Perséfone
Hablar con Sero es como hablar con una persona latina. Bastante alegre y amable, tenía mucho de que hablar con él cosa que nunca me había pasado y eso que he estado en muchos países y conocido a muchas personas.
S: Entonces, Persa. Puedo llamarte Persa, no?
P: Por supuesto, Sero- Sonreí y él hizo lo mismo.
S: Que te parece si el próximo fin de semana te doy un tour por la cuidad, sirve que la conoces un poco más.
P: Me encantaría, pero tengo que ver si estoy libre. A veces tengo que ayudar a mi padre con su trabajo y suele ser tardado y tedioso.
S: A todo esto, Persa. En qué trabaja tu padre.
P: Tiene una empresa, la cual se encarga de hacer todo tipo de cosas.
S: En serio? Cómo que- Tomó un trozo de carne con una cuchara y se la llevó a la boca.
P: Desde hacer autos, hasta realizar viajes a todo el mundo o simplemente hacer fertilizantes para los jardines de las casas, etcétera.
S: O sea, que es una empresa multiusos o algo así?
P: Si, exacto. La familia se encarga de administrar bien todo el dinero.
S: Bebe ser mucho trabajo.
P: Lo es, pero cuando te acostumbras ya no es tan difícil.
S: Y en qué le ayudas a tu padre exactamente.
P: Lo suplo en juntas importantes, hago pruebas con los artículos nuevos que van a salir a la venta, incluso hago tratos con inversionistas importantes.
S: Eso no es demasiado trabajo para una chica como tú?
P: Puede que lo sea, pero he de admitir que gracias a muchas decisiones mías la empresa es lo que es hoy en día.
S: Lo dices como si estuvieras demasiado orgullosa de ello.
P: Lo estoy.
S: Y el ayudar a tu padre no interviene con la escuela?
P: Para nada.
Seguimos hablando y conociéndonos, hasta que llegó la chica rosa de la clase. Seguramente iba a molestar así que le dije a Sero que iba a buscar a mis hermanos, pero él se negó a qué me fuera y no me quedó de otra más que quedarme con él. En eso llegó la chica rosa.
M: Holaaaaa. Me puedo sentar, Sero?
S: Ehhhh, claro.- Dijo sin remedio y con algo de sorpresa cuando la vió llegar.
La chica se sentó a un lado de él y comenzó a comer su almuerzo.
M: Porque no nos esperaste, Sero. Siempre venimos juntos a comer.
S: Porque Aizawa-Sensei me pidió que le diera un recorrido Persa y a sus hermanos, que de hecho tenemos que buscarlos.
P: No te preocupes, les diré por mensaje que nos vean en la entrada del salón.
S: Me parece bien.
M: Les parece si los acompaño?
P: No me parece, lo siento.
M: Pero, porque no.
P: Si te soy sincera, linda. Solo estás aquí porque sientes celos de que Sero este pasando tiempo conmigo, en vez de pasar tiempo contigo. Me equivoco?
S: Mina, no jodas. ¿En serio?- Le dirigío la mirada algo malesto.
Parecía estar algo sorprendida, por lo que no pude evitar sonreír un poco.
M: C-como la sabes.
P: Es parte de mi Quirk.
S: Eres adivina?
P: No, Sero.
M: Entonces?
P: Conocen a los genios de las lámparas? Como el genio que aparece en la película de Aladín.
S: Si
M: Pero eso que tiene que ver.
P: Que mi Quirk se igual al de un genio, puedo hacer lo mismo que uno.
M: O sea que puedes aparecer y desaparecer cosas?
P: Si.
S: Cualquier cosa?
P: Lo que sea, solo digan algo.
La chica rosa de ojos oscuros puso cara pensativa, mientras que Sero parecía querer algo pero no lo decía.
P: Entonces- Insistí un poco y los ví curiosa.
M: Que tal algo de dinero o joyas, ya sabes cómo los piratas.
Sonreí y con un chasquido apareció lo que la chica pidió. Estaban sorprendidos, tomaban las cosas y las veían con mucha sorpresa, como si nunca hubieran visto tales objetos. Algo así como niños en navidad abriendo sus regalos en la mañana temprano.
S: Y todo esto es de verdad? O es falso.
P: Crees que haría aparecer algo falso? No sé por quién me tomas, Sero Hanta.- Me quejé y con otro chasquido las joyas brillantes y el dinero desapareció.
S: Es verdad, eres una chica bastante fina.
M: Y yo no?
S: Eres fina a tu manera.- Dijo sin tomarle importancia.
Y el par de amigos o novios comenzaron a pelear por ese pequeño comentario que hizo el chico. Así que me levanté y comencé a caminar por la escuela dando un recorrido a mi manera, viendo los alrededores, sintiendo la mirada de todos sobre mí y escuchando algunos susurros. Todo iba tranquilo, normal y bien hasta que choque con alguien, este ser se dió la vuelta y me vió con ojos enojados.
B: Que no tienes ojos para ver por dónde vas, extra.
P: Claro que los tengo, pero no enfoco a personas paradas como si el pasillo fuera de su propiedad.
B: Me estás diciendo idiota, extra?
P: Si eso quieres pensar, no es problema mío.- Me encogí de hombros y seguí caminando viendo algunos salones y demás, hasta que el rubio cenizo me jalo del brazo.
B: Quién te crees que eres para tratarme como alguien inferior a tí, ¡¿eh?!- Levantó un poco la voz, lo ví de arriba de abajo e hice mala cara.
P: Es obvio que somos diferentes, y como dices tú. Yo soy superior a tí y por mucho.- Me solté de su agarre sutilmente y seguí mi camino, así habría ocurrido de no ser por ese rubio de ojos color carmesí que me observaba muy enojado...
ESTÁS LEYENDO
La Traidora
FanfictionMiyamura Perséfone es una chica británica que por cuestiones de trabajo de sus padres se ve obligada a mudarse a Japón. Sus padres le hablan de una gran y prestigiosa escuela para héroes, al escuchar a sus padres hablar tan animados sobre esa escuel...