3.

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Era como si mis ojos fueran una cámara que fotografiara el momento, sabiendo que iba a tener la imagen para siempre

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Era como si mis ojos fueran una cámara que fotografiara el momento, sabiendo que iba a tener la imagen para siempre.

Él estaba ahí de pie parado frente a ella, mientras ésta miraba fijamente a sus zapatos. ¿Qué estaba pensando?.

Como sea, su cabeza estaba por los cielos, se encontraba nervioso y ni siquiera sentía los dedos de sus manos, es que era muy linda, tanto que incluso tenía miedo de hablar y que las palabras se le trabaran en la lengua.

Por su parte la chica alzó la cabeza solo para mirar a Kazutora, él siempre fue bueno con ella, pero habían veces donde el chico no cuidaba sus palabras y debido a ella su paciencia solía terminar muy rápido.

Quizá algunas personas aman de una manera diferente, y eso solo importa. Pensó ella.

Ni siquiera quería reclamarle, no quería dramatizar la situación y no quería arruinar el buen ambiente que él chico tenía con sus amigos, así que prefirió dejarlo pasar y convencerse de que no volvería a suceder.

—Hanae— le llamo Baji a lo que ella se sobresaltó ligeramente y lo miró atenta— ellos son mis amigos, Takemecchi y el vicecapitan de mi primera división, Chifuyu. — señaló.

La chica soltó una pequeña sonrisa y alzó su mano como saludo.

—Soy Hanae— se presentó—Kazu, me trajo— señaló, el mencionado cruzó sus brazos mientras la observaba.

¿Cuando será el día en que vaya a soltar una buena sonrisa?.

—¿Que te parece la Toman?—preguntó Takemichi.

—Es genial— respondió— parece que tiene hombres muy fuertes.

—¿Huh?- Draken se acercó a la conversación. — por supuesto que los tiene— habló con tono intimidante—por cierto, hola Hanae-chan— se agacho a su altura con una sonrisa dulce.— Draken, estoy para lo que necesites.

—Gracias— le miro dulcemente.

—Oye Ken-chin, tengo hambre—llego Mikey mirando al más alto con un puchero.

Solo quedaban los capitanes y los vice en el lugar, los demás sujetos ya se habían ido a su casa, lo cual hacía más simple escuchar la conversación de quien sea.

Demonios, yo también tengo hambre. Se dijo para si misma.

Se sacudió su chaqueta y empezó a caminar a una dirección contraria, Chifuyu frunció el ceño, ¿a dónde iba?.

—¡Oye! ¡Tamayito!— le gritó Kazutora—¿a dónde vas?—trotó hasta llegar a su lado.

—Iré a un puesto de ramen que está cerca de aquí—explicó—tengo hambre.

楽園のこちら側 ➪ Chifuyu Matsuno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora