𝓼𝓲𝔁 𝓪𝓶 (𝓽𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓻𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 𝓸𝓼)(𝓱𝓪𝓷𝓶𝓪 𝓪𝓷𝓭 𝓴𝓲𝓼𝓪𝓴𝓲)

ඞ𝖕𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖚́𝖓𝖎𝖈𝖆ඞ

El aroma a alcohol y alucinógenos variados era notorio desde el momento en que ingresó al hogar ajeno, instintivamente arrugó su nariz en lo que buscaba adaptarse. Entrecerró sus orbes claros examinando sus alrededores como un depredador en busca de su presa, sin embargo, no llegó a visualizar nada o nadie que pudiera ser interesante, o eso conforme a su manera de ver el mundo, aunque logró observar a varios adolescentes alcoholizándose y bailando, además de a un rubio teñido subir a una mesa para disponerse a bailar con una botella de vodka en su mano izquierda, pero no logró su cometido ya que una jovencita de cabello corto lo jaló de la mano y se lo llevó algo avergonzada susurrando algo incomprensible.

Le restó importancia a ese suceso prefiriendo centrarse en música extranjera que resonaba en el lugar, así mismo como en la mesa frente a él donde se encontraban diferentes bebidas alcohólicas, estas iban desde las más suaves hasta las más fuertes.

Sin pensarlo dos veces vertió parte del contenido de una de las tantas botellas en un vaso de plástico y se lo llevó a los labios, observando con detenimiento el líquido por unos momentos para posteriormente beberlo como si de agua se tratara, mas eso no evitó que por un momento sintiera un leve ardor recorrer su garganta. Y así continuó durante un tiempo más, incluso llegando a aceptar de aquellas "píldoras" de diversos colores, por primera vez en lo que llevaba de noche se sentía "vivo" por el incremento de sus latidos y la euforia inducida por la mezcla, que a ojos de un profesional no era nada buena. Seguidamente a esto emprendió paso hacia cualquiera de los rincones de la fiesta donde pudiera llegar a encontrar alguien que ante su criterio fuera interesante, incluso si solo era para bailar un rato dejándose llevar por el nuevo estilo extranjero que se había vuelto tendencia.

En su recorrido se topó con varias personas que podía considerar "conocidos no tan conocidos", entre los cuales destacaban un grupo de jóvenes que estaban haciendo apuestas de quién acababa poniéndola, quien terminaba perdiendo su celular o si habría alguna salida de clóset esa noche a causa del alcohol; dejando eso de lado, desde una distancia prudente había una persona que pudo llamar su atención. En cuestión, se trataba de un joven de hebras teñidas de rubio algo oscuro llegando a una tonalidad cobre, así mismo, el susodicho poseía lentes de marco dorado y llevaba una vestimenta bastante informal, pero eso no evitaba que desprendiera una cierta de aura de misterio e incluso analizándola a más profundidad, desconfianza de estar en ese lugar. A simple vista aquella persona parecía no ser de los que se adentran a fiesta de clase y mucho menos con todas las cosas, en un cierto grado, ilegales que quien sabe dónde lograron obtener.
Sonrió de lado dejando a la vista por breves segundos uno de sus caninos levemente más largos de lo normal, y sin más se acercó al joven manteniendo una expresión de confianza y rastro de creciente alegría mezclada con curiosidad plasmada en su rostro.

— ¿Bailamos? — propuso sin más extendiendo su mano como para que el adverso la tomara en caso de una respuesta afirmativa.

El rubio teñido frunció ligeramente el ceño por un momento, analizó la propuesta del adverso unos segundos antes de aceptar y tomar la ajena, durante el proceso no entabló ninguna palabra que no fuera de las necesarias, acción que hizo crecer aún más la curiosidad del de hebras oscuras. Hanma se encargó de llevarlo hacia la pista de baile improvisada que habían realizado en la sala del hogar, una vez allí comenzaron a bailar. Al inicio, el rubio se mantenía algo receloso respecto con la presencia del más alto, pero conforme las canciones iban subiendo de tono y los vasos de alcohol llegaban a sus manos acabó por desenvolverse más, de esta forma consiguiendo realizar movimientos cada vez más cercanos y que tenían como finalidad provocar y demostrar que no debía de ser tratado como cualquier persona, hasta por momentos fue quien llevaba las riendas del baile.

Hanma despertó desorientado, su cabeza parecía poder estallar en cualquier momento debido a la resaca, a penas recordaba lo que había ocurrido ayer, frotó con cuidado sus ojos para posteriormente analizar el lugar donde se encontraba, un suspiro que denotaba alivio salió de sus labios al percatarse que estaba en su habitación, aunque aquello no perduró demasiado en cuanto dirigió su vista a su lado.

— ¿Uh? — musitó con algo de sorpresa tratando de recordar cómo había llegado a esa situación, aunque también lo más prudente hubiera sido preguntarse el cómo llegó a casa sin matarse por todo el alcohol que había ingerido.

Con rapidez se levantó de la cama y con esto se dio cuenta que se encontraba desnudo, formó una mueca y se colocó con rapidez su ropa, tomó su teléfono y revisó la hora, eran exactamente las seis am. Solo por las dudas revisó el registro de llamadas, de inmediato la sensación de paz momentánea recorrió su cuerpo al fijarse que no había realizado ninguna llamada estando alcoholizado, ahora solo le quedaba pensar en qué hacer con el joven que seguía durmiendo en su cama.

 Volvió a tomar asiento sobre su cama debatiendo mentalmente si despertar o esperar a que despertara su acompañante inesperado y tratar de averiguar si el de cabello teñido recordaba algo. Sin saber qué hacer, se dispuso a observar de mejor manera a su acompañante nocturno, debía de admitir que no tenía una mala apariencia, a sus ojos, era bastante atractivo y con un aura que imponía respeto, incluso mientras se mantenía dormido, parecía ser alguien con quien no se debía de tratar a la ligera, y eso le intrigaba. 

Repentinamente el joven teñido de rubio se removió entre las sábanas hasta finalmente abrir sus ojos con pesadez, tal parecía que también el alcohol le estaba pasando factura, en cuanto el adverso tomó consciencia de que no estaba en su casa y estaba junto a un desconocido, el ambiente se tornó incómodo, de igual manera parecía que la tensión podría cortarse fácilmente.

— No sé bien qué ocurrió anoche, pero solo se quedará en eso, algo de una sola noche — rompió el silencio el de hebras teñidas guiando su mirada al de mayor estatura, posteriormente se colocó su ropa y salió del lugar.

Tampoco fue como que Hanma lo detuviera para preguntarle su nombre o algo parecido, después de todo, eso sería una situación que solo llegaría a ocurrir en una de esas telenovelas cliché que se emitían a partir de las cuatro de la tarde. Suspiró para tomar su celular de nueva cuenta y marcar uno de los contactos, no iba a quedarse con la curiosidad de aquella persona.

Tras varias veces de llamar al mismo contacto, finalmente su llamada fue atendida entre algunos gritos y maldiciones por la hora en la que llamaba, no le importó demasiado aquello y preguntó si conocía al muchacho que había salido de su apartamento tiempo atrás, como si de un golpe de suerte se tratara recibió una respuesta afirmativa.

"Así que su nombre es Kisaki Tetta, decidido, buscaré quedar con él de nuevo aunque sea para hablar", pensó una vez colgó la llamada.

Nota:

Antes de nada quisiera pedir perdón por mi redacción, no siento que fue la mejor, pero hice lo que se pudo, y lamento si las cosas se sintieron muy rápidas, no sabía bien cómo escribir todo lo que tenía en mente :(. Pero dejando de lado eso, espero les haya gustado :heart: