Jasón y los argonautas

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Es uno de los mitos más conocidos de la antigua Grecia, no solo por haber sido nombrado en infinidad de libros sino también por haber sido llevado al cine hace ya bastantes años.

En la mitología griega, los argonautas eran un grupo de héroes que navegaban con Jasón en su búsqueda del Vellocino de Oro. Su viaje los llevó en numerosas aventuras y requirió la ayuda de muchos dioses diferentes. Entre los argonautas había hijos de reyes y de dioses. Según algunas fuentes, uno de los argonautas era una mujer, la cazadora Atalanta.


Orígenes

Jasón era el hijo de Esón y Filira, reyes de Yolcos, en lo que se conocía como Magnesia. Esón fue destronado por su hermano Pelías, y ante este suceso, Filira, en un intento de evitar cualquier clase de represalia, confió su hijo Jasón a Quirón, un centauro que había educado y entrenado a grandes héroes.

Jason, convertido en adulto reclamó el trono a su tío. Este urdió un plan para sacárselo de encima. Si le traía el legendario vellocino de oro, le entregaría el trono. El vellocino era una piel de carnero de oro, se encontraba en la lejana tierra de la Cólquida, resguardado por un dragón.

Jasón, lejos de amedrentarse, aceptó el desafío.


Los construcción del Argo

Poco después, Jasón se encontró con Argos, un excelente constructor de barcos que, guiado por Atenea, construyó el Argo, un barco de 50 remos con una proa que hablaba, construida con madera del oráculo de Dodona.

El héroe mandó mensajes por toda Grecia para buscar compañeros para tan increíble viaje y muchos respondieron a su llamado.

Aunque la lista difiere, se cree que fueron más de cincuenta los elegidos, entre los que destacan los héroes Cástor, Heracles, Teseo, Orfeo, Peleo, entre otros.

Con semejante tripulación partieron del puerto de Págasas, en Tesalia.


La búsqueda del Vellocino de Oro

La primera aventura de los argonautas ocurrió en Lemnos, una isla poblada sólo por mujeres. Como resultado de una disputa entre esposos y esposas, las mujeres habían matado a todos los hombres.

Las mujeres recibieron a los argonautas con gran hospitalidad, y los héroes comenzaron a olvidar su búsqueda; sin embargo, uno de los argonautas se mantuvo firme. Se trataba de Heracles, un héroe conocido por su fuerza física. Heracles persuadió a los otros argonautas para que regresaran al barco y su viaje continuó.

Las siguientes aventuras fueron:

La tierra de brebicia: Cuando los héroes se detuvieron en la tierra de los brebicios, su rey Ámico los desafió, como a todos los que visitaban esta tierra, a una lucha a muerte. Pollux, hijo de Zeus, aceptó el desafío y mató a Ámico.

Visita a Fineo: Los argonautas se detuvieron entonces para ver a Fineo, el rey ciego de Tracia. Fineo era un gran profeta, y accedió a dar consejos a los viajeros, a cambio de que lo libraran de las arpías, criaturas feroces, mitad mujer, mitad pájaro, que le robaban y estropeaban su comida.

El paso por las Simplégades: Tras llegar a la entrada del Mar Negro, los argonautas tuvieron que pasar por las Simplégades. Que eran enormes rocas que se estrellaban entre sí a intervalos aleatorios, destruyendo cualquier barco que intentara navegar a través de ellas.

La llegada a Cólquida: al llegar al reino, Jasón y varios de sus acompañantes, fueron a la corte del rey Aeëtes para pedir el Vellocino de Oro. La primera persona de la corte en ver a Jasón fue Medea, la hija del rey. Hera, diosa que había actuado como patrona de la búsqueda de Jason, pidió ayuda a Afrodita para hacer que Medea de enamorara del héroe.

Aeëtes le dijo a Jasón que le entregaría el vellocino al día siguiente, pero Jasón y Medea no le creyeron. Prometiendo casarse con ella, Jasón volvió a pedir la ayuda de Medea. Esa noche, ella lo llevó a la arboleda sagrada y puso a la serpiente a dormir con su magia. Jasón tomó fácilmente el vellocino y, con Medea y los argonautas, zarpó de vuelta a través del Mar Negro.


El regreso a casa

Las aventuras de los argonautas continuaron. Cerca de Grecia, el barco estaba envuelto en una oscuridad tan grande que perdieron el rumbo. Apolo envió una flecha ardiente que les mostró el camino a una isla donde podían esperar hasta que volviera la luz.

Por fin, el Argo llegó a casa en Yolco. Los argonautas fueron honrados en toda Grecia, y muchas familias nobles afirmaron más tarde ser descendientes de ellos. 

Y aunque Jasón le entregó a Pelías el Vellocino de Oro, nunca llegó a ser rey, pues este no cumplió su parte del trato. 

Medea, en venganza, embrujó a las hijas del rey para que lo mataran. Mas poco les duró la victoria, ya que Acasto, hijo de Pelías, tomó el poder y Jasón y Medea se tuvieron que marchar de la ciudad. 

La pareja vivió un tiempo en Corinto, hasta que él la repudió por otra mujer. La venganza de Medea fue terrible.

Muerte del héroe

Jasón murió prácticamente en el olvido, abandonado por todos, solo acompañado por los recuerdos de sus viejas gestas de juventud, que solo le sirvieron para marcar su triste final, el cual se limitaba a sentarse al lado del Argo que había llevado a Corinto donde lo ofrendó a Poseidón, cuando un trozo del casco le cayó en la cabeza y lo mató.


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