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Para: MikaelaHiakuya6 gracias por hacer está petición. •• <<────≪ •◦⚜◦• ≫────>> ••
Chifuyu no era tan inocente como parecía.
Llevaban cuatro meses juntos. Los cuatro meses más cursis que habían vivido en sus cortas vidas, pero no les desagradaba en lo absoluto.
Mientras que Baji y Kazutora mimaban a su niño de todas las maneras posibles, Chifuyu se encargaba de llenarlos de besos a amboscada que la oportunidad se presentaba, y verdaderamente no había un mejor paraíso para los mayores que las tardes de mimos que el rubio les regalaba,aunque nunca lo admitieran en voz alta.
El menor de los tres estaba completamente en paz, esa clase de paz que te inunda cuando tienes a una persona con la cual hasta la lluvia se vuelve tolerante, con la cual bailarias frente a una multitud incluso sin saber cómo hacerlo y por órdenes del destino Chifuyu tenía a dos personas con las cuales la vida se le volvía estúpidamente sencilla. Dos personas las cuales se preocupan por el más mínimo detalle de su persona y él no puede estar más agradecido con la estrellita que le cumplió su deseo.
El amor que les rodeaba a los tres no podía ser más puro pero ahora los mayores debían lidiar con un nuevo problema que había dado sus frutos en la mente de Keisuke y Hanemiya compartía su pesar. Esta vez sus sentimientos no eran el problema, ahora eran sus malditas hormonas las causantes de las noches en vela de ambos adolescentes.
Recién habían comenzado las vacaciones de verano y aprovechando que los padres del menor se fueron a visitar a la abuela de esté, los tres jóvenes estaban habitandoen el departamento del susodicho.
Este hecho había complicado las cosas para ambos mayores y sus hormonas de adolecentes, les era imposible no dejar volar su imaginación cada vez que Chifuyu se paseaba en esos cortos shorts negros que usaba para dormir, cuando salía de la ducha usando únicamente unos diminutos bóxers o bien cuando dormían y pegaba su cuerpo a ambos chicos, causando una fricción involuntaria.
Ninguno de los dos quería atosigar a su chico con cosas del tipo sexual, ya que tal vez inconscientemente lo incomoban, pero no podían ignorar el hecho de que ambos eran mocosos de dieciséis años con un bonito novio que se paseaba desfilando sus carnosos muslos.
Lo que ellos no esperaban es que su niño bonito tuviera otros planes en mente y que "las cosas sexuales" no eran algo que le incomodaran, por el contrario, le resultaban sumamente divertidas las reacciones de sus chicos cuando se paseaba con ropa extremadamente corta por todo el departamento. Aunque no se esperaba que estos mismos lo encontrarán masturbándose con algunos de sus juguetes.
