Estaba agotado y cansado, no tolerará más los insultos de ese rubio y Bakugou también lo estaba y no esperaría a que ese nerd se diera cuenta.
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- One-Shot.
- Historia inspirada en un cómic de la misma pareja.
- Decchan. ( Deku= Kacchan= )
- C...
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Era ese día entre todos los demás que Bakugou despertó y deseo de verdad explotar con incluso el sol, se sentía pesado y con dolor de cabeza, enojado, furioso y tan rabioso.
La causa de esto era nada más ni nada menos que ese chico de pecas que siempre a recorrido sus pensamientos como un veneno mortal, si bien en primer año volvieron a retomar esa amistad que alguna vez tuvieron y ahora en segundo eran amigos no quitaba que el rubio se sintiera enfermo cada que lo veía, con agrios y asquerosos dolores de panza al pensar en su feo rostro, sentía asquerosas arcadas cada que decía estúpidos chistes, tenía ganas de gritar cada que lo veía respirar con su horrible existencia y sobre todo sabia que la causa de todo era su fea cara, su horrible risa, su asqueroso cuerpo y su desagradable olor.
Estaba enojado porque soñó con su horrible rostro y estaba tan furioso por no poder verlo frente a él cuando despertó para poder golpearlo.
Era un día de mierda.
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Mas mierda no podía ser su día, despertó enojado y tarde, su vieja no le hizo desayunó y tubo que salir sin ducharse o cepillar sus dientes con olor a furia, estaba con un humor de perros que incluso le grito a un poste que le vio feo.
Llego a la escuela y como si no fuera poco la escena del desagradable pelos de mierda que se comía a la rata eléctrica con la mirada le hizo enojar más, el estúpido no podía mirar así a ese rubio en su precencia, le enfermaba la simple idea del amor y esas cursilerias.
- Quítate - pasó empujando (lanzando) a Mineta quien hablaba feliz con ese tonto de su amigo del otro lado del pasillo donde no le estorbaba en absoluto pero su brazo necesitaba por lo mucho tres metros para caminar.
Estaba enojado, tan enojado que su humor lo sentía hasta quien le leía del otro lado de la pantalla. Con la furia en su sangre, sus pensamientos eran leídos mínimo con ocho adornos de groserías por letra.
Llego a su puesto donde una cabellera verde estaba recargada en la butaca detrás de la suya - Maldito nerd de mierda, quita tu feo trasero de mi silla y toma esta que esta jodidamente fría - gruñó, levantó por un brazo al confundido chico y colocó la silla del pecoso donde la suya había estado y una vez así tomó lugar con un alarmado chico detrás de él.
