FATE Servant Hunter

- Prólogo -

—— Prólogo ——
Un día inusual para Emiya Shirou

…

 —S-Shirou... Que es... "Eso"? — Taiga preguntó, con cierto nerviosismo, observando como el pequeño Shirou sostenía entre sus brazos a la pequeña personita, la cual vestía una armadura y portaba una espada, teniendo el pelo rubio con un ahoge.

La cosita balbuceaba ruborizada (o lo que ella creía era un rubor en sus mejillas rechonchas), mientras balanceaba frenéticamente sus brazos, intentando soltarse del agarre del niño.

—¡Se llama Arturia! — Exclamó felizmente, mientras  acariciaba su rostro con "Arturia". Está se había rendido, y simplemente cerró los ojos, mientras se dejaba mimar por el peli-rojo.

... La cosita estaba ronroneando?, Taiga podía JURAR, que la cosa estaba ronroneando.

—¿Arturia? — preguntó Taiga, aún sin saber si esto era un sueño o estaba alucinando. 

Shirou asintió con entusiasmo, un entusiasmo que pocas veces había visto en él. Sus ojos prácticamente brillaban, y la sonrisa que daba era la más grande que ella pudo precenciar alguna vez.

—La encontré en el patio, dando vueltas y lastimada, parecía asustada, ¡Así que la traje adentro y cure sus heridas! — La Princesa Yakuza noto que, efectivamente, Arturia tenía varias vendas en su cuerpo, escondidas por su armadura y algo de ropa rasgada. 

Por Kami, ¿cómo se suponía que le explicaría a Kiritsugu esto?, ella no se atrevería a quitarle la personita a Shirou, se veía totalmente energizado. Una imagen ciertamente agradable para la adolescente, debido a que el niño normalmente actuaría de manera cortante, deprimente y solitaria, fruto de  los constantes viajes al extranjero por su padre adoptivo.

Ni loca se atrevería a que deje ese estado de ánimo por el momento.

—Diablos, volví a perderme en mis pensamientos — Se quejó en su mente la chica, para ver al niño seguir acariciando a Arturia.

Un gruñido resonó en toda la habitación, incluso pareció temblar por un momento. Taiga miró frenéticamente en toda la habitación, tratando de encontrar el origen del temblor, pudo ver con incredulidad como la personita temblaba con la cara totalmente roja, mientras se tapaba adorablemente el rostro.

—¡Parece que Arturia-chan tiene hambre! — Dijo Shirou felizmente, como si no hubiera notado como toda la criaturita había hecho temblar la habitación con el gruñir de su estómago. —¡No te preocupes, te prepararé mucha comida!.

Arturia levantó su cabeza inmediatamente cuando escuchó la palabra "comida", el niño rápidamente corrió hacía la cocina, a cumplir lo que había dicho.

—¡O-Oye Shirou, espera un momento! — Grito la adolescente, siguiendo rápidamente al niño. 

Entrando a la cocina, pudo ver al chico ya sacando desde verduras e ingredientes, hasta utensilios. Todo esto visto por Arturia, la cual se encontraba sobre el hombro del niño.

El brillo en los ojos de Shirou era cegador, como si hubiera recuperado esa inocencia que había perdido. Taiga sintió que su corazón se derretía, ahora Shirou si parecía comportarse como un niño lo haría normalmente. ¿Así de grande fue el cambio que provocó "Arturia" en el?.

Un suave y delicioso aroma que empezaba a envolver la cocina era agradable, Taiga río como loca tras ver cómo la criatura de dorados cabellos oler al estofado que se cocinaba en una gran olla, casi cayéndose dentro de ella tras inclinarse demasiado, siendo atrapada por el niño.