-Damiano, necesito que prepares la habitación 93 en el ala sur - dijo dejando un expediente en la mesa - Mencía, diciocho años, argentina - continuo inexpresivo - el resto está en el expediente, es la primera vez que le damos un caso a un pasaje pero carecemos de personal y has demostrado que tenes las capacidades necesarias para llevar este, confiamos mucho en vos.
-Muchas gracias- respondí sonriendo. Tome el expediente de color lila y comence a caminar al ala sur, el nombre de aquella chica y su edad daban vueltas en mi cabeza. Tan solo tenía dos años menos que yo pero iba a perder una cantidad considerable de tiempo encerrada en un psiquiátrico, ¿Por qué?
Entre en el cuarto, se encontraba frío y el olor a humedad penetraba mis fosas nasales con un poco de nostalgia. Abrí la carpeta lila sobre el escritorio y comencé a leer para no cometer errores al verla.
"1 de julio: Paciente de dieciocho años, argentina con depresión aguda desarrollada por un evento traumático. La paciente fue testigo del suicidio de su pareja luego de un hostigamiento por parte de un anonimo, la misma expresa que su vida fue un calbario y cree que los acontecimientos se desarrollaron por su culpa. A su vez tiene ataques de pánico crónicos, ansiedad generalizada (diagnóstico previo al incidente) y su cuerpo se resiste a los medicamentos.
5 de julio: Luego de su primera visita la paciente dejó de comunicarse. Se activaron los protocolos de protección y seguimiento continuo por lo que será derivada al psiquiatra Perrie Janet a la brevedad con la estimación de tres meses con posibles modificaciones debido a sus posibles mejoras."
Mi piel se erizó con cada palabra que leía y mi pregunta cambió por completo, pasó de un ¿por qué? a un ¿cómo sigue con vida?
Preparé la habitación para hacerla lo más cálida para ella, deje todo listo y salí para acompañar a los pacientes en el recreo. El patio era gigante por lo que los pasantes y enfermeros debían distribuirse por sectores para mantener todo bajo control.
-Damiano- escuche y al instante me di vuelta
-¿Cómo estás Emyl?
-Hoy comí todo- contestó tímidamente.
-ME ALEGRO MUCHISIMO ENANA- solté para abrazarla.- ¿cómo te hace sentir eso?
-Feliz pero al mismo tiempo me cuesta mucho
-Paso a paso- le dedique una sonrisa
-Patrick me dijo que hoy va a ingresar una chica de mi edad y que va a hacer de niñero por un tiempo.
-No voy a hacer de niñero - rei-Si vos decis
-Vas a tener a alguien más con quien pasar las tardes
-Me emociona un poco, espero que sea buena onda
Las horas pasaron y mi primer turno estaba a minutos de terminar, camine a los vestidores y me quite mi uniforme bordo. Tomé mi mochila, saludé a Emyl y salí de aquel lugar. Una vez en el estacionamiento me subí a mi auto y suspiré, tenía hambre y estaba muy cansado.
Pase por Choppey y pedí el café con el sanguche que pedía siempre para manejar media hora hasta la universidad.
El cielo nublado y la brisa helada me hacían recordar a mi amada Italia en invierno, el estacionamiento de la universidad era el epicentro de los niños ricos que estudiaban derecho obligados por sus padres y el estereotipo de las porristas de película, para mi gusto muy hormonales.
-Damiano- soltó Patrick corriendo en mi dirección -No te vi hoy en Perrie Janet, ¿cómo te sientes?
-¿Con que?- dije dándole la mitad de mi sanguche
-La chica nueva- respondió dándome la mitad del suyo. Siempre hacíamos lo mismo, cada uno tenía la mitad del sanguche del otro sin importar que tan feos sean.
-¿Hay una chica nueva en la clase?- tome la mitad que me daba el pelirrojo.
-No bestia, en el loquero
-No la he visto aún- tome un poco de mi café e hice una mueca - me olvidé de ponerle azúcar.
-Dame- solto para quitarme el café y darme un termo - hice dos termos de café...con azúcar.
-Perfecto- sonreí- no le digas loquero.
-No le digo loquero pero no te encariñes con la nueva- levantó una ceja - esa chica no es como Emyl, no puedes protegerla y mucho menos enamorarse o algo así.
-Yo no me enamore de Emyl- hice un gesto- solo le doy el apoyo que necesita, como hermanos.
-Lo se, pero cuando veas a la nueva no le vas a querer dar el apoyo que le das a Emyl - comenzó a caminar- te va a gustar, te conozco.
-¿La viste?- camino tras el.
-Si.
-¿Cómo es?
-Hermosa pero con ojitos tristes.
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Aún en mí piel.
Ngẫu nhiênElla vio morir a quien amaba, el le saco una sonrisa cuando estaba vacía por dentro, los fantasmas de sus pasados los persiguen y las personas de su presente los quieren lejos uno del otro. El misterio de una muerte, las marcas de un abuso, la memor...