O1. (no) es amor | kaeya alberich.

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O1

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O1. (no) es amor | kaeya alberich.

" trémula vigilia trinidad
que puede ser caverna fortaleza nido
como una linterna
el resplandor sube de tu cuerpo
fragua del deseo
júbilo del inmortal perfecto
ángel de la lascivia. " — norberto codina.

rhea. kaeya.
kaerhea.

                con mi otra mano tracé las siluetas de sus muslos, fornidos pero suaves ante mi tacto. pensé en todas las veces donde deseé hacer exactamente eso en ocasiones pasadas, sin siquiera considerar la exposición a la que me enfrentaría ahora que estaba en ello, con la mano de kaeya tanteando mi punto sensible entre mis muslos, rompiéndome en dos no solo físicamente– emocionalmente.

                        rhea tenía una debilidad por mi mano en el doloroso punto entre sus muslos, lo sabía por la sinfonía de gemidos que inhalaba y exhalaba en mi oído. estaba fascinado por sus reacciones, porque no era como ninguna otra persona que yo hubiera conocido antes incluso si sí había sentido dicha fascinación antes, sin embargo, todo era frío, condenadamente frío, tanto que de alguna manera había calidez.

                no sentí querer hablar, tampoco como que podría hacerlo cuando incluso mi respiración se contraía debido a momentos repetitivos y tortuosos de kaeya que arrastraban consigo la diversión de tener el poder. yo también quiero tener el poder. en algún paraje del parsimonioso soplido hecho momento, sus labios se fueron hasta mi cuello, por lo que comenzó a alternar y a combinar los movimientos de su mano con los besos que eventualmente acabarían por dejar marcas de un amor que no existe. porque el amor no existe entre nosotros.

                no había necesidad de palabras, porque el único sonido eran la prueba de que rhea se estaba haciendo y deshaciendo en mis manos y los que producían mis labios cuando se pegaban y despegaban de su cuello. la paz que traía la oscuridad en la que estábamos se quebraba contra el mueble donde estábamos y un temblor que vino acompañado con un " por favor, kaeya " me hizo sonreír, sabiendo que alguien como rhea nunca le había rogado a alguien ni le rogará a nadie que no sea yo. porque solo yo la hago sentir así, y es solo a mí a quien busca, incluso si puede tener a quien quiera.

nuestros labios se unieron. casi nunca me deja besarle a los labios, y yo tampoco lo hago porque en el fondo me da miedo enamorarme de su persona y no únicamente de lo que me hace sentir. sus besos saben dulces, y son todo lo que necesito, pero no son lo que necesito.


¿que por qué le amo? porque tiene el misterio calado hasta los huesos y el salvajismo impregnado en su ser, pero tiene los ojos más gentiles del mundo y un sinfín dé historias tejidas a un pulso desordenado en su alma. . . además, amar a alguien que no te ama es divertido, porque recibes la emoción de los toques y el dolor de la distancia. es poesía.

 es poesía

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YOUR TEETH IN MY NECK, gi drabbles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora