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SASUKE

5 meses era el tiempo que llevaba Naruto desaparecido y cada cierto tiempo nos juntabamos los del equipo de baloncesto y americano a rezar por el; habíamos buscado por todos lados, buscando pistas pero no había nada, en la escuela se hacían ceremonias en su nombre y su casillero y pupitre estaban llenos de flores, regalos y fotos.

Su padre... había entrado en una terrible depresión todos los días lo veía cerca de la escuela preguntando a las personas en la calle si sabían de su hijo, había contratado policías privados y aún no había conseguido respuesta.

En estos momentos nos encontrábamos los del equipo de baloncesto y básquet rezando por el bienestar de Naruto; era lo que haciamos siempre antes de entrenar.

- no puedo creer que con todo el dinero del mundo y los mejores policías privados aún no puedan encontrarlo- escuche que decía Kiba; mejor amigo de Naruto.

-deberíamos ir hoy a visitar a su papá, darle ánimos y no se, llevarle algunas despensas - dijo Siguetsu.

Terminando el entrenamiento los amigos de Naruto, yo y Siguetsu, caminamos hacia la casa del señor Minato.

Nos recibió con una triste sonrisa y nos invitó a pasar, hablamos un rato sobre Naruto y comimos un poco. Entonces el teléfono de la casa comenzó a sonar.

AUTORA:

Minato atendió de inmediato.

-señor soy Kakashi detective privado-

-¿ si?-

-encontramos a su hijo...- La cara de Minato se lleno de asombro y sus manos comenzaron a temblar - lo están llevando al hospital de la hoja-

-voy en camino- colgó el teléfono y corrió a tomar su abrigo y un par de cosas - ¡¡lo encontraron!!- la cara de todos era de asombro y felicidad.

Todos corrieron hacia el auto de Minato y como pudieron se amontonaron para llegar al hospital; bajaron deprisa y preguntaron por el paciente Naruto Usumaki.

-entro a terapia intensiva- fue lo que dijo la doctora.

-¡¡¿cómo que a terapia intensiva, que le sucedió a mi hijo?!!-

- señor calmese por favor, le explicare la condición del paciente por favor tome haciento-

Horas antes con Naruto:

No podía mover más su cuerpo, no podía abrir sus párpados estaban tan hinchados por los golpes que abrirlos le dolia, sus muñecas dolían, su respiración era cada vez mas difícil y sus piernas ya no las sentía; su cuerpo se sentía más débil que otros días tal vez moriría; su entrada goteaba  sangre, estaba a punto de ser del tamaño de una ballena, un coño del tamaño de una ballena; esbozo una enorme sonrisa y comenzó a reír como loco, hasta convertirse en una risa de dolor y tristeza, un par de lágrimas rodaron por sus mejillas. moriría. nunca pudo hablar con Sasuke, no volvería a ver a su papá, no vería más a sus amigos, no cumpliría sus sueños, todo había terminado pero estaba feliz, este infierno iba a terminar y si dios era compasivo tal vez iría al cielo y veria a su madre; sólo le quedaba esperar, esperar a dar sus últimas respiraciones.

Entonces gritos y golpes se escucharon fuera de aquel cuarto rojo que había sido su prisión por ¿ cuanto?, ¿ cuanto tiempo llevaba ahí dentro?, había perdido la noción del tiempo, tal vez estuvo años.

Pasos se escucharon apresurados hacia su habitación, tembló al pensar que aquellos hombres abusarian de el una vez mas; pero estaba harto de luchar en algún punto se dio por vencido sabía que escapar sería imposible en su condición y luchar sólo empeoraria  la situación; ahora simplemente miraba aquella bombilla en el techo y dejaba que todo terminará rápido, esa bombilla había sido su salvación, su luz; viéndola a ella podía perderse por un par de minutos he imaginar que estaba en casa.

Entre Paredes Rojas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora