Un año había pasado desde que confeso públicamente sus sentimientos por Lan Wangji en el Templo Guanyin, la verdad de su muerte y los actos cometidos fue expuesta públicamente, pero a pesar de todo varias personas lo miraban con odio y desdén, sobre...
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No hagas de alguien tu todo, por que cuando se haya ido, no tienes nada.
Lan Wangji siempre se rigió por las reglas del clan, en especial la regla que recalcaba no odiar a las personas por eso siempre camino por canastas de plata, el día que Wei Ying murió, en su camino empezaron a salir pequeños lirios naranjas, cuando su hijo murió su andar se llenó de petunias. La muerte de su hijo lo lleno de culpa, no podía mirar a su amado sin sentir la constante culpa, no sabía de que hablar con Wei Ying, no sabia como tocarlo sin lastimarlo, como consolarlo. Odiaba a los que hicieron esto, estaba sediento de venganza, quería que cada lagrima de su Wei Ying se compensara con la sangre de esos desgraciados, rezo y pido por que sufrieran en donde quiera que estuvieran, pero ahora los tenia enfrente de él, encadenados, magullados y sangrantes.
"Wangji se que es su deber castigarlos a su antojo, pero los miembros Lan nos tomamos el atrevimiento de castigarlos un poco, no te molesta ¿o sí?" pregunto Lan Xichen con una pequeña sonrisa en sus labios.
"Tonterías" dijo, para después acercarse al objetivo más cercano, era un hombre joven treinta años más o menos, el pobre estaba amordazado y encadenado de manos en la pared, su espalda goteaba -a parecer el látigo de disciplina se cernió sobre él, contaba cien latigazos a simple vista-, sus nariz sangraba al igual que su labio. "¿Qué le hiciste a Wei Ying?" pregunto.
"Y... Yo le... le pegue" hablo entrecortado.
"Ya veo" Lan Wangji desenfundo Bichen y la posiciono delante de un dedo "¿Te arrepientes?"
"Arrepentirme... quisieras... se lo merecía... Ahh" Wangji lo cayo cortando un dedo, el grito provoco un sensación extraña en él, era ¿satisfacción?, no sabía pero la quería sentir de nuevo.
Wangji se dejo llevar corto, golpeo y lastimo tanto como pudo, disfruto los gritos de agonía y piedad salidos de la boca de esa persona, no paro en ningún momento incluso con sus túnicas cubiertas de carmesí, Lan Xichen no se quedo solo de espectador, no, el ayudo a su hermano, los dos disfrutaron matar al causante del dolor de Wei Ying, no paso mucho cuando el cuerpo -lo que quedaba de él- cayó al piso muerto.
"¿Te sientes mejor Wangji?" pregunto Xichen viendo a su hermano.
"Quiero más" dijo Lan Wangji, sintió satisfacción mientras lastimaba a ese hombre pero cuando cayó muerto la satisfacción se fue.
"Wangji todavía hay cinco Jins aquí puedes hacer lo que quieras con ellos nadie te detendrá, pero ahora debes ir con el cuñado, debes pedir perdón" Xichen palmeo el hombro de su hermano.
"Mn, iré" asintió Wangji y se dispuso a ir.
"Wangji" llamo "No puedes ir así, debes cambiarte, estas manchado de sangre, vamos a mi hogar ahí podrás cambiarte"
Wangji asintió y siguió a su hermano, no le tomo mucho asearse, después de tomar un té con su hermano camino directo al Jinshi esperando que Wei Ying siguiera despierto.
Deslizo la puerta y sus ojos no creían lo que veían, Wei Ying en el piso con Suibian en la mano derecha y en la izquierda un corte profundo en horizontal, rápidamente tomo a Wei Ying entre sus brazos y corrió hasta la enfermería "Wei Ying no me dejes, no me dejes" suplicaba mientras corría "Lo siento, no es tu culpa, no es tu culpa, así que no me dejes" corría desesperado afirmando cada vez más el cuerpo de su esposo "¡Medico, necesito ayuda!" grito Wangji apenas piso la enfermería.
"Segundo Maestro Lan ¿Qué ocurrió?" pregunto un medico viendo el camino de sangre dejado viniendo del Maestro Wei.
"No sé, llegue y estaba así" contesto y puso delicadamente a Wei Ying en una camilla.
"Segundo Maestro Lan necesito que se retire"
"No"
"Segundo Maestro Lan le prometo por mi vida que salvare al maestro Wei no permitire que se valla, esta vez no perderá a nadie así que salga y llame a los demás médicos" pidió el médico.
Wangji hizo lo pedido y más, despertó a los médicos, a su Tío y a su hermano, aunque solo llamo a ellos, los ancianos y juniors se encontraban en la entrada de la enfermería todos preocupados por la salud de Wei Ying. A sí Lan Wangji paso la noche, una puerta de madera lo separaba de su amado, mientras su corazón colgaba de una cuerda floja.
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Floriografía: Canasta de Plata: Indiferencia Lirio Naranja: odio Petunia: Resentimiento
