Jamás podría amar así

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Kaitlyn Mikaelson

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Kaitlyn Mikaelson.

Empujé la puerta del bar entrando mientras aplaudía sarcástica.

-Eso fue muy bueno- Dije hacía Caroline -Tirarlo por las escaleras, matar al otro de un infarto- Me crucé de brazos

-¿Qué estás haciendo aquí?- Me preguntó Stefan

-Oh, ya sabes, la comida a la noche es mucho más deliciosa, hay más oscuridad, más privacidad- Dije -También procuro que no dejen cadáveres por doquier para que nadie haga preguntas y nos descubran, lo normal, lo hago todos los días- Respondí sarcástica

Caroline soltó una risita y Stefan la miró.

-Dejanos un momento a solas- Pidió

La rubia rodó los ojos y se encaminó fuera del bar chocando nuestros hombros antes de salir.

-¿En serio? ¿Estás cuidándonos?- Stefan se acercó a mí

-Fui niñera de mi hermano por siglos, no me interesa cuidar a dos vampiros sin humanidad- Me puse frente a él jugueteando con los botones de su camisa

-¿Qué haces?- Preguntó sonriente

-Nada- Respondí 

-Si crees que chantajearme con sexo devolverá mi humanidad, te equivocas-

-Yo nunca dije eso- Negué posando mis manos en sus hombros -Pero puedo intentarlo- Susurré divertida

-No funcionará- Sus ojos emanaban una cierta oscuridad y aquel brillo comenzaba a notarse

-¿Estás seguro?- Me acerqué un poco más a él hasta que nuestros labios se rozaran

-Si quisiera tener sexo con alguien, llamaría a Caroline- Susurró -Oh, espera, ya lo hicimos, repetidas ocasiones-

Me separé un poco de él confundida.

-¿Qué?-

-De hecho, acabamos de hacerlo en esa mesa que está a tu lado- La señaló

-Estás mintiendo- Afirmé seria mientras bajaba mis manos

-¿Por qué lo haría? No tengo emociones, ya no me importa si eso te hace sufrir- 

Mis ojos se cristalizaron pero no permití que mis lágrimas cayeran, no enfrente de él.

-Creo que una lágrima esta cayendo por tu mejilla- Mencionó -Sé que te duele, no lo ocultes, sé que estás sufriendo y que te sientes traicionada porque tu mejor amiga se acostó con el amor de tu vida, ¿y qué crees? Lo disfrute tanto que volvería hacerlo hasta con mi humanidad encendida-

Sus palabras provocaron que mi corazón se estrujara y comenzara a sentir un nudo en mi garganta, supe que las lágrimas estaban a punto de salir, que no podría retenerlas por mucho tiempo, necesitaba que se alejara de mí.

The Kaitlyn Diaries (Libro 3: "Prison World")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora