sentido a mi vida

I

He pasado años, concretamente nueve. Mi vida dio un vuelco de 80 grados obligándome a cambiar a la fuerza, así, sin mas. Les daré un pequeño resumen de mi oscura y poco llamativa vida. 

Cuando cumplí siete años comencé a ser victima de aquello que hoy en día llaman "bullying", durante toda mi primaria el miedo y la vergüenza eran lo único que me invadía, y desde entonces empezaron los traumas. La obsesión con bajar de peso fue lo primero en llegar, puesto que los comentarios en casa tampoco ayudaban de a  mucho. Comencé a sentir asco al comer, hacia cualquier cosa relacionada con la comida. Llegue a sobrevivir días con chicles y agua, y muy de vez en cuando uno que otro café. 

Después comenzaron a juzgarme por mi color de piel. Allí comencé a creer que solo la gente de tez blanca y pálida seria atractiva para los demás, y me odie, me odie a mi mismo por ser moreno, por ser "rellenito", por ser yo.

Los años pasaron, y cumplí 13 años, aún recuerdo aquel día como si hubiera sido ayer. Me había vestido de negro puesto que siempre fue un color que llamo mucho mi atención. Mi madre me llevo a un salón para que arreglaran mi cabello -otra inseguridad mía- aunque parezca tonta, todas mis inseguridades salieron a flote gracias a los comentarios innecesarios que hacían las personas en mi escuela, y no miento cuando digo que todos lo hacían, sin excepción alguna, nadie se quedaba callado cuando de hablar sobre mi se trataba, y no precisamente de cosas buenas. 

"Estas un poco pasada de peso." decían los chicos."Que horrible cabello, deberías plancharlo." decían las chicas. Aunque bueno, al menos ellas lo camuflaban diciendo que solo eran consejos para verme bien, sin embargo, eso no hizo que me sintiera mejor.

El día que cumplí 13 años fue la fecha en la que mis cumpleaños pasaron de ser "felices" a ser solo un día más del calendario, y no porque mis padres lo hayan olvidado o algo así, lo que paso fue mucho peor que eso, más grave que me hayan dado un tortazo en la cara utilizando el pastel, o que mis familiares no hayan podido asistir ese día, de hecho, creo que hubiera preferido eso a lo que paso, que no hayan asistido, o al menos, él no.

"Recuerda que no puedes decirle nada a nadie sobre lo que ha pasado ¿entendiste?, de lo contrario me veré obligado a contarle a tu adorado padre lo puta que eres."

Jamás en mi vida había sentido tanto asco y miedo en mi jodida vida, estaba allí, tirado en el suelo, desnudo y desvergonzado por el reciente acto que había sucedido. Allí en mi propia casa mientras mis padres dormían, mi primo Ander había abusado sexualmente de mi, obligándome a hacerle una felación en dos ocasiones y a quedarme callado cada vez que me embestía para que mis padres no despertaran.

Aún recuerdo como estaba tirado en aquel frío suelo, con mi ropa tirada a mi alrededor y con la boca llena de un fluido blanco y viscoso que en ese entonces no sabía lo que era, además de la sangre que brotaba de mi intimidad a causa del fuerte abuso que había sufrido, puesto que como ya pretenderán, Ander me desvirgo en contra de mi voluntad, y lastimosamente no fue la única vez que me violo.

Tenía tanto miedo que le hice caso en lo que me decía, en lo que me pedía hacer, no quería que le dijera nada a mis padres, y yo tampoco quería hablar por miedo a que el me hiciera daño a mi o a la gente que quiero. Y así pasaron 6 meses, cada vez que el quería abusar de mi, lo hacía sin remordimiento ninguno, y yo simplemente le dejaba, sin poner resistencia, sin emitir ningún sonido, sin siquiera mirarlo, porque me daba asco, me daba asco ver su rostro, me daba asco sentir sus manos sobre mi piel, me daba asco sentir sus labios sobre los míos, todo lo que el me hacía, incluso con solo verlo sentía arcadas.

Nunca sospecharon nada, jamás dije nada, y hoy en día me arrepiento de haber hecho eso, de no hablar cuando tuve la oportunidad, porque si lo hubiera hecho, las cosas habrían sido muy diferentes, al menos para mi y para la mierda que dice ser mi familia.