Capítulo 19

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Brooke

Después de que pasara todo un año llorando todas las noches por no poder haber salvado a Sean, me prometí a mi misma no volver a llorar por nadie ni nada y Ester influyó mucho en esa decisión. Ahora que no siento una presión por parte de ella, me permití llorar todo lo que no había llorado estos años.

En las últimas semanas había perdido al que pensaba que era un nuevo amor, intentaron matarme más de una vez, descubrí que Sean no estaba muerto, que mi madre en realidad no era mi madre sino mi tía, que tengo primos dos años menor que nosotros y que probablemente estén tras nosotros.

Avente la almohada irritada, lance las sábanas de la camilla, los cojines y todo a mi vista. Sean entro y corrió a abrazarme. Mis piernas fallaron y ambos caímos al suelo. Su agarre se volvió más fuerte pero no me lastimaba. Mis manos estaban en su pecho, escondí mi cara en el mismo.

-Tranquila pequeña...- Empezó a acariciar mi cabello.

-Perdón, perdón por ser un desastre y alejarte.- Empecé a temblar por toda la rabieta que había hecho.

-No dejaré que te alejes Brooke. Perdón por salirme así, solo estoy cansado.. Te amo.- Beso mi frente y se aferró a mi cuerpo.

Después de eso Tony entró y me inyectó un sedante para que me calmara y poder descansar. Ya que necesitaba reposo absoluto. Y era algo difícil para mí cumplirlo.

Habían pasado tres días y estaba en casa de papá, hace dos días Blake y yo nos mudamos para acá, así cuidariamos de Elena y nos conoceríamos mutuamente. No habíamos conseguido algo con que rastrear a Ester, así que nuestras alertas estaban al tope.

Estábamos desayunando pero hace unos minutos había perdido la noción de la platica por estar perdida en mis pensamientos.

-Brooke.. Cariño, ¿me estás escuchando?.- cerre los ojos y Negué.

-No, perdón. ¿Qué decían?.- deje de jugar con mi tenedor.

-Después de sus clases en la preparatoria los espero en la sala de juntas, quiero platicar con todos. Tambien con el equipo Weller.- Elena.

-¿Hablar sobre?.- La mire.

-Compasión.- Asenti dudosa. No podía bufar enfrente de ella.

-Bien chicos nosotros ya nos vamos que se nos hace tarde.- Papá.

¿Tarde para que? Es el jefe, puede llegar a la hora que le plazca. Blake se despidió y fue por Valen como el buen novio que es. Yo me quedé sentada en el sofá sin ganas de ir a la escuela así que me quité los tenis, prendí la tele y me tape las piernas con la cobija tejida que estaba a mi lado.

Mi mochila estaba a un lado y dejé mi celular en la mesa de centro, empecé a cambiar canales a lo menso a ver que me encontraba. Alguien entró a la casa muy entusiasta y vi a Leah con un atuendo de falda negra, top blanco y tenis del mismo color.

-¡Párate! ¡Vamos a llegar tarde!..- Le saque el dedo del medio.

-No pienso ir a ningún lado, así que lárgate de mi casa Leah.- Ella rodo los ojos y tomo mis cosas.

Salió y regresó en cuestión de segundos.

-Para empezar Brooke, esta no es tú casa. Es la casa de tu padres y dos, tú casa es donde estamos viviendo nosotros. Y para terminar tú hermano me encargo venir por ti así que mueve ese trasero que ya fallaste dos días.- Se interpuso entre mi vista y el televisor.

-Leah no me importa si ya falte dos días, me explotó un edificio en la cara, ¿qué querías?. Y tampoco me importa lo que halla dicho Blake. Así que te mueves de mi vista o te muevo a punta de...- La chica castaña me interrumpió.

Demonios disfrazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora