Harry equivocadx

Prólogo

El mundo mágico estaba lleno de cosas inexplicables, que para aquellos que habían sido educados dentro de él eran simplemente algo cotidiano que no había por qué cuestionar, mientras para aquellos que apenas se enteraban de su existencia eran grandes y hasta aterradores misterios. Aún con eso Harry estaba seguro que lo que sea que él haya hecho no era normal, ni siquiera en el mundo de la magia.

Estaba en su clase de pociones, con Malfoy sentado al lado izquierdo y Ron al derecho, se encontraba de un humor particularmente malo, tenía a un loco tratando de matarlo - aunque no era de sorprenderse - y al rubio ordenándoles, alegando que su brazo continuaba en recuperación luego del "ataque" de Buckbeak. Se encontraba tan distraído y enojado que ni siquiera se fijaba lo que agregaba a su poción, hasta que repentinamente esta emitió un cegador brillo blanco que inundó la mazmorra, causando que todos se refugiasen bajo sus mesas para protegerse en caso de una posible explosión, cuando el brillo desapareció se encontró frente a varias versiones de sí mismo, aunque con pequeñas diferencias.

— ¡Potter! — exclamó el profesor Snape, con la cara ligeramente roja del enojo, a lo cual todos los Potter 's voltearon a verlo — ¿Se puede saber qué demonios hizo ahora? Veinte puntos menos para Gryffindor

Se instaló un profundo e incómodo silencio, en el que todos miraban al grupo, esperando una explicación para el suceso tan extraño que estaba sucediendo, hasta que de la nada uno de los Harry's gritó:

— ¡Draco! —  se acercó al rubio, que solo pudo sentir como este envolvía sus brazos alrededor de su cuello y escondía su cara en el hueco de su hombro, cuando estaba por reaccionar se vio rodeado del resto de las "copias" de Potter.

—¿Pero qué...? ¡Suéltame, Potter! — exclamó el Slytherin, moviéndose furiosamente tratando de liberarse, a lo que obtuvo muchas respuestas distintas.

—¿Qué forma es esa de hablarle a tu novio, Draco?

—¿Estás molesto conmigo, dragón?

—¿Por qué llevas una túnica de Slytherin?

—¿Desde cuándo eres un chico?

—¡Silencio! Vamos a la oficina del director, a ver que haremos, vengan Potter's — Snape se movió hacia la salida del salón ondeando su capa, pero al ver que ninguno lo seguía dijo fríamente: — Siganme sino quieren empeorar el problema en el que ya se encuentran.

El grupo lo siguió silenciosamente, pero no solos, llevaban prácticamente a rastras a un Draco Malfoy demasiado furioso y confundido. En serio odiaba a Potter en ese momento.

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