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and i will do whatever it takes

¡Bueno bueno, hola! ¿Que tal las cosas por ahí? Acá todo bien si y...decidí dejar el dibujo de antes para otro momento. Se sentía como si necesitara un descanso, y yo también. El descanso fue bonito. Pero mas, se sentía como si lo estuviera forzando. 

No se como es el sentimiento, pero tengo una metáfora. Forzar algo es como plantar cuando no es temporada, tal vez salga algo pero siempre sentirás que algo simplemente no anda bien. Esa es la diferencia entre no rendirse y forzar, en uno de los dos ya sabes el resultado, pero parece mas fácil simplemente seguir y seguir.  Porque a lo mejor si seguís intentando, en algún momento va a tener que salir, que solo falta un poco mas. 

Tal vez no, aún así nunca lo sabremos. Pero hay cambios que no llegan nunca y aguantar un poco mas por ellos significa seguir sufriendo, aveces innecesariamente. Es sano saber cuando es suficiente, que uno tiene el derecho de parar. 

Rendirse no es malo, puede que signifique decirle adiós a un sueño pero no representa debilidad, porque aquello es muy valiente. La situación era muy complicada, ¿hasta cuanto uno debe aguantar para darse cuenta?. No hay vuelta atrás cuando empiezas pero siempre se puede empezar de nuevo. Eso es rendirse, empezar de nuevo por otro camino, aveces incluso en otro mapa.  

Es una oportunidad para pedir ayuda, para alejarte de situaciones conflictivas y para salir fortalecida. Cuando lo haces, descubres que tienes más herramientas, pese a lo que puedas pensar, porque eres una persona que toma sus propias decisiones y elige el camino a seguir.

Además, la forma en la que te rindas es la que determina si en verdad has ganado o perdido. Pelear por algo por tanto tiempo puede producir daño, que aveces ni la victoria puede reparar.  Rendirse, cuando es algo que decidís, no siempre está relacionado al dolor o la sumisión.Está relacionado con la aceptación.

Entonces no te rindas, pero cuando sientas que quieres hacerlo, ten en cuenta, siempre, que va a estar igual de bien. 

-Alguien quien si te durmieras en su hombro, no movería un mísero músculo hasta que despertaras. No importa si no te conociera, seguramente lo necesitabas.