucedido el otro día y ahora fuese a rechazarlo. Pensaba eso hasta que un par de grandes manos acunaron su rostro para poder levantarlo y así tener acceso directo a sus labios.
Trató de corresponder, aferrándose débilmente a las manos del moreno. Su corazón latía con fuerza y no sabía si era por todo lo que había corrido o por lo que estaba sucediendo. Una vez se separaron, sus miradas se conectaron haciendo que su rostro comenzara a arder.
—Seungmin, por favor. —Murmuró, tomando las manos ajenas entre las propias. Le sonrió muy levemente, hundiéndose en la marea de esos ojos azules como la primera vez que los vió. — ¿Serías mi novio? —
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