U N O

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Media hora esperando, odio esperar ¿Dónde se habrá metido?

Pensaba, mientras pateaba una lata de coca-cola que estaba en el suelo.

El parque estaba un poco iluminado, pero tenía sus lados muy oscuros. Había citado a mi novio aquí, tenía que hablar con él. Seguro se andaba drogando como siempre, o andando con una chica, o tal vez dos.

-¡Amor! -me llama por detrás, mientras yo me volteaba para ver que estaba trotando.

Estúpido.

-¿Por qué te demoraste tanto? -pregunto, mientras ponía la mirada en blanco.

-Estaba con unos amigos, -sonríe de manera tonta-, ya sabes, baby -se acerca a mí para darme un beso, al cual yo retrocedo.

-Te he dicho que no me digas baby -suspiro en fastidio.

-¿Qué sucede mi amor? -hace un puchero, el cual odiaba desde que estábamos.

-Quería decirte algo -me cruzo de brazos, y le miro con desprecio.

-Cuente, aquí estoy para escucharte -me toma de las manos, pero yo me suelto de su agarre.

-Quiero terminar contigo -menciono, acabando ya con esta tontería de relación.

Yo no soy de relaciones serias, yo solo disfruto de la noche, porque sea mujer no significa que no pueda tener mis ratos de locura. Pero, este chico se apego mucho a mi, y ya me estaba hartando de que creyera que era su novia. ¿Yo con novio? Primero muerta antes que eso. Eso solo conlleva darle atención a una sola persona, y yo le doy atención al que me da la gana.

-Espera, ¡¿qué?! -exclama el rubio, mientras su rostro se tornaba confuso y alarmado.

-Lo que oíste, -digo, pronunciando más fuerte la palabra "oísteˮ-, quiero terminar contigo. -repito.

-Pero, ¡¿por qué!? -sus ojos se abren como platos, y su expresión es igual a la que tenía cuando lo conocí.

-Por dos razones -suspiro-. Una, ya te folle. Dos, nunca fui tu novia -dos de mis dedos se levantan, señalando las dos razones que tenia para dejarle.

-Tú no me puedes hacer esto -habla en un susurro con voz ronca.

-Lo estoy haciendo -le doy una sonrisa.

¿Esto te está molestando, ah? Cavilo.

-A mí nunca nadie me ha dejado, -habla de manera arrogante, como si fuese superior-, tú no serás la primera -se acerca más, y yo retrocedo los mismos pasos que el da a mí.

-¡Oh! sí que lo soy, -le doy una mirada de pocos amigos-. Ahora si me disculpas, me tengo que ir -camino por su lado, y él me sostiene el brazo con fuerza.

-Tú no vas a ningún lado -dice, y las ganas de golpearle van en incremento.

-Suéltame -forcejeo-, ¡que me sueltes! -forcejeo nuevamente, esta vez le pegue un puñetazo en la cara, y empiezo a correr.

Lo deje atrás quejándose del golpe repentino. Las calles estaban oscuras, y solo la luz de la Luna alumbraba el camino a mi casa. Mi móvil marcaba las 11:43 p.m. si mi madre supiera que estoy a esta hora en la calle me mata.

Mientras caminaba veía en mi teléfono que anime nuevo se iba a estrenar este fin de semana, soy fanática del anime, pero esto es un secreto que nadie sabe, ni siquiera mi mejor amiga sospecha de este gusto inmenso que tengo. Sí, soy la típica chica ruda y que tiene a todos los chicos a sus pies, pero con un tonto secreto.

Mis pasos eran lentos ya que estaba hundida en la pantalla y podía chocar con un poste o algo, y al parecer eso no fue de mucha ayuda porque me termine chocando con un desconocido.

-¡Hey! -vocifere-, ¡mira por donde caminas, idiota! -le digo, insultándole.

-¿Cómo quieres que vea a una pulga como tú? -bufa, y me da una sonrisa ladeada. No le podía ver el rostro bien por culpa de la oscuridad, solo podía ver su sonrisa estúpida.

-¡¿Cómo me dijiste?! -protesto, frunciendo el entrecejo.

-Pulga -repite el cómo me llamo, pronunciándolo más fuerte.

-No tengo tiempo para discutir con estúpidos -indico y me voy de allí, no creo que tenga la noche para gastarla con dos engreídos.

[...]

Llego a mi casa, y abro la puerta sin que mi madre se diese cuenta, subo las escaleras en puntillas de pies y entro a mi habitación. Busco mi móvil en mis pantalones, y no está.

¡Mierda! Con que ese fue el motivo de chocar, ¡idiota!

En ese momento con cuidado baje las escaleras, y fuí corriendo regresando al lugar donde había chocado con aquel chico. Con la respiración agitada me recosté en uno de los tantos faroles rotos, tratando de recuperarme. Obviamente el chico ya se había ido.

¡Joder! ¿Qué esperabas, Faith? Estaba claro que el chico no estaría aquí tranquilamente comiéndose un perro caliente; Pienso para mis adentros.

Me quedo perpleja ante lo tonta que puedo llegar a ser en situaciones de tensión. Él se fue, así que aparte de ser un ladrón de pacotilla, también tiene la culpa de que me duelan los pies.

Comenzaba a hacer frío, y los faroles no ayudaban a darle un aura mas calmada. Aunque a decir verdad, tenía más preocupación de toparme con Seth de por seguro borracho, a por lo contrario estar en las calles de noche.

Mis pisadas eran el único sonido que se escuchaba, mis tenis estaban sucios debido a los charcos en medio del asfalto. Tenía la mirada gacha y las manos en los bolsillos.

Aún no me acostumbraba a estar sin el celular. Sentía como si me hubiesen arrebatado un pedazo de mí, lo cual es cierto porque hoy en día la mayoría de los adolescentes tienen a su celular como si fuera su pareja.

Una risa se escapó de mis labios al pensar esto, me daba gracia ser tan crítica a veces. Precisamente yo era de esas que aman a sus dispositivos electrónicos, sorprendente.

[...]

-¡¿Cómo qué te robó el celular?! -la pelirroja de mi amiga me miraba incrédula. Su boca estaba abierta como una "O" bien grande, sorprendida.

Yo solo podía dar vueltas por la habitación ordenando por decimocuarta vez mi colección de discos.

-Es que me enferma no haberme dado cuenta rápido que no traía el movil -decía, mientras volteaba los ojos y cogía en mis manos un disco para colocarlo en el mismo lugar de siempre-. Y eso no es todo- me senté cansada en la silla que había enfrente de Dana-, tengo un gigante dolor muscular en mis pies por casi haber muerto corriendo a dónde estaba él.

-¿Haber muerto? -me mira extrañada, con una sonrisa alegre reflejada en su rostro- ¿No crees que exageras en esa parte?

-¿Exagerar yo? -dije colocando una mano en el pech- ¡Claro que no! -me levanto de golpe de la silla, haciendo que esta caiga al suelo-. Espero que te grabes muy bien estas palabras Danita -la señaló con mi dedo índice, sonando autoritaria como era habitual- ¡Yo, Faith Moore! -mi rostro se torna serio, en cambio el de la pelirroja se pone más alegre- ¡Prometo que no dejaré pasar este crimen! -alzo la voz-. Encontraré a ese imbécil. Aunque sea lo último que haga -me tumbo en la cama de golpe.

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Holita, malvaviscos.

Aquí empieza la aventura de Faith, a la cual espero nos acompañen ✧◝(⁰▿⁰)◜✧

Si les gustó el capítulo no olviden dejar un brillito (。•̀ᴗ-)✧

Esta historia es realizada por Thaly_Rodriguezg y malifc1

Espero les encante está colaboración, las actualizaciones serán en dependencia de como tengamos el día, pero no os preocupéis, traeremos capítulos siempre cuando podamos.

Besos con sabor a azúcar
(ꈍᴗꈍ)💙☁️

Ladrón de pacotilla ©[Pronto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora