Capitulo Uno

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Wei Ying camina por los extensos pasillos de Gusu con dirección a la cocina, su esposo lo había malcriado, acostumbrado a despertar bañado y con un desayuno exquisito esperándolo, pero debido a que se había ido esos mimos se fueron él, ahora tendr...

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Wei Ying camina por los extensos pasillos de Gusu con dirección a la cocina, su esposo lo había malcriado, acostumbrado a despertar bañado y con un desayuno exquisito esperándolo, pero debido a que se había ido esos mimos se fueron él, ahora tendría que despertarse, bañarse y cocinarse el solo.

El Loto Rojo iba tan centrado en sus pensamientos que no vio que una persona se dirigía hacia el provocando que chocara con esta, gracias a Dianxia el no cayo al suelo ya que se sostuvo de un barandal, la otra persona no tuvo la misma suerte, esta callo al suelo dando un golpe seco, para su suerte -o desgracia- la persona con quien choco era mas ni menos que Lan QiRen quien tenia varias tonalidades de rojo en su cara, su primer pensar fue en levantarlo del suelo, aunque fue detenido por un grito colérico.

"¡Ni se te ocurra tocarme" en un movimiento rápido Lan QiRen se levanto "no te vasto con manchar a mi sobrino, si no que ahora quieres matarme"

"Maestro QiRen yo no quería"

"Si claro tu no querías, niño desvergonzado, eres igual a tu madre, solo traes desgracia, no falta mucho para que uno de tus errores nos pase factura y terminemos igual que Yumeng Jiang" dicho esto Lan QiRen se fue, ignorando las lágrimas que corrían por las mejillas de Wei Wuxian.

El pobre Loto Rojo se sentía herido, las palabras dichas lo atravesaron como dagas, su mente se olvido de la comida y paso al momento de querer ser consolado por el olor de su esposo, así que corrió tan rápido como pudo hasta llegar al Jinshi.

Por otra parte Lan QiRen se encontraba meditando en su habitación un poco arrepentido de las palabras hirientes antes dichas, se acariciaba su barba lentamente teniendo un dilema, ~ir o no ir a disculparse~, había hecho una pequeña lista de razones por las cuales debería no ir -Ya que hablando lógicamente él no había dicho ninguna mentira- y las razones por la que debería ir -Ya que los temas que trato son sensible para todos, gritarlos a los cuatro vientos era inaceptable, en su defensa, se encontraba estresado ya que tuvo una conferencia con los ancianos respecto a su sobrino mayor que no salía de reclusión con la estúpida excusa de que ayudo al mal-, para su disgusto las cosas se posicionaron en su contra, tenia que ir a disculparse, el joven de brillante sonrisa es el único que hacia feliz a su sobrino menor y no solo a él, los juniors estaban más que encantados con su Maestro Wei, claro que no todos querían ese torbellino andante, los ancianos tenían una desviación de Qi cada vez que lo veían (incluyéndose).

Resignado salió de sus aposentos con dirección al Jinshi un poco sorprendido al ver que era de noche, su mente y boca repetía melódicamente lo que tenia que hacer; "Ir, pedir perder, retirarse", "Ir, pedir perdón, retirarse".

Lan QiRen camina lento (muy lento) por los pasillos cada vez más cerca del Jinshi, hasta que un ruido lo detuvo, trato de ver de dónde provenía pero nada, no encontró nada mas que oscuridad, pensando que se había vuelto loco se calmó y emprendió de nuevo a su dirección, camino solo dos pasos cuando un grito los alarmo.

"Maestro QiRen discípulos de la secta Jin y Moling Su, están atacándonos logramos retenerlos pero no durara mucho" un discípulo agitado, con las túnicas que se suponían debían ser blancas manchas de sangre hablaba entrecortado.

"Vamos" sin mas saco su espada después podría disculparse ¿verdad?

"Vamos" sin mas saco su espada después podría disculparse ¿verdad?

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DESDE ESA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora