4 🎁

1.5K 182 4
                                    

—Aquí es—señaló Yoongi observando la fachada de una bonita casa de tan solo un piso—. ¿Acaso aquí vive?

—No... Esta no es su casa—respondió Taehyung confundido—. Supongo que tengo que entrar para ver que es todo esto.

—Te esperaré por un rato, y si no te convence lo que sea que haya hecho, vienes y nos regresamos.

—Gracias hyung.

El castaño caminó y tocó el timbre para ingresar despacio luego que su novio abriera la puerta.

—Hola Tae... —saludó y le dio un pequeño beso en la mejilla luego de ver el semblante decaído de su pareja—. Siento haber demorado tanto y no poder responder a tus llamadas.

—Ya está Kook... —dijo bajito mientras analizaba un poco la habitación en la que estaban, era una sencilla sala que poseía una pequeña cocina, pero lo que más destacaba era la gran puerta que suponía llevaría a un patio o algo por ese estilo.

—No Tae, Yoongi hyung me contó que te sentiste mal porque tu cabecita comenzó a hacerse ideas equivocadas. Además, vi las publicaciones que hiciste ahora que mi celular revivió—tomó sus manos y beso sus nudillos—. Por eso quiero aclararte que se me paso el tiempo, nunca estuve con nadie, y ni siquiera pensé que fueras un intenso con esto de pasar la Navidad juntos.

—Oh... Lo siento si te parezco muy inseguro.

—No cariño, te comprendo, pero quiero que veas algo antes de seguir con este tema. Cierra los ojos, por favor—pidió y agarró su mano con firmeza.

Taehyung asintió un poco dudoso y se dejó guiar, paso a paso hasta que escuchó como Jungkook abría esa puerta que había visto con anterioridad. Sintió su mano nuevamente libre y al instante su novio le habló con dulzura

—Ya puedes ver.

Con lentitud abrió sus párpados y sus ojos se inundaron por lágrimas que amenazaban con salir.

—Qué...

—Esta es mi sorpresa de Navidad, TaeTae—sonrió con orgullo—. Espero sea de tu agrado.

—Es hermoso...

El castaño afirmó detallando con su mirada todo el amplio patio que estaba decorado al estilo de la festividad que tanto le gustaba. Con varias luces alrededor de los árboles pequeños que ahí yacían, además de las bonitas flores que estaban acomodadas en unas jardineras y la mesa que estaba en el centro decorada con velas y otros adornos.

Simplemente encantador.

—Bueno... Esta es mi sorpresa por la que tanto me demoré—jugó con sus dedos un tanto nervioso por no saber que palabras escoger—. Alquilé este lugar y lo decoré, además preparé una cena muy liviana para los dos, porque estoy más que seguro que ya comiste un montón donde tus amigos al igual que yo en mi casa.

—Dios, ahora me siento tan tonto—se reprochó comenzando a sollozar—. Tú organizando algo tan bonito y yo con mis tonterías.

—No bebé, no llores—se acercó y lo abrazo—. Ya te dije que no te preocupes por eso, yo mismo sé lo que te costó aceptarme como tu novio por el miedo que tenías de que otra vez te volvieran a engañar, pero yo no soy así.

—Es que eres increíble, Kook. Este tiempo que hemos pasado juntos ha sido genial. Por lo que algo malo debo tener que por eso siempre me terminen engañando.

—Por supuesto que no, eres la persona más encantadora que he podido conocer. Y esos que se atrevieron a jugar con tus preciosos sentimientos son un montón de idiotas que no supieron ver tu valor. Pero también puedo asegurar que, aunque sea poco tiempo el que hemos compartido, no importa en lo más mínimo, porque te aseguró se volverá eterno—acarició el cabello del bonito chico que tenía en sus brazos—. Aunque pensándolo bien agradezco que esos tontos se alejaran, así yo pude estar contigo.

—Eres bobo... —sonrió entre lágrimas, mientras se dejaba mimar y más se acurrucaba en ese fuerte pecho.

—Pero soy tu bobo—tomó su rostro y limpió con sus pulgares aquellas lágrimas—. Ya no llores, solo disfruta lo que preparé para ti.

—Está bien, Kookie. Gracias, pero espera que llamaré a hyung para decirle que puede irse.

—Bien, hasta mientras yo iré a por la comida—anunció y dejó al chico solo por un rato mientras este le avisaba al mayor que estaría muy bien por las siguientes horas.

Yoongi con una sonrisa cortó la llamada del menor y se retiró del lugar. 

A los minutos Jungkook llegó al lado de Taehyung, dejando un delicioso plato de comida casera que le abrió el apetito nuevamente.

Era un plato ligero como el menor le había dicho, pero no por eso menos delicioso.

—Estuvo muy bueno. Cocinas rico, cariño—halagó el mayor y Jungkook se sonrojó con fuerza—. Todo lo que preparaste fue espectacular.

—Gracias TaeTae—le sonrió con ternura y tomó la botella de vino para servirle una nueva ronda a su pareja—. Es lo menos que se merece un príncipe como tú.

Taehyung se avergonzó por el apodo cariñoso, pero no pudo evitar sentir la emoción de las características maripositas en su estómago—. Te quiero mucho, Kookie.

—Yo también te quiero un montón—se acercó a su mayor y se arrodilló frente a este—. Espero que con esto te quede más que demostrado que haría cualquier cosa por ti. Yo que no era tan fan de la Navidad preparé todo esto para ver esa hermosa sonrisa que quiero cuidar de todos y de todo. 

Nunca más te sientas menos por cosas del pasado, porque eso ya quedó atrás, estamos viviendo el presente y solo quiero que no olvides que eres quien tiene mi corazón, mi persona especial con la que deseo compartir un montón de aventuras y el único capaz de llevarme al cielo con un solo beso, eso eres tú, mi lindo osito de invierno.

—Oh, Kook... Gracias por todo, lo digo enserio—luego de ese maravilloso discurso, el mayor se puso a la misma altura que el contrario para al fin unir sus labios en un profundo beso en el que no pudieron evitar sonreír.

Por muy dentro de ellos, comprendían que el sentimiento era tan puro que continuaría hasta el futuro por muchas navidades más.

Y así la noche siguió con la maravillosa velada que recordarían con mucho cariño quedaría grabada en sus corazones.

Porque aquella festividad había sido testigo de su dulce amor e historia que apenas comenzaba.

Una sorpresa de navidad; tk auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora